El 21 de noviembre, el Ministerio de Ambiente otorgó la viabilidad ambiental de localización a la planta de combustibles sintéticos que busca llevar adelante la compañía HIF Global en Paysandú. La resolución, que fue difundida por El Observador, a la que también accedió la diaria, recuerda que la iniciativa fue clasificada como C, que abarca aquellos “proyectos de actividades, construcciones u obras, cuya ejecución pueda producir impactos ambientales negativos significativos, se encuentren o no previstas medidas de prevención y mitigación”.

En este contexto, la autoridad ambiental menciona que la empresa próximamente deberá presentar la solicitud de autorización ambiental previa y un estudio de impacto ambiental, donde “deberá analizar en forma completa la relación entre el proyecto y el medio ambiente”. “Los estudios a presentar comprenderán, entre otros, los efectos sobre la calidad y disponibilidad del agua, la afectación a los ecosistemas terrestres y acuáticos, los impactos sobre la calidad de aire y la afectación sobre el nivel de presión sonora, la gestión de los residuos sólidos, el análisis de riesgo y las medidas de prevención y de respuesta ante contingencias, la modificación del paisaje diurno y nocturno, la afectación a los usos actuales del suelo y del agua (recreacional, pesca, navegación), la evaluación del efecto sobre las diferentes dimensiones del ámbito social”, dice el documento del Ministerio de Ambiente.

A su vez, indica que, “dado el porte, naturaleza y características del proyecto”, además de la Dirección Nacional de Calidad y Evaluación Ambiental, deberán incorporarse a la actuación otras reparticiones del gobierno para “alcanzar una visión integradora que permita el adecuado análisis de sus impactos tanto a nivel ambiental como social y cultural”. Afirma que será considerado como un “emprendimiento de alta complejidad” y deja constancia que durante su evaluación pueden “surgir elementos” que pueden resultar “limitantes” para brindar la autorización.

El primer visto bueno de la cartera en el proceso de tramitación de la planta -aunque no el único que necesita la empresa para llevarla adelante, aún debe obtener la autorización ambiental previa- tiene lugar semanas después de que HIF Global fue multada por deforestar monte nativo e iniciar actividades vinculadas a su planta sin contar con autorización.

En paralelo, hay movilizaciones contrarias al megaproyecto en Argentina, y en Uruguay existen dos iniciativas populares que buscan convocar a un referéndum departamental para evitar su instalación frente al área protegida Islas del Queguay.