Un día después del despido de 32 trabajadores de Claldy, la empresa instaló un portón en el acceso central de la planta ubicada en la ciudad de Young, Río Negro, para impedir el ingreso de los trabajadores al predio – y contrató el servicio 222–, mientras que los trabajadores instalaron una carpa en el lugar, informó a la diaria el dirigente de la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL), Enrique Méndez.
“La empresa se había preparado para este día, ya que instalaron un portón, el cual bloqueó la entrada a la planta a los trabajadores. Y con el servicio 222, a los trabajadores los trataron como delincuentes”, afirmó Méndez.
El dirigente señaló que, dada la decisión de la empresa, se mantiene una comunicación permanente con el ministro de Trabajo, Juan Castillo, con el inspector general, Luis Puig y con la directora nacional de Trabajo, Marcela Barrios. Recalcó que están “frente a una situación de represión sindical clara”, ya que los 32 trabajadores despedidos están afiliados al sindicato, e incluso, fue despedida toda la dirección del gremio.
Méndez sostuvo que, si bien este viernes se realizó una reunión en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social en el marco del Consejo de Salarios,“la empresa no tenía previsto negociar nada”, ya que, al concluir la reunión, “los trabajadores comenzaron a recibir un mensaje de WhatsApp informando del despido, con un aviso del BPS por la documentación correspondiente”.
“La verdad que un escenario muy complejo y preocupante, y una falta de respeto total por parte de la empresa hacia a los trabajadores, y al Estado siendo que ha presentado propuestas para buscar soluciones”, sostuvo el referente sindical, quien acotó que en la noche del viernes una delegación de la FTIL fue recibida por la Junta Departamental de Río Negro.
Destacó que la invitación surgió de la Junta, y que, en ese marco, se explicó lo sucedido sobre los despidos y la decisión de la empresa.“Hubo un consenso departamental por todos los sectores políticos representados en la Junta, frente a la preocupación por el tema”, afirmó.
“Muchos de los ediles son vecinos de los trabajadores y, como si fuera poco, conocen de cerca el proceso que se ha venido viviendo, donde saben bien que los empleados, en un proceso anterior, terminaron negociando la rebaja salarial y con pérdida de beneficios, en cuestiones vinculadas al acceso al Fondo de Reconversión de la Industria Láctea, que presentó la empresa y así firmando para acceder a los fondos”, dijo Méndez.