De acuerdo con datos de estudios económicos aportados a la diaria por el director de Sanidad Animal del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), los estragos causados en el ganado por la miasis producida por la mosca Cochliomyia hominivorax (más conocida como mosca de la bichera) causan pérdidas de 38,4 millones de dólares anuales, únicamente en gastos de cura de la bichera, mortandad de animales y horas hombre dedicadas a curar las heridas en los animales. “A eso hay que sumarle las pérdidas en carne, cueros, leche y lana, y el hecho de que se trata de una zoonosis que también ataca al ser humano”, dijo Pérez Rama.

Para buscar soluciones al problema, la Dirección General de Servicios Ganaderos (DGSG), en colaboración con autoridades brasileñas, el INAC, la Fuerza Aérea -que se encargó de dispersar las moscas-, la Intendencia Municipal de Artigas, el Regimiento Nº 10 de Caballería, productores rurales y las facultades de Veterinaria y de Ciencias desarrollaron una prueba piloto en el norte del país que forma parte del “Programa demostrativo de control y establecimiento de las bases para un futuro programa de erradicación de gusano barrenador del ganado en países del Mercosur”.

Según Pérez Rama, la tarea fue compleja y constó de varias etapas: “Las moscas llegaron en estado inmaduro [de pupa] y fueron colocadas en una cámara térmica a 9 grados, después se pasaron a pequeñas cajas de cartón que portaban 1.800 pupas cada una más celulosa, agua y azúcar para que se alimentaran, se llevaron a una cámara térmica a 23 grados para que se transformaran en adultos. De ahí se subieron a un avión desde donde se soltaron las cajas, que se abren al contacto con el aire para liberar las moscas esterilizadas”, explicó.

¿Cómo y por qué se esterilizan 232 millones de moscas? El procedimiento de esterilización no se realizó en Uruguay, ya que, según explicó el director de Sanidad Animal, en el mundo existen dos grandes fábricas de moscas (una en México, en el estado de Chiapas, y otra en Estados Unidos) y se requiere de una planta altamente costosa. Para tener una idea, la planta de México produce 500 millones de moscas por semana. Cuando están en estado de pupa son irradiadas con rayos X. Esto produce una alteración genética en el aparato reproductor de las pupas que son liberadas cuando son adultas. “Estas moscas, cuando son liberadas, se aparean con las moscas autóctonas y entonces, tanto la hembra como el macho estéril se aparean con machos y hembras fértiles para producir huevos que no eclosionan larvas”, explicó Pérez Rama. Es decir, de esos huevos no salen los gusanos que se alimentan de la carne en las heridas de los animales, y llega un momento en que van quedando más moscas estériles que fértiles.

La mosca hembra (Cochlyomia hominivorax) copula una sola vez en su vida, mientras que el macho lo hace entre cuatro y seis veces, lo que hace que esta técnica sea bastante efectiva.

Órale, mosquita

No se trató de una prueba para erradicación de la bichera sino para saber si la técnica del insecto estéril (con la que se había erradicado la bichera en México, Estados Unidos y toda América Central) es aplicable en la región, algo que nunca antes se había experimentado en Sudamérica. Pérez Rama explicó que la zona piloto se ubicó en la frontera de Artigas y Quaraí, que tenía como centro a las dos ciudades, en una zona de 100 kilómetros de largo por 30 de ancho en cada país (60 en total). “Primero se instalaron cinco puestos centinela del lado de Brasil y cinco del lado uruguayo, con borregos con una pequeña herida en la que las moscas depositaban los huevos. Los animales se iban curando y cambiando. Además, se colocaron diez trampas para moscas adultas en cada país. Estos establecimientos se recorrían dos veces por día para colectar las moscas capturadas y las masas de huevos. Ese procedimiento se realizó durante dos semanas”, explicó.

Luego, durante trece semanas se dispersaron en avión las moscas esterilizadas traídas de México. “Finalizadas las trece semanas de dispersión, durante otras dos semanas se realizó el mismo procedimiento que en las dos primeras. El resultado fue alcanzar 25% de esterilidad en toda la zona estudiada, lo que demostró que la técnica del insecto estéril es aplicable en la región. Además, la calidad de la mosca que tuvimos fue excelente”, agregó.

En total, la prueba costó dos millones de dólares, pero los costos de una prueba piloto no son extrapolables, para eso hay que hacer un estudio costo-beneficio.

En relación con el posible impacto ambiental que puede generar la dispersión de 232 millones de moscas estériles, Pérez Rama dijo que el único efecto descripto en Estados Unidos era un aumento en la población de ciervos salvajes que morían menos por causa de la bichera.

“Esto ya terminó. Los resultados fueron excelentes, con 25% de esterilidad ganada [a la esterilidad que hay en la población silvestre], de modo que es un arma utilizable en el futuro. Lo que se va a hacer ahora es un llamado a empresas del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para que hagan estudios de prefactibiliad técnica y económica para determinar las relaciones de costo-beneficio e impacto ambiental. Los estudios estarán sobre fin de año o en los primeros meses de 2010. Puede surgir la financiación para hacer un programa de erradicación”, concluyó.