El informe destaca que, pese a encontrarse en “un escenario de contracción de la economía mundial”, Uruguay logró evitar la recesión, retomando el crecimiento en el segundo trimestre y consolidándolo en el tercero, por lo que se estima que cerrará 2009 con un crecimiento del 2% del PIB.

Según se detalla, la sequía que afectó en la primera mitad del año hizo que en el tercer trimestre se registrara un significativo incremento del sector agropecuario, y de electricidad, gas y agua.

En materia comercial, “las exportaciones de bienes y servicios medidas en dólares se vieron afectadas por el menor nivel de precios y por la retracción de la demanda externa en algunos sectores”, acumulando entre enero y noviembre un deterioro de casi 10%. No obstante, se subraya el incremento de 1,1% de las exportaciones de bienes y servicios medidas en volúmenes físicos, por el “impulso de la actividad turística que más que compensó la caída de las exportaciones de bienes”.

Asimismo, se resalta el fuerte incremento del empleo, “lo que confirma que la crisis internacional no afectó de forma significativa al mercado de trabajo, más allá del impacto sobre algunos sectores en particular”. Ante ello, el Iecon estima que 2009 cerrará con un promedio de desempleo de 7,2% y con un incremento del salario medio real del mismo porcentaje. En lo que refiere al resultado fiscal, se proyecta un déficit global de 2,3% del PIB como resultado de la expansión del gasto y las inversiones, así como de la desaceleración de la recaudación por una menor actividad económica.

Feliz año

De cara al año que comienza se aguarda que la recuperación de las economías desarrolladas y de los países de la región contribuya al desempeño local, fundamentalmente por la mejora de la demanda externa tanto de bienes como de servicios. Así, las exportaciones crecerían 15% en dólares por la mayor demanda y los mejores precios, mientras que las importaciones lo harían a un ritmo mayor (20%).

También se proyecta “continuidad de las condiciones favorables en el mercado laboral, el crecimiento de los salarios y los mayores niveles de empleo”. El Iecon estima que, ante la expansión de la economía, la tasa de empleo media de 2010 registrará un incremento de 0,7% respecto de 2009, lo que implicaría la creación de aproximadamente 30.000 puestos de trabajo. La inversión privada retomaría el crecimiento ante la mejora de las expectativas empresariales y las proyecciones de mayor crecimiento, en tanto que la inversión pública crecería moderadamente. En ese marco, se estima que el PIB se expandirá 4,5% en 2010 impulsado por el crecimiento de todos los sectores, destacándose electricidad, gas y agua, así como transporte y comunicaciones, que lo harían por encima del promedio, en tanto que el resto crecería algo menos.

Con relación a la política fiscal, en 2010 se aplicará el presupuesto aprobado para 2009 más los ajustes correspondientes a salarios y pasividades, por lo que el gasto aumentará levemente. Con ello, y de confirmarse un mejor desempeño de las empresas públicas y de la economía, se puede esperar un déficit de 1% del PIB, que se explicaría por un resultado primario positivo de 1,3% y un gasto en intereses de 2,3%.

El escenario

En cuanto a la economía mundial se destacó la recuperación, a partir del segundo trimestre, de algunos países desarrollados a raíz de las políticas expansivas aplicadas para apoyar al sistema financiero e incentivar la demanda, por lo que existen grandes dudas sobre la evolución global una vez que esos estímulos sean retirados. Lo mismo ocurre con los mercados financieros, que, pese a mostrar mejoras en su interior y al “relativo acuerdo [...] en que lo peor de la crisis financiera habría quedado atrás”, se advierte que “están aún muy frágiles” y que “podrían surgir nuevas inestabilidades”.

Para 2010 se espera un “lento” afianzamiento de la recuperación, creciendo a una tasa de 3,1%, fundamentalmente a impulso de las economías emergentes (5,1%), ya que las avanzadas lo harían mucho más despacio (1,3%).

En igual sentido se movieron las economías regionales, que mejoraron su desempeño aunque con altibajos. Argentina fue el país que enfrentó más dificultades con su economía “estancada en los primeros tres trimestres del año, a pesar de que de acuerdo con mediciones alternativas a la oficial habría entrado en recesión en el año”. Las estimaciones argentinas, tanto oficiales como privadas, coinciden en que la crisis afectó al país de forma más importante y prolongada que a otros emergentes a raíz de los problemas internos previos al agravamiento de la crisis, en setiembre de 2008. En 2010 Argentina tendría un crecimiento de 2,8% del PIB por la mejora de los precios de los commodities y la menor aversión al riesgo de los inversores.

Por su parte, Brasil volvió a crecer en el tercer trimestre, consolidando el crecimiento del segundo y recuperándose de las dos caídas consecutivas anteriores. Las perspectivas de recuperación de su economía determinaron que los capitales continuaran ingresando y que las acciones que cotizan en la Bolsa de Valores de San Pablo registraran fuertes aumentos.

Para el año próximo Brasil retomaría con fuerza la senda del crecimiento, alcanzando un 5% de aumento del PIB.