El concurso tiene como principal objetivo promover en los estudiantes la conciencia ortográfica específica de cada asignatura y la necesidad de cuidar la organización de la lengua escrita en general. Si bien va por su décima edición, es la primera vez que Uruguay participa. Carmen Lepre, inspectora de Idioma Español de Educación Secundaria, explicó a la diaria que el certamen es organizado por una ONG colombiana y la convocatoria se realiza a través de los ministerios de Educación. “Uruguay nunca se había presentado porque uno de los requisitos era que participara un bachiller que hubiera ganado un concurso nacional de ortografía y acá no existía algo por el estilo. Este año la competición fue organizada por la Inspección de Español, y se invitó a todos los liceos públicos y privados a que participaran”, dijo.

Lepre contó que en una primera etapa los dictados fueron realizados y corregidos por los profesores en los centros de estudio de todo el país. Todos los estudiantes que tenían hasta dos faltas de ortografía pasaron a la segunda vuelta, en la que se podía tener sólo una falta para seguir participando.

En esa instancia se dictaron tres párrafos de escritores latinoamericanos, uno de Jorge Luis Borges, uno de Alejo Carpentier y otro de Gabriel García Márquez, en los que las dificultades fueron en aumento. Pasaron a la tercera etapa 30 estudiantes que viajaron a Montevideo para realizar la prueba en el liceo IAVA. Quedaron cuatro finalistas y hubo que desempatar. Para el desempate eligieron un fragmento del libro Ismael (1888), del escritor uruguayo Eduardo Acevedo Díaz. Ambrosoni fue la ganadora del Primer Concurso Nacional de Ortografía y viajó a La Habana, donde también alcanzó el primer lugar. Ambrosoni dijo a la diaria que se presentó casi por casualidad y que las pruebas se iban poniendo cada vez más difíciles. “Pasé la primera y la segunda ronda pero hubo gente que tuvo menos faltas que yo, por eso no pensé que fuera a llegar tan lejos. La palabra que más me costó fue ‘heresiarca’: la tuve que adivinar y medio que la deduje”, contó.

La instancia en Cuba le pareció “más grande de lo que imaginaba”, ya que había público y fue con computadoras. Mis amigos me decían que fuera y les ganara a todos. Me apoyaron mucho al igual que mi familia”, agregó.

Como parte de las reglas del juego, el país que gana puede ser sede del encuentro el año próximo, de modo que ahora Uruguay está en tratativas para que en 2010 los dictados del 11er Concurso Hispanoamericano de Ortografía se hagan acá.