La inteligencia artificial (IA) ha venido para quedarse y sólo se puede esperar un mayor desarrollo hacia nuevos algoritmos que entiendan y respondan preguntas con cada vez más precisión. Además, ahora, la IA generativa, cuando detecta nuevos datos similares a los originales, tiene la capacidad de construir modelos predictivos.

Por otro lado, el uso de la IA para producir imágenes, canciones y otros productos culturales abre una discusión a futuro sobre los derechos de autor y la regularización de la propiedad intelectual. Sobre las interrogantes que surgen a partir de la expansión y desarrollo de la IA, la diaria habló con Matías Salmeri, director de Data en Endava, empresa internacional de software, que opera en Uruguay desde 2012.

¿Por qué el incremento de la producción de contenidos, a través del uso de inteligencia artificial, plantea retos en la legalidad de la propiedad intelectual?

Hay que entender que para que una IA exista necesitás lo que se llama entrenamiento. Esa forma de enseñar -la palabra educar la voy a reservar para otra cosa- se hace a través de datos, que son producidos por personas, y muchas veces hay cuestiones de propiedad intelectual sobre esos sets de datos. Teniendo en cuenta ese entrenamiento y cómo la IA va a contactar con esos universos de conocimientos, me preguntaría cuándo podríamos pensar que estamos infligiendo una propiedad intelectual.

Estamos haciendo una tesis en la universidad, y le dimos un montón de autores diferentes. Ahí estamos basándonos en autores. Eso lo digo como problemática. El tema es qué es lo que pienso cuando entreno algo, hacia dónde está apuntado ese entrenamiento. Incluso hay IA que están entrenadas en conocimiento público. Hay otras que están entrenadas en bases de datos específicas privadas. Entonces, hay que empezar a dilucidar esto. ¿Cómo se entrenó esa IA?

Por otro lado, hay que entender que las IA hoy son generativas. Les puedo pedir a través de un prompt a un algoritmo, o a un agente -como se dice en la jerga técnica-, que genere un texto que sea de [William] Shakespeare, que tenga una serie de parámetros. Uno educa esa IA a través de parámetros, y esa inteligencia artificial va a generar un texto. Entonces ¿esa generación tiene copyright o lo que está haciendo la IA es una creación? Son todas preguntas para las cuales hoy, desde el punto de vista legal, no tenemos una respuesta. Pero podemos pensar si es una generación y no una creación.

A través de un algoritmo que utiliza parámetros estadísticos, manipulándolo y utilizándolo, estoy generando otra cosa. ¿Realmente estoy tomando esa obra tal cual es o estoy haciendo algo nuevo, diferente y único? Este es el debate instalado hoy. Desde el punto de vista del marco legal todavía no hay una posición tomada, o por lo menos la desconozco. Sí existen varios manifiestos. Incluso el problema se podría trasladar a un montón de niveles diferentes. Por ejemplo a nivel universitario yo le podría pedir a una IA que genere una tesis acerca de la antigua Grecia para recibirme y estaría infringiendo una cuestión de autoría y propiedad intelectual, porque realmente tampoco terminaría de ser mi propiedad. Entonces, uno lo puede ver tanto desde el lugar del entrenamiento de esa IA como también desde el punto de vista de la utilización de esos productos.

Ese es el debate que se viene dando, si la IA es capaz de crear contenidos originales o es solamente una recomposición de contenidos ya hechos y que fueron alimentados por los algoritmos.

Sí. Voy a contar algo que es parte de mi background. Yo estudio psicología y parte de mi formación es de psicólogo. Una de las cosas de la IA es que puede alucinar. Entonces, si uno quiere garantizar que algo sea completamente original, qué mejor forma que hacer alucinar a la IA. Porque si es capaz de generar una alucinación completamente despegada de la realidad, es porque tiene un nivel de generación -me reservo la palabra creatividad- bastante importante.

Por otro lado, si a la IA uno le da el mismo input dos veces, lo más probable es que no se genere lo mismo. Bajo el mismo prompt, está estadísticamente comprobado que no va a ser exactamente la misma respuesta dos veces. Entonces, la respuesta tiene la capacidad de ser única. Además, cuando uno conoce un poco más te das cuenta de que cada vez que uno interactúa con esa IA la va educando. No es una cuestión de entrenamiento, porque el entrenamiento pasa a través de bases de datos, pero uno la va educando, uno le va dando más conocimiento, y eso se retroalimenta y va generando cosas nuevas. Sigo usando la palabra generación, distanciado de lo que es creación, porque creo que para crear hace falta una chispa que hoy día todavía no tienen estos algoritmos. No creo que eso no vaya a pasar. Creo que sí va a pasar a futuro, vamos a lograr tener una IA que tenga curiosidad.

¿Cuál es la diferencia entre la IA y la IA generativa?

Venimos hablando de sistemas de IA desde hace mucho tiempo. Justo estaba charlando con un compañero que trabajó muchísimos años en IBM. Es una persona con mucha experiencia y me recordaba que el primer programa que dijimos que era de IA se llamaba Elisa, que era una psicóloga con la que uno podía interactuar. El desarrollador decía que no era IA, pero eran algoritmos capaces de dar respuestas únicas. Si yo programo un dron para que recorra un campo y cuente ganado, el dron es capaz de hacerlo. ¿Eso es inteligencia? En ese momento lo era.

