El jueves 12 de enero, en una teleconferencia realizada por autoridades de la NASA (Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, por sus siglas en inglés) y de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), se presentaron los informes anuales de las temperaturas globales de 2022, y los fenómenos climáticos ocurridos.
Los estudios de la NASA revelaron que la temperatura promedio de 2022 igualó a la de 2015 como la quinta más cálida registrada. Asimismo, expresaron que dicha temperatura se ubicó 0,89° centígrados por encima del promedio para el período de referencia de la NASA (1951-1980). Por su parte, NOAA destacó que su registro de 2022 indica que es el sexto año más cálido, y que los últimos nueve años (2014-2022) son los más calientes desde 1880.
Además, según los informes presentados, durante 2022 la Tierra estuvo 1,1° centígrados más caliente que el promedio de los años finales del siglo XIX. Por su parte, el calentamiento global manifestó nuevos récords en las temperaturas de los océanos. Este fenómeno es capaz de generar un aumento de tormentas intensas y huracanes tan fuertes y destructivos como el huracán Ian en Estados Unidos, registrado en setiembre del año pasado. En la superficie, 2022 trajo consigo sequías y una larga ola de incendios. No tenemos que irnos tan lejos para reconocer este panorama. Actualmente Uruguay padece una situación de déficit hídrico que afecta la producción y a principios de 2022 se registraron incendios forestales de enorme magnitud. Argentina, por su parte, el verano pasado sufrió una ola de incendios histórica en varias de sus provincias.
En el encuentro participaron el administrador de la NASA, Bill Nelson, el director del Instituto Goddard de Investigaciones Espaciales (GISS, por sus siglas en inglés), Gavin Schmidt, la científica en jefe de la NOAA, Sarah Kapnick, y el científico supervisor de los Centros Nacionales de Información Ambiental de NOAA, Russell Vose. Los participantes coincidieron en la idea de que las actividades humanas siguen emitiendo grandes cantidades de gases de efecto invernadero a la atmósfera, y que la quema de combustibles fósiles impulsa el aumento de las temperaturas. En 2020, debido a la pandemia por covid-19, las emisiones cayeron producto de la reducción en la movilidad de las personas. Sin embargo, los números volvieron al alza y los científicos de la NASA, al igual que investigadores de otros países, comprobaron que las emisiones de dióxido de carbono durante 2022 fueron las más altas registradas.
En los últimos 20 años los satélites de la NASA mostraron cambios inesperados y veloces en las grandes capas de hielo del planeta. Según GISS, la región del Ártico sufre un calentamiento más fuerte que otras zonas de la Tierra. En la conferencia se mostró que la extensión del hielo marino tuvo cambios entre marzo y setiembre de 2022. En marzo la superficie disminuyó 10%, mientras que en setiembre el porcentaje de superficie del hielo cayó 40%.
En su intervención, Sarah Kapnick dijo que las tendencias climáticas produjeron eventos climáticos costosos desde el aspecto económico. Según contó, estos acontecimientos son cada vez más “extremos, frecuentes y consecuentes’’. Y agregó: “Estados Unidos tuvo su tercer año más costoso en desastres relacionados con el clima, superando los 165.000 millones de dólares en daños’’. A su vez, afirmó que las compañías aseguradoras estimaron que los desastres naturales y los provocados por el ser humano desde enero a diciembre de 2022 causaron 268.000 millones de dólares en pérdidas económicas a nivel mundial.
Panorama incierto
Respecto al balance realizado para 2022, Bill Nelson declaró que la tendencia al calentamiento es preocupante, y según añadió, el clima cálido deja huellas, siendo prueba de esto los incendios forestales, el aumento en el nivel del mar, las sequías y los huracanes. El año anterior la NASA envió un instrumento a la Estación Espacial Internacional que permite medir las fuentes de polvo mineral en la superficie de la Tierra. De esta forma, la agencia pudo rastrear la presencia de grandes emisores de metano a la atmósfera. Según la agencia, el metano es un gas de efecto invernadero “80 veces más eficaz, tonelada por tonelada, para atrapar el calor en la atmósfera” que el dióxido de carbono.
Hay factores naturales que pueden incidir en las temperaturas globales cada año. Por ejemplo, el fenómeno climático La Niña, contracara de El Niño, ambos producidos por lo que se conoce como ENOS (El Niño Oscilación del Sur) tiene su influencia en las temperaturas y los regímenes de lluvia en vastas zonas del planeta. En 2022 ENOS volvió a manifestarse como una Niña fría en el océano Pacífico tropical, por tercer año consecutivo, y se estimó que eso redujo cerca de 0,06° C el aumento global de la temperatura. Es que el aumento de la temperatura no es igual en todas partes, por eso se habla de un promedio. Por ejemplo, en Sudamérica según el reporte de la NOAA, 2022 no fue el sexto año más cálido desde que se llevan registros sino el decimosegundo.
“El análisis de la temperatura global de la NASA se extrae de los datos recopilados por estaciones meteorológicas y estaciones de investigación antárticas, así como de instrumentos montados de barcos y boyas oceánicas’’, comunicó la agencia espacial.