En medio del conflicto en la pesca, en el que las cámaras empresariales y el sindicato cruzan acusaciones, y en el que aquellos sostienen que es necesario “refundar la pesca” y estos denuncian “un sistema de trabajo injusto, desigual y peligroso”, la diaria entrevistó a la titular de la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (Dinara), Yamilia Olivera, para conocer un poco más sobre esta unidad ejecutora del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) que tiene como competencias la fiscalización, orientación, fomento, desarrollo e investigación de la explotación de los recursos hidrobiológicos del país.
La P de la sigla MGAP representa a la palabra pesca, pero cuesta asociar la explotación de los recursos ictícolas con este ministerio. Pero lo cierto es que somos un país con más agua que tierra, ¿qué lugar ocupa la Dinara en la institucionalidad y a qué se dedica?
Dentro del MGAP hay diferentes unidades y una es la Dinara, que tiene diferentes potestades. Una, por ejemplo, es la de investigar; otra es la de fiscalizar. Se trata un poco de regular lo que es la pesca y los recursos hidrobiológicos. Y sí, tenemos más agua que tierra. Uruguay está posicionado en un lugar superestratégico a nivel de cursos de agua y de corrientes. Tenemos, por ejemplo, las corrientes de Brasil, que son cálidas, las corrientes Malvinas, que son más frías, y tenemos el estuario del Río de la Plata, que es toda el agua dulce que viene del río y que termina en lo que es el océano. Tenemos una gran diversidad de especies, de agua más cálida, de agua más fría, tenemos especies de agua dulce, porque está la cuenca hidrográfica del territorio uruguayo.
Podríamos perfectamente ser un país que viviera de la pesca.
Sí, tal cual, con todas las condiciones geográficas que tenemos podríamos ser un país que se alimenta de la pesca, pero hoy en día es más el consumo de carne y no tanto de pescado. La idea de esta dirección es empezar a fomentar más el consumo de pescado, por la importancia que tiene, por todas las propiedades que tiene, como ser el omega 3, el aceite de pescado. Cuando uno va al médico, le recomiendan consumir pescado por lo menos dos veces por semana.
Pero es difícil de encontrar...
Sí, y justo en este momento es más difícil. El tema de la comercialización y el que todos puedan llegar al pescado es un poco lo que nos estamos planteando, poder avanzar en ese tema, porque entendemos que es fundamental. Y también educar desde chiquitos que el pescado existe, que lo tenemos en nuestras aguas, que es de muy buena calidad y que hay que consumirlo más.
¿Cómo es la actividad reguladora de la Dinara? La señora o el señor que van a la escollera con la caña de pescar no necesitan permisos, pero los barcos, sí.
La Dinara otorga los permisos de pesca para lo que es la pesca industrial, que son barcos de más de diez toneladas, y los menores a esas toneladas son los que conocemos como de pesca artesanal. Dentro de la pesca industrial, los permisos se dan según la especie objetivo y tenemos categoría A, B, C y D. Los costeros son categoría B, que pescan pescadilla y corvina. Dentro de la pesca artesanal, también está dividido por zonas, dependiendo de la zona en la que pesques, va a depender el permiso que te den. La diferencia entre pesca industrial y artesanal es el tamaño y la eslora [longitud del barco de proa a popa]. Hay zonas en que la pesca artesanal es de 13 metros, por ejemplo en Rocha, por las condiciones del océano, y más en la parte interna del país, las embarcaciones son más chicas, de nueve metros.
El mito de los barcos extranjeros que ingresan a las aguas jurisdiccionales uruguayas
Estamos transitando un conflicto en el sector, que aún no parece solucionarse. ¿Qué rol juega la Dinara en esta situación?
