Un video difundido por SoldelEste y consignado por el medio maragato San José Ahora muestra una tonelada de tomates americanos frescos tirados en un predio de Canelones. Erick Rolando, productor e integrante de la Confederación Granjera del Uruguay (CGU), dijo a la diaria que “prácticamente se tiró un 80% de la cosecha puntual de esa fecha”.

Consultado sobre las razones por las que se desechó esta cantidad de tomates, el productor dijo que se debe a un exceso de producción y que gracias a que “se ha mejorado mucho la tecnología” a la hora de producir, se genera “mucho más de lo que requiere el mercado interno”. A su vez, señaló que no pueden exportar al no poder competir con otros países que también cultivan en estos rubros.

Además, explicó que para los productores salir a repartir lo que cosecharon implica un costo más alto del que obtendrían al vender por mayor. Rolando apuntó que hay “varios cultivos” que pertenecen a la época estival, de “mayor producción”, y que “no hay forma de planificarlo”, y hasta ahora tampoco han encontrado la manera de hacerlo.

A su vez, en diálogo con El Observador, el productor explicó que “no existe” una regulación “para plantear el área que es necesaria”, por lo que “mucha gente se larga a plantar a lo loco” y que quizá hay “gente que no venía plantando suma el rubro también y pase esto, de que hay un año climáticamente bueno, con buena agua, mucho tomate y al final un precio de ruina”.

El desecho de tomates tiene que ver con bajo consumo de frutas y verduras, según fuente de CGU

Por otro lado, una fuente del directorio de la CGU indicó a la diaria que el motivo por el cual se desechan esta cantidad de alimento es que “hay poco consumo de frutas y verduras” y que “no se está enfocando en eso”. Recalcó que si bien desde la Dirección General de la Granja (Digegra) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca hay una campaña para fomentar el consumo, esta “llega tarde”.

Sugirió que los ministerios de Salud Pública (MSP) y Educación y Cultura (MEC) “deberían también trabajar en coordinación con Digegra” sobre “la importancia de la gente de comer saludable”. Señaló que en la pandemia, cuando las personas tendían a comer saludable, hubo “superventas con buenos precios”.

“Lo mínimo serían cinco piezas [de frutas y verduras] para cada persona, y no está pasando”, comentó, y agregó que “con el tomate pasa eso, más allá [de que] hay una buena producción y sobreproducción”. En su opinión, actualmente se está en “los niveles más bajos de consumo de frutas y verduras”.

Asimismo, planteó que en estas fechas, cuando hace calor, es cuando “la gente debería estar comiendo ensaladas, frutas, verduras todos los días”, pero en su lugar “la gente está optando mucho por la harina, por los alimentos no tan saludables”. Por lo tanto, la fuente expresó que es “un tema de consumo” y que “no hay una política de Estado” en lo que respecta al MSP y el MEC.

En ese sentido, destacó que el Estado “genera políticas para seguir manteniendo a la familia granjera en el campo porque entienden que es importante la soberanía alimentaria”, pero “no atacan la otra parte”. “Por más que vos fomentes una granja desarrollada, una granja de primera, que haya producción, de qué nos sirve si no hay consumo”, expresó.

“Hay un problema comercial con poco consumo de la gente, por ende, con poca venta de fruta y verdura; si a su vez sumás que un producto tiene sobreproducción, peor aún”, subrayó.