Este miércoles se cumple un año del decreto que emitió el Poder Ejecutivo e implicó una serie de modificaciones a la normativa de caza. En su momento generó un gran debate público ya que permitió la caza deportiva en todo el país -con excepción de Montevideo- y la caza deportiva nocturna de especies exóticas habilitadas por la ley.

También estableció que los permisos de caza fueran independientes del tipo de arma y dejó de ser una exigencia la justificación de la autorización del propietario u ocupante del predio donde se lleva a cabo la actividad. A su vez, el decreto redujo de tres a un kilómetro el radio de distancia a centros poblados o escuelas rurales cuando se caza con escopeta de perdigones. Sin embargo, estos son sólo algunos de los cambios incorporados a la normativa, que diferentes actores definieron como “pro-caza”.

Una de las organizaciones de la sociedad civil que mostró su enfático rechazo a la medida fue Conservación de Especies Nativas del Uruguay (Coendú). En este contexto, después de haber analizado a detalle la normativa y entablar contacto con autoridades, emitió este martes un comunicado, al que accedió la diaria, en el que aporta nueva información sobre el tema. Allí señalaron que el decreto “no pasó por el Ministerio de Ambiente” y que esto se “notaba en errores de fondo y forma”. Enseguida, reconocen la existencia de “voces que afirmaban que, con la redacción dada, no se podía cazar jabalí de noche, ya que dicha especie en Uruguay no es de caza deportiva, sino de libre caza”.

El decreto del Poder Ejecutivo promulgado el año pasado específicamente autorizó la “caza deportiva nocturna de especies exóticas invasoras cuya caza está permitida”. Cada una de estas palabras es de suma importancia. Recordemos que en Uruguay el decreto 164/996 definió una clasificación para distintos tipos de caza, dentro de los que se encuentran, por ejemplo, la caza deportiva y la libre caza. La caza deportiva de la que habla el decreto está regulada por normas generales y decretos anuales en los que se establecen las especies que están autorizadas para matar.

En la discusión pública fueron dos las especies exóticas invasoras que más mencionaron como posibles afectadas tanto las autoridades, organizaciones de la sociedad civil y cazadores. Ellas son el ciervo Axis (Axis axis) y el jabalí (Sus scrofa). A tal punto se dio esta situación que, según contó Mauricio Álvarez, integrante de Coendú, que el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, les dijo en una reunión posterior a la aprobación al decreto que “buscaban quitar ciertos controles excesivos de parte del ministerio. Él nos habló del jabalí. Incluso nos dijo que él cazaba jabalí con sus perros y lo que se buscaba con el decreto era regularizar la caza nocturna, que en la vía de los hechos se daba”. El problema es que el jabalí fue clasificado por el Ministerio de Ambiente como una especie de caza libre, no como caza deportiva, por lo que “uno de los errores” fue que el decreto no lo incluyó.

“Nosotros queríamos saber si el Ministerio de Ambiente tenía la interpretación que las voces juristas nos hacían llegar. Lamentablemente, preguntamos y se nos dijo que la respuesta se iba a dar vía acceso a la información pública”, dijo Álvarez. Y así lo hicieron. En la respuesta de la cartera, que compartió el integrante de Coendú con la diaria, la Dirección Nacional de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos expresa que “la única especie que está habilitada por dicho decreto es el ciervo axis (Axis axis) ya que el decreto habla de especies de caza deportiva que no incluye especies de libre caza”. De esta forma, las dudas fueron evacuadas.

En el comunicado, Coendú reafirmó que en Uruguay “está prohibida la caza nocturna de jabalí, liebre y cualquier otro animal a excepción del ciervo axis”. Señalaron que para poder cazar a esta especie de ciervo es necesario contar con un permiso del Ministerio de Ambiente. También pidieron a “la población rural denunciar cada vez que vean cazadores en la noche” y recordaron a la Policía “su obligación de control, incurriendo en falta grave si no actúa”.