A veces, sólo cruzar de un lado a otro de una avenida puede marcar una diferencia sustancial en la visión que se tiene del rumbo del país, que luego se refleja en la intención de voto de la población. Avenida Italia es uno de los ejemplos más claros de estas fronteras que marcan las diferencias sociales a partir de la localización geográfica. Mientras que en Malvín 47% de la población votó al Frente Amplio (nueve puntos menos que el 56% obtenido por el FA en Montevideo), en Malvín Norte el apoyo alcanzó el 64%, por encima de la media montevideana.

Los barrios que votaron más desfavorablemente al FA son los de la franja costera (exceptuando al Buceo, que superó la media montevideana) y el Centro. En Parque Batlle, Pocitos y Villa Dolores el apoyo a la coalición de izquierda no superó el 40%, en el Centro llegó a 49% y en Punta Gorda y Carrasco la adhesión se ubicó en 35%. En los barrios de La Aguada, La Comercial, La Blanqueada y Ciudad Vieja el porcentaje también fue menor que el total, aunque superior al de los barrios ya mencionados: 48% para los tres primeros y 53% para la parte antigua de la ciudad.

En cambio, en todas las otras zonas de Montevideo el apoyo al FA tuvo su piso en 59%, registrado en las zonas de Bola de Nieve, Bella Italia y Paso Carrasco. En Colón, Lezica y Nuevo París ascendió a 60%, el mismo porcentaje que en Manga y Casavalle y que en Prado y Cerrito, mientras que en la zona rural al oeste de Montevideo el oficialismo llegó a 61%. El Cerro y La Teja confirmaron ampliamente los indicios que a priori colocaban al FA con la supremacía en esas barriadas: el 72% de sus votantes se inclinó por la coalición de izquierda.

Confirmado

La Corte Electoral terminó ayer el escrutinio final de la elección del domingo pasado, y confirmó que el Frente Amplio (FA) tendrá mayoría parlamentaria en ambas cámaras en la próxima legislatura. Con los votos observados escrutados, el FA obtuvo 47,95% de los votos (1.105.245); el Partido Nacional (PN), 29,06% (669.942); el Partido Colorado (PC), 17,02% (392.307); el Partido Independiente (PI), 2,48% (57.360), y Asamblea Popular, 0,66% (15.427 votos). Los votos en blanco o anulados fueron 64.405, el 2,79% del total, y el Sí a los plebiscitos recogió 47,98% de los votos en el caso de la anulación de la Ley de Caducidad y 37,42% en el caso del voto epistolar. Con estos datos, el FA logró su banca número 50 en la Cámara de Representantes, que será asumida por el diputado por el Nuevo Espacio Horacio Yanes, de Canelones. El PN tendrá 30 diputados, el PC 17 y el PI 2. En el Senado el FA también será mayoría, al contar con 16 de los 30 escaños, mientras que el PN tendrá 9 y el PC 5. Esta semana, la Corte Electoral comenzará lo que se conoce como “tercer escrutinio”, es decir, la asignación de las bancas que no se obtienen por cociente entero (los votos necesarios para obtenerla) sino por cociente decreciente (el partido que tiene más votos como para alcanzarla). Por este sistema, las autoridades ya manejan que el lugar 98 de la cámara baja “viajará” de Colonia a Soriano y le corresponderá al primer candidato de la lista 140 del PC, José Amy. De la misma forma, la banca 99 cambiará Salto por Canelones y le corresponderá a Daniel Radío, primer candidato a diputado por la lista 909 del PI.

Providencial

Estos datos y los relativos a cómo votó el FA en el resto del país están sirviendo de insumo a la hora de encarar la campaña para el balotaje, que tuvo su arranque formal el viernes en el Salón Azul de la IMM -donde José Mujica y Danilo Astori dialogaron con las bases, a cuyos representantes se les pidió que salieran a convencer a los indecisos-, y que continuó el sábado con un encuentro en Las Piedras, junto con dirigentes y militantes canarios. Allí, Mujica afirmó que no hay lugar para el “progresismo” en los partidos tradicionales y desestimó el argumento nacionalista de que el triunfo de Luis Alberto Lacalle garantizaría el “equilibrio” entre Poder Ejecutivo y Poder Legislativo.

“Con una capacidad camaleónica, en una semana surgió la teoría del equilibrio. No se sabe mucho equilibrio de qué. Pero, al parecer, un país está equilibrado si tiene un Parlamento en contra del Poder Ejecutivo”, manifestó, según recogió el diario La República. Respondiendo a declaraciones de su contendiente, que cuestionó en forma indirecta el compromiso democrático del representante oficialista, Mujica sostuvo que el Frente Amplio “aceptará el resultado electoral” y pidió “que no se vengan a dar lecciones de democracia por parte de quienes están llenos de golpistas disfrazados que ocuparon cargos en la dictadura”.

Además, sugirió que blancos y colorados se junten y formen un solo partido. “No sé cuándo se van a decidir a hacer un partido conjunto; no sé hasta cuándo vamos a seguir con este embrollo de mantener dos sellos. Que se junten sin vergüenza porque hace años que están juntos. Y creo que emprolijaríamos la cosa y la llamaríamos por su nombre. […] ¿Qué espacio queda en la coalición conservadora para gente de actitud más o menos progresista? Ese espacio está cada vez más cerrado”, opinó. El candidato de la coalición de izquierda volvió a burlarse de la afirmación de Lacalle de que “la providencia” lo puso en el lugar donde está. “De lo sublime a lo ridículo hay un paso muy corto. Si hubiéramos sabido que tendríamos que disputar con un candidato que tiene el apoyo del espíritu santo, no nos hubiésemos metido en este baile. Porque yo no estoy para disputar con Dios. Ese viaje no lo puedo agarrar. Pero creo que Dios no se ocupa de estos menesteres”, comentó.

Reiteró que el FA garantiza la estabilidad, a diferencia de Lacalle, y recordó aspectos de la gestión del candidato nacionalista. “Hace décadas que el país no tenía un gobierno tan estable como este del Frente y de Tabaré. No tuvo huelga policial, no tuvo que bancarse la prepotencia de un puñado de coroneles ni la vergüenza de un asunto como el de Berríos, ni tuvo fugas de capitales con un Banco Central haciéndose el bobo mientras saqueaban el país. ¿Qué clase de estabilidad nos pueden dar?”, interrogó.

En esta nueva campaña, el FA también apostará a las movilizaciones de grupos y organizaciones militantes no sectorizados, que si bien son coordinados con el comando de campaña, siguen manteniendo independencia. Paradójicamente, una de las primeras actividades organizadas por estos grupos fue ayer en la rambla capitalina (con concentración en Kibón), donde, según la distribución del voto, el oficialismo tuvo menos respaldo. Cuando estos grupos alentaron mediante mensajes de texto a concurrir a la primera marcha por la rambla (en setiembre, cuando “la orgánica” aconsejó no asistir), uno de los argumentos que utilizaron a la hora de justificar el lugar fue precisamente demostrar que ese sitio no era exclusivo de “blancos y colorados”. La jornada de ayer tuvo como disparador celebrar el triunfo electoral de octubre, pero el de hace cinco años, cuando el FA evitó el balotaje y llegó al gobierno por primera vez.