En 2009 los países industriales se comprometieron a otorgar un financiamiento conjunto de 100.000 millones de dólares por año a los países más vulnerables para afrontar las consecuencias de la crisis climática. Tenían como plazo el año 2020 para llegar a la cifra total. Sin embargo, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) informó el viernes que en 2019 se brindó 79.600 millones; la cifra aumentó sólo 2% respecto de 2018. Los países deberían haber otorgado 20 millones más el año pasado para cumplir con el objetivo.

Mathias Cormann, secretario general de la OCDE, planteó que los datos de 2020 verificados estarán disponibles a principios del próximo año y sumó que “está claro que el financiamiento climático seguirá estando muy por debajo de su objetivo”. Manifestó que el aumento de 2% en la cifra es “decepcionante”. Además, la mayor parte del financiamiento de 2019 se basó en reducir las emisiones de los países más vulnerables y sólo una cuarta parte de las contribuciones fue para la adaptación climática. Las contribuciones se presentaron por vía de préstamos, donaciones e inversiones privadas que organismos públicos facilitaron.

A casi un mes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP26), el secretario general de la ONU, António Guterres, expresó el lunes que “existe un alto riesgo de que fracase” si no se cambia de rumbo. Pidió a los mandatarios “que hagan lo posible” para que la COP26 sea “un éxito” y “marque un punto de inflexión”.

“Entiendo el principio de las responsabilidades comunes pero diferenciadas. Los países desarrollados deben tomar la iniciativa, pero también es esencial que varias economías emergentes den un paso más y contribuyan efectivamente a la reducción de emisiones”, señaló Guterres. Indicó que se necesita “el liderazgo” de los países que integran el G20 porque representan más de 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Entre los principales representantes del Grupo de los 20 se encuentran Estados Unidos y China.

Más llamados de atención

El sábado, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México publicó una declaración especial aprobada por los mandatarios que concurrieron a la VI Cumbre de Jefes de Estado de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que se realizó en el país. Se la denominó “Declaración especial por las generaciones futuras y la lucha global contra el cambio climático y el desarrollo sostenible”.

“Subrayamos, en este contexto, la importancia de fortalecer la financiación climática de parte de los países desarrollados de manera adicional y suficiente para apoyar los esfuerzos de mitigación, adaptación y daños y pérdidas en los países en desarrollo, ante la evidencia de la alta vulnerabilidad para los países de la región a los efectos adversos del cambio climático y teniendo en cuenta sus necesidades y prioridades específicas y circunstancias nacionales, de conformidad al Acuerdo de París”, afirma la declaración.

Se destacó el rol de la niñez y de las personas jóvenes por “su valiosa e innovadora incidencia en la acción climática” desde una mirada local. “Para potenciar la efectividad de sus iniciativas se les debe asegurar condiciones y opciones de financiamiento climático”, remarcó.

Los países integrantes de la Celac exigieron que la COP26 tenga “los mecanismos necesarios” para garantizar el derecho a la participación inclusiva, el derecho al acceso a la información en un marco en que “se garantice transparencia de las negociaciones” y procurando minimizar las brechas tecnológicas.

Principales anuncios en la Asamblea General de la ONU

El martes se llevó a cabo la 76ª Asamblea de la Organización de las Naciones Unidas y la crisis climática fue el tema principal en las ponencias de diferentes mandatarios.

“En abril anuncié que Estados Unidos duplicaría su financiación pública internacional para ayudar a los países en desarrollo a hacer frente a la crisis climática, y hoy me enorgullece anunciar que trabajaremos con el Congreso para duplicar de nuevo esa cifra, incluso para los esfuerzos de adaptación”, dijo el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. En abril prometió aumentar su contribución a 5.700 millones de dólares al año y el nuevo compromiso sería de 11.400 millones al año, según consignó CNN en base a declaraciones de un alto funcionario de la administración.

Otro ejemplo es el presidente de China, Xi Jinping. Anunció que el país dejará de participar en la construcción de plantas de carbón en el extranjero. “China intensificará el apoyo a otros países en desarrollo de energía verde y baja de carbono, y no construirá nuevos proyectos de energía a carbón en el extranjero”, resaltó. El país, uno de los principales emisores de gases de efecto invernadero, apuntó que el objetivo es alcanzar “un pico de emisiones” de CO2 antes de 2030 y “lograr la neutralidad de carbono” antes de 2060. Según informaron medios internacionales, en su disertación no hizo mención a qué pasará con las centrales dentro del país, ni quedó claro qué sucederá con los proyectos ya iniciados.

El presidente ultraderechista de Brasil, Jair Bolsonaro, durante 13 minutos mintió abiertamente sobre los recursos que su gobierno destinó a la protección del medioambiente. Dijo que “se duplicaron los recursos para la fiscalización en los órganos de las agencias ambientales”, pero en abril el gobierno aprobó un recorte de 24% en el presupuesto ambiental para 2021 en comparación con el año pasado.

Bolsonaro también mintió al señalar una reducción de 32% de la deforestación en la Amazonia en agosto, comparado con los datos de 2020. Sin embargo, el Instituto Nacional Investigaciones Espaciales (INPE) de Brasil detectó que este año se deforestaron 1.062 km2, la peor cifra desde que comenzaron sus mediciones, seis años atrás.

Recep Tayyip Erdoğan, el presidente de Turquía, planteó la “intención” de presentar el Acuerdo de París -que busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero- en el Parlamento de su país para ratificarlo antes de la COP26. Turquía firmó el acuerdo en abril de 2016, pero no terminaron de comprometerse “debido a las injusticias relacionadas con la repartición de las obligaciones”, según su representante.