Lo primero que ha tratado de hacer la Dinara es mediar, tuvimos reuniones con todos los actores, con las empresas, con el sindicato de marineros, el sindicato de patrones, el de maquinistas. Vimos si podían llevarse a cabo diferentes propuestas, como, por ejemplo, la incorporación de un estudiante, porque lo que se pide por parte del sindicato es un marinero más para estos barcos costeros, que son embarcaciones más pequeñas, tienen más o menos 24 o 25 metros de eslora y son los que pescan corvina y pescadilla, y llevan sólo un patrón. A su vez, las empresas dicen que no es necesaria una persona más, y aparte que hay un convenio firmado, y ahí entra toda esta disputa sobre qué se entiende por el convenio, por la cláusula de paz. Pero si bien todos los barcos están parados, no es un conflicto en toda la flota, porque lo que se pide es una persona más para hacer las guardias, y los únicos barcos que no llevan un segundo patrón son los costeros, que hacen mareas cortas, de cinco, seis, siete días, dependiendo de la zafra, del momento en que se pesque. Los demás barcos tienen dos patrones, entonces el problema de las guardias no corre. Estos son barcos de merluza, que son congeladores, que ya tienen una operativa de montaje. Los costeros son fresqueros, están con hielo, entonces sí o sí la marea tiene que ser corta, mientras que en los congeladores la marea es de mucho más.
¿De qué magnitud es el ingreso de barcos extranjeros a pescar en las aguas jurisdiccionales uruguayas sin permiso?
No es significativo. Tenemos la zona común de pesca que compartimos con Argentina, en donde los barcos argentinos pueden estar pescando. Hay una zona exclusiva uruguaya donde los barcos argentinos no pueden entrar. Lo que se puede llegar a dar, cuando los barcos son de otra bandera, que en este caso es la tercera bandera, y que quieran pescar en aguas uruguayas, es que se dé un permiso de pesca experimental, que es un trámite que tienen que hacer en la Dinara. Pero está bueno aclarar que dentro de las 200 millas de aguas jurisdiccionales uruguayas los barcos uruguayos pueden pescar, y ningún barco de tercera bandera puede entrar a pescar. A veces pasa que pescan dentro de las aguas uruguayas, pero eso está todo monitoreado por Prefectura [Nacional Naval]. Hay una unidad que se encarga de monitorear los barcos, y en el caso de que haya un barco –porque los barcos tienen que mandar una señal satelital, que es el VMS [sistema de monitoreo satelital de embarcaciones pesqueras]– se sabe dónde está. Además, la Dinara tiene toda la flota uruguaya monitoreada, tenemos una oficina que tiene una computadora donde aparecen todos los barcos de bandera uruguaya y dónde están pescando. Está la zona de los cables submarinos, por ejemplo, donde no se puede pescar, todo eso se controla. Cuando el Comflo [Comando de la Flota de la Armada], que monitorea todas las aguas jurisdiccionales uruguayas, constata que hay un barco que está operando dentro de las 200 millas y que no tiene autorización, enseguida se le comunica que debe retirarse. Por fuera de las 200 millas sí hay un montón de barcos trabajando, porque son aguas internacionales, que no tienen jurisdicción.
En 2016, la Organización de Naciones Unidas otorgó a Uruguay hasta las 350 millas marinas.
Sí, pero del fondo marino. Se extiende la plataforma submarina, pero no las aguas jurisdiccionales.
Además de los barcos, ¿los tripulantes también necesitan habilitaciones para poder navegar?
Sí, yo también trabajé embarcada, soy observadora científica a bordo, y navegué un montón en barcos industriales. Ahí lo que se necesita son los cursos OMI [Organización Marítima Internacional], que son los cursos básicos, de supervivencia en el mar, lucha contra incendios. Esos cursos se dan en Inefop [Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional], en la Armada o en la UTU Marítima, es lo mínimo que te exigen para poder embarcarte. Después, en la Escuela Técnica Superior Marítima, tenés el curso de patrón, que se llama Técnico de Náutica y Pesca, que es de tres a cinco años, porque tenés una tecnicatura. Los marineros, con el primer año que ingresan a la UTU, consiguen un título de marinero habilitado para hacer guardia, pero por cada año que haces en la UTU, te van dando determinados títulos: cabotaje, media altura, hidrovía.
