Los trihalometanos son compuestos volátiles que se forman durante la desinfección del agua con cloro y no suelen encontrarse en aguas naturales sin procesar. Existen 27 especies y, entre las más conocidas, están el cloroformo y el bromoformo. La norma UNIT 833:2008 en su versión de julio de 2010, que determina los parámetros que debe cumplir el agua para considerarla potable, establece que el valor máximo permitido del índice de trihalometanos es 1 mg/l. En junio, la ministra de Salud Pública, Karina Rando, manifestó que OSE solicitó a la cartera aumentar de forma temporal los valores máximos permitidos del compuesto en el agua suministrada a la población. Sin embargo, desde que Presidencia de la República comenzó a compartir los resultados promedio del agua distribuida a la zona metropolitana, únicamente se brindaron datos sobre los niveles de cloruros y sodio. Es decir, se omitió otorgar información sobre los niveles de trihalometanos.

¿Por qué debería importarnos este valor? Tan sólo unos meses atrás, Danilo Ríos, docente del curso Potabilización de Aguas de la Facultad de Ingeniería de la Universidad y exgerente de OSE, comentó a la diaria que existe evidencia de que son “nocivos” para la salud cuando se detectan en grandes cantidades y, por esta razón, se clasifican como “contaminantes de efecto crónico”. “Esto significa que la ingesta continua de agua con concentraciones elevadas de trihalometanos durante períodos prolongados -mínimo de 15 a 20 años- o la exposición a través de otros métodos, como la inhalación de vapores de agua y la absorción dérmica, aumenta la probabilidad de contraer algunos tipos de cáncer”, informó, aunque enseguida matizó que las ingestas deben ser continuas y prolongadas para generar efectos negativos.

En este contexto, el Laboratorio Ambiental Ecotech comenzó a realizar análisis semanalmente -específicamente los lunes- del agua que sale por sus cañerías, que es suministrada por la empresa estatal. El objetivo es brindar información actualizada a la comunidad de forma gratuita en su página web sobre diferentes aspectos, entre ellos, los niveles de trihalometanos. Si bien la muestra puede que no sea representativa, detectaron que, todos los lunes desde el 3 de junio, los niveles del compuesto sobrepasaron los niveles máximos permitidos por la normativa. Sin ir más lejos, el 14 de agosto el índice alcanzó 1,7 mg/l. Incluso, el 10 de julio, la cifra encontrada triplicó el valor máximo permitido, llegando a 3 mg/l. Pese a que los niveles de cloruros y sodio parecen estar volviendo a la normalidad, aún debemos estar alertas sobre este parámetro.