A dos semanas de la presentación de los resultados de la Encuesta de Nutrición, Desarrollo Infantil y Salud, elaborada por el Ministerio de Salud Pública (MSP), el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) y el Instituto Nacional de Estadística (INE), el dato de la inseguridad alimentaria fue destacado por Álvaro Delgado durante el debate presidencial. Si bien se produjo un descenso en los valores, no hay datos comparables para afirmar que bajó del 7,8% al 1,9% como dijo Delgado.
Pero los datos que usó el candidato de la Coalición Republicana no salen de dicho informe, sino de otra metodología. El dato del 1,9% de inseguridad alimentaria grave en 2024 sale del Tercer Informe Nacional de Prevalencia de Inseguridad Alimentaria en Hogares, cuyos resultados surgen de incorporar en la Encuesta Continua de Hogares (ECH) un módulo de seguridad alimentaria que incluyó la Escala de Experiencia de Inseguridad Alimentaria (FIES, por sus siglas en inglés).
Hasta 2021, el gobierno advertía sobre la imposibilidad de medir esta escala según los parámetros que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) utiliza para medir el grado de cumplimiento con la meta 2.1 2 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y cuando respondía a los requerimientos de dicho organismo explicitaba que no tenía medición disponible.
Desde 2022, cuando comenzaron a hacerse las mediciones pertinentes a partir de la Encuesta Permanente de Hogares, los resultados han sido: 2,6% de los hogares con inseguridad alimentaria grave (2022), 2,5% en 2023 y 1,9% en 2024. Esto implica un descenso de la inseguridad alimentaria grave en torno al 0,7% de los hogares en los últimos tres años medidos bajo esta metodología.
Para la agrupación Nutricionistas con Yamandú y Carolina, esta medición es incomparable con los datos que proveyó Delgado respecto de esos años anteriores a 2022 y según los cuales se habría pasado de 7,8% a 1,9% de inseguridad alimentaria grave (medido en hogares).
Los datos iniciales mencionados por Delgado salen del informe que la FAO presentó en 2022 para analizar la situación alimentaria en América Latina para el período 2019-2021 (que incluía los efectos de la pandemia) “El Estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo”. Entonces, establecieron que entre 7,3% y 7,6% de la población uruguaya estaba en inseguridad alimentaria grave, pero, si contemplaban la población en inseguridad alimentaria moderada, el valor estaba cerca del 23%. En los resultados de los informes de prevalencia presentados, sin embargo, la inseguridad alimentaria grave y moderada afectaba al 15% de los hogares en 2022, al 14,6% en 2023 y al 13,7% en 2024.
Con relación a los datos de Endis presentados hace dos semanas, por otra parte, los nutricionistas que apoyan al Frente Amplio cuestionaron los datos presentados por los organismos oficiales ya que, en el resumen presentado, los datos señalados no eran coincidentes con los informes previos. En dicha información se consignó que la seguridad alimentaria era, en 2023, del 58% y había sido, en 2018, del 54%, según los datos presentados en el resumen y señalados por Cecilia Sena, directora nacional de Desarrollo Social, en una rueda de prensa.
Sin embargo, el organismo brindó el informe corregido a la diaria Verifica en el que se señala que la seguridad alimentaria en 2023 se ubicó en torno al 56,1% y que en 2018 había sido del 54,9%, por lo que el aumento no fue del 4%, como habían expresado ante la prensa, sino del 1,2%.