Hace poco más de una semana se produjo una polémica alrededor de los espacios públicos ocupados en los alrededores de la Rural del Prado en la Semana Criolla, cuando el edil montevideano del Partido Nacional Víctor Hugo del Valle tuiteó un video en el que denuncia a agentes municipales que habrían favorecido la instalación de un inflable de campaña de la intendenta y precandidata presidencial Carolina Cosse. Sin embargo, no hay elementos para confirmar la acusación.

El video, que no muestra lo denunciado, sino la colocación de un inflable de Cosse, fue filmado por Del Valle, según confirmó a este medio, y rápidamente se viralizó en redes, con insultos y acusaciones a Cosse, pero también fue difundido por dirigentes nacionalistas como la senadora Graciela Bianchi, aunque esta pidió disculpas si faltaba a la verdad.

Rápidamente, desde el sector Espacio Socialdemócrata Amplio salieron al cruce de las versiones y adujeron que era una denuncia falsa, que los espacios se reparten por orden de llegada y que nadie había reservado lugares para ningún candidato. Además, compartieron una foto en la que se observa la camioneta de Tránsito al lado del sitio de la polémica en el que se había instalado el inflable de Cosse. Una de las denuncias de Del Valle era que Tránsito se había retirado, cuando “todos los años están apostados ahí”.

¿Cómo se reparten los lugares?

Consultados por la diaria Verifica, desde la Intendencia de Montevideo explicaron que, si bien los lugares públicos no están destinados a la colocación de carpas y organizaciones políticas ni existe resolución que ordene dicho evento, Convivencia Departamental hace excepciones en cada año electoral para que todos los partidos y sectores puedan establecerse.

El mecanismo de asignación, entonces, se da por uso y costumbre, y está establecido que quien llega primero ocupa el lugar que quiere. Y el que llega después ocupa el lugar que queda. Y así por orden de llegada. Todos los actores consultados, de los diferentes partidos y agrupaciones, ratificaron el mecanismo. Los propios militantes de los distintos sectores que dialogaron con la diaria también sostuvieron lo mismo.

La denuncia, entonces, corrió por cuenta de Del Valle. Al ser consultado por la diaria Verifica, sostuvo su relato: “Nosotros armamos nuestro gazebo el miércoles, tormenta de por medio -para tener en cuenta-, con el fin de tener un buen lugar, visible, etcétera; el resto de las agrupaciones y partidos hicieron lo mismo, entre jueves y viernes, porque si ibas el sábado no había lugar, lo cual es lógico. Históricamente ese lugar lo ocupa Tránsito de la intendencia; de todas formas, cuando militantes nuestros fueron a colocar unas banderas, se les dijo que ahí no porque estaban ellos (los inspectores de Tránsito), lo cual es lógico, ya que ellos realizan una tarea desde ese lugar muy importante. Al encontrarse la calle cerrada, nuestros compañeros resolvieron colocar las banderas cruzando la calle, el sábado a las 14.00; a las 15.00 llegan estos muchachos, los inspectores se corren del lugar donde estaban, y arman el inflable”.

Ante la consulta, desde la intendencia negaron rotundamente la denuncia y explicaron nuevamente el mecanismo: “Para las criollas se autorizan especialmente lugares para evitar daños a la vegetación circundante y, sobre todo, molestias a los vecinos. Tránsito está toda la semana apostado en las criollas”.

Los responsables de brindar este espacio excepcionalmente y promover la convivencia son, precisamente, los funcionarios de Convivencia Departamental. Ante las denuncias de Del Valle contra agentes de Tránsito o de una supuesta reserva de espacio, este medio contactó al director de Movilidad y responsable del área, Pablo Inthamoussu, quien confirmó que no había ninguna denuncia formal contra agentes ni denuncia de ningún tipo por esta situación.

Al consultarle a Del Valle por esto, y pese a que su tuit aseguraba que no les habían permitido establecerse, dijo que se refería a que no les habían permitido poner banderas a algunos militantes de su espacio. Desde la diaria Verifica se intentó -sin éxito- contactar a los militantes señalados por Del Valle para que dieran su versión de los hechos.