Daniel Espósito, director de la División Espacios Públicos y Edificaciones de la Intendencia Municipal de Montevideo (IMM) dijo a la diaria que el proyecto se realizó en conjunto con los vecinos que participan en el Centro Comunal Zonal 2, la Junta Local, familias y amigos cercanos a Seregni, y un equipo técnico de la División Espacios Públicos de la IMM, que trabajó en el diseño del espacio y la dirección de obra.

Espósito recordó que en 2005 empezaron a estudiar la situación de Cordón Norte y vieron que había una población de edad, una trama urbana construida entre 1900 y 1935, viviendas muy viejas, una zona de espaldas a 18 de Julio con pocos atractivos urbanos. “Relevamos las realidades que marcaban los censos y vimos la necesidad de utilizar una estrategia similar a la de la Ciudad Vieja en cuanto a darle valor agregado y recalificarla desde el punto de vista urbanístico. Entonces vimos la posibilidad de construir un parque que dinamizara la zona”. El proyecto insumió dos millones y medio de dólares que fueron obtenidos por el remate de terrenos en el barrio Carrasco. En 1998 hubo una iniciativa de inversores brasileños de construir edificios en la zona pero no prosperó.

El predio que supo alojar la vieja Estación Central de Tranvías tenía una estructura de galpones que estaban abandonados. Ahora se puede ver desde 18 de Julio el predio abierto de una plaza parque de diseño múltiple que, según Espósito, tiene espacios diversos para promover la integración social. “Hay un espacio para la tercera edad, para la contemplación, la recreación, la práctica del deporte, para actividades oficiales. Se trató de conjugar distintos elementos para que el parque sea apropiado por la comunidad en general y por diversos sectores sociales en particular”, dijo. A saber, el parque cuenta con un lugar de esparcimiento para niños con rincón infantil, una cancha de básquetbol y de fútbol 5, una pista de skate, patín y bikers al estilo de la que está en el Buceo, con un muro -que no todos los vecinos ven con buenos ojos- que hará las delicias de grafiteros y stencileros.

Además del polideportivo hay una parte de parque propiamente dicho, y otra más institucional, de conmemoración oficial, sobre la parte superior de la plaza a la altura de Eduardo Víctor Haedo, donde se extiende una gran explanada y está emplazado un anfiteatro que podrá ser utilizado para actividades sociales y eventos culturales. Todo el parque está acondicionado con implementos urbanos modernos y, según Espósito, fue diseñado de acuerdo a las inquietudes de los vecinos y las necesidades del vecindario. “Fue un proyecto colectivo”, insiste.

Sin embargo, no todos los vecinos están contentos con la plaza. Uno de ellos, consultado por la diaria se quejó a viva voz de que el proyecto no incluía baños y de que el piso de la cancha de básquetbol no era el adecuado, con nostalgia por la antigua estación de tranvías y los galpones que luego albergaron a los trolebuses. Lo cierto es que en esta primera etapa se inaugura un parque que contiene dos baños químicos, pero en una segunda etapa los baños estarán próximos a la oficina de los guardaparques y de la biblioteca, que también forman parte del proyecto. En cuanto al piso de la cancha, Espósito explicó que es inviable hacer un piso de parquet a la intemperie.

El parque podrá ser apreciado en todo su esplendor recién dentro de cinco años, cuando crezcan los 364 árboles que se plantaron en su superficie. “Trajimos especies desarrolladas en nuestros viveros municipales, y otras que buscamos en territorio nacional: hay pinos que vinieron de viveros de Carmelo y de Colonia, la comuna de Salto nos donó los lapachos rosados, que van a estar en la senda principal de la plaza. Plantamos teniendo en cuenta la configuración de colores en las distintas estaciones, lo que le va a dar una tonalidad importante al parque en la medida que los árboles se vayan desarrollando”, dijo Espósito. Santa Rita, laurel, liquidámbar, lapacho amarillo, gingko biloba y eucaliptus son sólo algunas de las especies que aportan importantes cuotas de verde a los distintos sectores del parque.

También se plantó de manera simbólica un ombú y se instaló una placa con un fragmento de una carta que Seregni le envió a su esposa, Lilí Lerena, cuando estaba en prisión. Espósito explicó a la diaria que en la frase elegida, Seregni hace una comparación entre su persona y sus peripecias vitales de contemplación de la vida política del país y la vida de un viejo ombú, que a pesar del pasaje del tiempo, de los truenos y de las tormentas, sigue ahí, viviendo. “Pensamos que es un mensaje esperanzador y de confianza en el futuro, fue puesto allí como emblema del pensamiento de Seregni. Creo que ese pasaje de la carta simboliza lo que significó Seregni para la vida política del país”.

Próximamente se va a llamar a concurso a artistas plásticos nacionales para hacer un monumento a Liber Seregni, una figura que trasciende los límites del Frente Amplio. El parque tendrá vigilancia las 24 horas del día, ya que tiene muchos implementos de valor que merecen ser custodiados.