Ahora el paso que se dio fue destapar la botella del genio. Le podés preguntar cosas a la IA generativa y esta es capaz de generar un contenido nuevo y completamente único, muy probablemente irrepetible. También damos un salto en lo que son los modelos LMS [sistemas de gestión de aprendizaje]. Uno puede hablar coloquialmente a un prompt, y el prompt va a ser capaz de entender lo que uno le dice, darle un sentido y poder generar algo.

De alguna manera, ¿la IA queda de algún modo en el pasado con relación a la IA generativa?

No, creo que cada una tiene su lugar. Porque al productor agropecuario el dron que va a contarle el ganado le sirve. Entonces, le es funcional a eso. Un ejemplo más cotidiano es el de los lavarropas. Hoy día podés ponerle la ropa, y te va a pesar cuánta ropa hay, y acorde a la cantidad de ropa, depende lo que va a hacer el programa.

Eso es inteligencia, porque está adaptándose a través de un ingreso de información que es el peso. Todo eso va a seguir existiendo, y es fantástico que exista. Tenemos este otro complemento nuevo, y es un nuevo jugador que es la inteligencia generativa, que no va a competir con esos puntos sino que simplemente es una nueva herramienta. Yo puedo decir también que las inteligencias anteriores han sido pasos necesarios para llegar hasta acá.

Cada vez es más difícil identificar los límites de la creación y el plagio y esto puede afectar los derechos de autor, porque las respuestas de la IA se pueden basar completamente en obras con derecho de autor.

Esto es un debate abierto en la comunidad. En lo personal, siempre hago la diferencia entre creación y generación, porque me parece que son dos palabras diferentes que muchas veces las usamos como sinónimos, pero que nos muestran dos aspectos muy diferentes de algo.

Y por eso ponía el ejemplo de la tesis basada en Herodes en la Antigua Grecia. ¿Estoy plagiando una obra o no? Para mí el acto de creación es el momento en que la persona le pregunta algo al prompt. No es el prompt en sí haciendo algo, sino que el acto de creación pasa antes. Que eso puede infringir derechos de autor no hay duda. Me parece que esas discusiones las vamos a tener en la sociedad cada vez más seguido.

Hay preocupación también por el uso de la IA para sustituir el trabajo de artistas visuales, dibujantes, fotógrafos y editores de imagen. ¿Cómo observás eso?

Yo me pregunto si hace 15 o 20 años atrás, cuando apareció el Photoshop, si no estaríamos bajo la misma pregunta. ¿Y qué era photoshopear una imagen para editarla en la computadora? ¿Y el que hacía las cosas manuales? Entonces, esta es una pregunta que nos va a reaparecer como humanidad un millón de veces. Creo que todo lo que ha sido la informatización nos ha llevado a enfrentarnos muchas veces con esto. La automatización también. En las grandes factorías tenés robots que hacen las cosas y eso no elimina puestos de trabajo. Sin el hombre no puede haber creación.

Ustedes plantean que es razonable que haya huecos legales por la rápidez con que avanza la IA.

Sí, es totalmente lógico y razonable que aparezcan esos huecos, porque toda creación, sea cual sea, nos va a generar que tengamos que controlarla y darle un marco legal. Cuando aparecen los bitcoins, se empezó a generar en la sociedad una necesidad, y hoy día empezamos a tener de a poquito, muy tímidamente, leyes que lo controlan. Cada instrumento nuevo tenemos que comprenderlo, entender cómo llega a la sociedad y entender cómo proteger a terceros de esos avances. La ley está para proteger terceros, y si yo incurro en algo con un tercero tiene que estar la ley para mediar. Pero la ley siempre va en la cola, siempre va a lo último. Hoy empezamos a ver casos de IA generando cosas genéticamente que serían cuestionables. Un gran problema es que de alguna forma la IA no tiene ética. Porque si le pido que me haga una tesis para recibirme de profesor, lo va a hacer. El primero que pensó algo de esto y que me parece fascinante fue Isaac Asimov, con las tres leyes que pensó en su momento para los robots, pero que es aplicable a la IA.

La ley en general no juzga el proceso, sino el resultado. El proceso va a ser parte de lo que me ayude a mí a determinar la pena, pero no juzga. Si atropello a una persona con mi auto, a mi auto, aunque sea un Tesla que se puede manejar solo, no lo van a juzgar. Me van a juzgar a mí. Entonces, estas son todas las cosas que uno tiene que ir acomodando temporalmente. Hay un caso que es muy lindo en la legislación argentina que habla de las personas no humanas. Un chimpancé que sufrió maltratos, y la Justicia dictaminó, entre otras cosas, la restitución de este chimpancé, pero lo más interesante es que dictaminó que era una persona no humana. Me parece que es un caso que sienta jurisprudencia para este tipo de cosas. Hoy la IA no está en ese nivel de madurez, no llega a ser una persona no humana, pero tal vez en un par de años lo logre.

¿Cuál sería la solución o recomendaciones para las empresas en el uso de la IA para no caer en problemas legales ni en otros perjuicios?

Es preciso ser conscientes del uso que las empresas le dan a la IA, tanto en el ámbito de la organización como fuera de ella.

En este sentido, desde Endava trabajamos mucho en alcanzar un balance en el que los equipos comprendan más sobre esta tecnología, su potencialidad, por un lado y por el otro, nosotros incorporar que es el “juguete que tienta para tomar atajos”. Cómo empresa también podemos vernos beneficiados de lo que la IA ofrece. ¿Cómo? Es posible pagar y generar un entorno aislado del universo, donde entrenar a los colaboradores para obtener los mejores resultados de motores como el chat GPT.