¿Cuál es la relación de la Dinara con la Comisión Técnica Mixta del Frente Marítimo, o con la Comisión Administradora del Río de la Plata (CARP)?
Con la Comisión Técnica Mixta del Frente Marítimo se logró que la Dinara sea delegada. Yo voy como delegada a esa comisión, que es algo que siempre se tuvo, pero en la administración pasada se perdió. Ahora se consiguió nuevamente. Tengo voz y voto en todas las decisiones. El frente marítimo es toda la parte en común que tenemos con Argentina. Lo que se discute ahí son cuántos cupos se va a poder pescar para ambos países. Por ejemplo, de corvina se pueden pescar 4.000 toneladas, y repartimos 2.000 y 2.000 entre Argentina y Uruguay. Son cosas que se negocian, se acuerdan, previo a un estudio. Los técnicos de la Dinara se juntan con los técnicos de Argentina y ahí dicen: “A ver, ¿cómo está tu desembarque de corvinas?, ¿cuánto se pescó?”. Con base en todos esos datos y en las investigaciones en los buques científicos es que se saca cuánto se puede pescar. Todo esto es para no poner en riesgo una especie. Todo eso se regula. Los técnicos de la Dinara investigan por medio de lo que declaran los patrones en los partes de pesca, tanto artesanal como industrial. Cada vez que el barco está pescando tiene que poner datos: fecha, qué se capturó, tantas cajas de corvina, tantas cajas de raya, tantas cajas de lenguado, todo se sabe. Después se hace un estimativo por medio de análisis estadísticos. En la CARP no está la Dinara, pero se hace lo mismo. En las otras comisiones binacionales no está, pero vamos a tratar de empezar a generar diálogos.
Fiscalizar, controlar, pero sin barco
¿Qué pasó con el Aldebarán, el barco propiedad de la Dinara?
Está en puerto, en Capurro. Estamos viendo si lo reparamos porque es fundamental tener un barco de investigación porque ahí habla de la soberanía del país. Está roto desde hace unos cuatro años. Estamos hablando con el Ministerio de Defensa para ver las posibilidades de arreglarlo de a poco, que se vaya a dique. Es un barco de investigación pesquera, se hacen estudios, campañas de atunes, campañas costeras.
¿Tiene tripulación, funcionarios de Dinara?
Sí, tenemos un maquinista y dos marineros en el momento, porque también tenemos otra lancha, la Betelgeuse, que ahora está empezando a hacer las pruebas para empezar a hacer las campañas costeras. En 15 días saldría una campaña de corvina costera. Lo que nos ha pasado en Dinara es que se han ido jubilando y no ha entrado personal nuevo. En el momento de auge eran 150 funcionarios y ahora somos 98. Tenemos funcionarios que están haciendo multifunciones.
¿La Dinara también controla la pesca fluvial?
Sí, los ríos están incluidos. Tenemos pesca artesanal en toda la cuenca hidrográfica. Ahora, por ejemplo, estamos haciendo los consejos consultivos de pesca, que se hacen por zona. Yo estuve en el de la Barra del Chuy, que fue de la almeja amarilla, que es pesca de tierra, y después hicimos otro consejo consultivo que fue en San Gregorio de Polanco, y hubo uno este viernes en la Laguna Merín. Juntamos a los pescadores de la zona, vemos qué problemática tienen, vemos a qué actores citar, porque la idea de estos consejos –que están en la ley de pesca– es invitar a los actores vinculados a la pesca, a las embarcaciones, al amarre. Tenemos la idea de hacer el consejo consultivo de pesca industrial, pero está este problema del conflicto.
La Dinara definió como estrategia central el diseño e implementación de un Plan Nacional de Desarrollo Pesquero y Acuícola, con el objetivo de consolidar una política de Estado para los recursos hidrobiológicos. ¿En qué está eso?
