La iniciativa de la bancada de diputados del Frente Amplio (FA) de extender a nivel departamental el proyecto de ley de debates obligatorio entre candidatos presentado por el diputado Fernando Amado (ex Partido Colorado, PC) ha retrasado la aprobación de un proyecto de ley que a priori no parece generar rechazo de ningún sector político.

El problema radica en cómo elegir a quienes serían los contendientes en un debate a nivel departamental, y la solución propuesta por la bancada oficialista no logró satisfacer al Partido Nacional (PN), que domina la mayoría de los gobiernos departamentales. En concreto, la bancada del FA planteó que sea el propio partido el que defina cuál de sus candidatos sería el elegido para debatir, una fórmula que no termina de caerle en gracia al PN: se trata de un partido que en algunos departamentos es la fuerza mayoritaria holgadamente, y las principales competencias, en algunos casos, se da más entre los propios blancos que con el resto de los partidos. En ese sentido, si la elección del debate recae en el PN podría generar disputas internas, por lo que los blancos buscan definir una fórmula que de antemano defina cómo se seleccionará a los debatientes. “No nos gusta trasladarles a los partidos esa decisión”, resumió el diputado nacionalista Pablo Abdala, quien sostuvo que a raíz de esta objeción, en la comisión se comenzó a buscar una alternativa.

Para el nacionalista, “la mejor solución es que nadie se quede afuera”, y a esos efectos propuso que en las elecciones departamentales pueda existir un debate de todos los candidatos de un partido contra todos los de otro. Otra opción que está arriba de la mesa es que quien debata sea el candidato más votado de la convención departamental de cada partido.

Aun cuando resta definir algunos aspectos, el resto del proyecto no arroja mayores discrepancias y la bancada oficialista aspira a aprobarlo en comisión la semana que viene. Los debates presidenciales serán entre dos candidatos, y se ha afinado el criterio de implementación. Por un lado, los candidatos de los partidos que ya habían comparecido a la última elección nacional se cruzarán entre sí en función del orden que habían salido en 2014 (el candidato del partido más votado contra el del segundo más votado, el del tercero con el cuarto, y así sucesivamente). Por otro, lo harán los candidatos de los partidos que se presentan por primera vez a una elección, y el orden para realizar los cruces se hará en función del resultado de las internas.

Con ese sistema, entre los candidatos de partidos que ya participaron en 2014, debatirían: Daniel Martínez (FA) con Luis Lacalle Pou (Partido Nacional); Ernesto Talvi (Partido Colorado) con Pablo Mieres (Partido Independiente), y Gonzalo Abella (Unidad Popular) con César Vega (Partido Ecologista Radical Intransigente) y Rafael Fernández (Partido de los Trabajadores), ya que el criterio acordado es que si el número total es impar, los tres últimos debatirán entre sí. Entre los partidos nuevos los cruces serían: Guido Manini Ríos (Cabildo Abierto) con Edgardo Novick (Partido de la Gente), y Gustavo Salle (Partido Verde Animalista) con Daniel Goldman (Partido Digital).