Un marinero de 41 años, de nacionalidad peruana, resultó gravemente herido, este jueves, cuando realizaba una maniobra en un remolcador denominado Tero, en el Puerto de Montevideo. Producto del siniestro, otro empleado, de nacionalidad uruguaya, recibió un golpe que tuvo como resultado la fractura de un brazo. Ambos cumplían tareas para una empresa privada (Boluda Corporación Marítima SL, con sede en la ciudad de Valencia, España, y liderada por el empresario valenciano Vicente Boluda).

El secretario general del Sindicato Único de Trabajadores del Mar y Afines, Pablo Pírez, dijo a la diaria este viernes que “estos trabajadores son tripulantes de un remolcador de la empresa del grupo Boluda, que es un grupo transnacional que opera en Uruguay desde hace muchos años. Estamos analizando el alcance del problema en la maniobra, pero en principio fue la manipulación de un cabo, que es de un tamaño importante. Aparentemente, la maniobra no fue bien coordinada con todas las condiciones de seguridad suficientes y se tensó el cabo de improviso, golpeando a los dos tripulantes”.

Detalló que el cabo “golpeó en la cabeza a uno de ellos y lo lanzó algunos metros hacia atrás, cayendo inconsciente y golpeándose contra unos fierros en la cubierta. Además de la contusión y corte, que provocó microfisuras, los hematomas en la cabeza son lo que ahora está preocupando más a los médicos. Tiene comprometidos los pulmones, el hígado y también el bazo. Está en CTI con coma inducido. Está internado en la Asociación Española, todavía no sabemos por qué, ya que había sido trasladado al Banco de Seguros del Estado”.

Según el último informe médico, emitido este viernes por la mañana, el trabajador “está estable” y “continuará en coma inducido entre dos o tres días más”. “Están esperando a ver cómo evoluciona, y a medida que vaya descendiendo la inflamación, pueden realizarle más estudios y así definir el tratamiento”, indicó Pírez.

Por su parte, explicó que “el otro trabajador sufrió la fractura de un brazo y varias contusiones, pero felizmente está en recuperación en la casa con su familia. En estas primeras horas fue lo que hicimos: apoyar a la familia, seguir la evolución de los compañeros y empezar a recabar información, ya que con una empresa tuvimos distintas dificultades. Es que, hace dos años, un compañero falleció tras caer entre el muelle y una embarcación. Aún no hay resultados de la investigación, y pasaron dos años”.

“En esta oportunidad, estamos exigiendo que la responsabilidad, si la hay, y las correcciones que haya que hacer en seguridad sean respondidas, y sobre todo en lo que reclamamos desde hace años. Sucede que en esta empresa hay temas de descanso y excesos de horas de guardia. Ellos hacen un sistema de guardia por 24 horas y descansan las 24 horas siguientes. En realidad es un sistema obsoleto, y deberían tener 48 horas de descanso. Hay una serie de irregularidades. Con este sistema sería el equivalente a hacer 45 jornadas por mes”, dijo Pírez.

El dirigente comentó que “hasta hace poco estaban negociando en las últimas discusiones con la empresa la posibilidad de reducir la dotación. Es decir, la cantidad de tripulantes por embarcación, lo que recargaría aún más el trabajo de los tripulantes que están a bordo, explicó. “Son medidas que todavía no se han tomado, pero la realidad dice que es imposible. Actualmente las embarcaciones tienen tres tripulantes a bordo en una guardia”, agregó.

Dijo también que la idea de reducir la cantidad de tripulantes responde a que el remolcador Tero no es nuevo, pero llegó hace poco tiempo a Uruguay, y que esa embarcación “tiene un porte más importante en tamaño y por eso están planteando esta reestructura y sobrecarga de trabajo. Significaría disminuir las dotaciones para repartirla entre todas las embarcaciones. Al haber agregado una embarcación más, quieren tripularla sin contratar nuevo personal”.

Sobre la postura empresarial, afirmó que “todas estas decisiones son un problema, impactan en la seguridad directamente, provocan acumulación de fatiga, la falta de personal y falta de controles. Queremos ver bien qué sucedió con este accidente, pero todo nos indica que hay una serie de irregularidades en cuanto a las órdenes que se dieron, al tipo de maquinaria que se realizó y el tipo de elementos de seguridad que se utilizaron. Sin tener todavía una opinión cerrada, todo apunta a que hay una cantidad de errores que sucedieron para que esto pasara”.

Con respecto a posibles medidas, dijo que si el hecho hubiera sido más grave se habrían tomado resoluciones, pero que se aguarda a obtener más información de la investigación del accidente. “Estamos realizando las asambleas en los distintos turnos de esa embarcación y escuchando la opinión de los compañeros para conocer la información que ellos tienen. No descartamos ninguna medida. Independientemente de que las autoridades se pronuncien o de que la empresa se pronuncie, si no hay buenas señales de ambas partes, saldremos fuertemente a denunciar mucho más”, concluyó.

El sindicato hizo la denuncia correspondiente ante la Prefectura Nacional y ante la Inspección General del Trabajo del Ministerio de Trabajo.