Lo estamos trabajando, empezando a hacer una revisión bibliográfica de toda la información que hay, con lo básico para empezar a crear la línea de base. La idea es que para diciembre tengamos unos lineamientos generales para empezar a aplicar algo el año que viene. Es fundamental citar a todos los actores para empezar a trabajar para mejorar la pesca. Hay que diversificar las pesquerías y salir un poco de la típica pesquería a la corvina y a la merluza, que son los recursos tradicionales de toda la vida. Empezar a ver que hay otros recursos, que existe la posibilidad de diversificar. Tenemos ideas como la del atún, que fue una pesquería que en su momento tuvo bastante relevancia, volver a la idea de que vengan barcos atuneros. También tenemos la idea del pulpo, porque tenemos todas esas variedades, pero estamos acostumbrados a tomar tres. Hay que cambiar un poco el chip, empezar a consumir pescado y variado. La idea es mejorar el sector, pensar también la problemática que tenemos con los pescadores artesanales, a quienes muchas veces se les complica jubilarse porque no tienen ningún aporte, empezar a trabajar todo eso para mejorar la calidad misma de los trabajadores.
“Los caviares que exportamos son de primera calidad”
¿El desarrollo de la acuicultura también es una prioridad?
Sí, Uruguay ha tenido muchos proyectos piloto. Hoy en día tenemos dos emprendimientos grandes en San Gregorio de Polanco y en Baygorria, que son los del caviar a partir del esturión, una especie que no es nativa. Son emprendimientos que ya están hace como 10 años y están bien posicionados en el mercado de exportación. Los caviares que exportamos son de primera calidad y tienen un precio bastante elevado a nivel de restaurantes internacionales. Esta acuicultura empieza con los alevines o semillas, que son como una larva, la larva crece un poquito más y se le hace como una placa para ver si es hembra o macho, el macho se descarta y la hembra es la que se queda, porque en realidad lo que importa son las huevas, para hacer el caviar. Hoy en día se está viendo la posibilidad de comercializar también la carne.
La Dinara tiene el Centro de Acuicultura e Investigaciones Pesqueras (CAIP) en Villa Constitución, Salto.
Sí, tenemos otro en Cabo Polonio, pero el que ahora está operativo es el de Villa Constitución, que tenemos bagre negro. La gente, si está interesada, se puede anotar en la página web para conseguir alevines de bagre negro, para poder cultivarlos. La idea es que haya gente que se interese en poder desarrollar la acuicultura, porque es una de las maneras de poder llegar a conseguir pescados frescos.
¿Qué papel juega la Dinara en las exploraciones sísmicas en la plataforma submarina para buscar hidrocarburos?
La Dinara tiene que ver con los recursos hidrobiológicos, pero tenemos un grupo técnico que está trabajando, que está analizando los datos históricos para ver qué hace con esta sísmica. Estamos trabajando con el Ministerio de Ambiente también, para abordar este tema. Ya hemos mandado informes técnicos. Si una exploración sísmica está determinada, puede tener consecuencias para la fauna. Pero en este momento no se está haciendo ninguna prospección. Cuando se hizo, las empresas dijeron que habían disminuido las capturas. Lo que está haciendo la Dinara es un histórico de las capturas y ver cómo se pueden mitigar los impactos desde el punto de vista de la pesca.
Siempre en el agua
Yamilia Andrea Olivera Salsamendi es de Las Piedras, Canelones, tiene 40 años y es licenciada en Gestión Ambiental (Centro Universitario Región Este-Universidad de República). Quiso ser bióloga marina y cuando cursaba en la Facultad de Ciencias se le dio la oportunidad de ir a Chile a estudiar Biología Marina. “Me faltó un año para terminar la carrera. Volví a Uruguay y me metí a hacer Oceanografía”, cuenta. Pero después entró en la Escuela Técnica Superior Marítima, donde consiguió los títulos de Técnica en Náutica y Pesca, patrón de Tráfico, patrón de Gran Cabotaje y patrón de Pesca de Ultramar, Altura e Hidrovía. Trabajó en la Dinara como observadora científica a bordo. Además, es guardavidas por el Instituto Superior de Educación Física y en Chile hizo un curso de buzo. Actualmente, además, es docente de Biología Marina en la Escuela Técnica Superior Marítima.
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