Rincón del Pinar, ubicado a lo largo del arroyo Pando, es conocido por varias cosas. Una de ellas es la Fiesta de la Primavera, que se realiza desde hace diez años en la plaza del lugar, construida por los propios vecinos. Otra es la capacidad de organización de sus pobladores y su espíritu comunitario y de colaboración que, entre otras cosas, los llevaron a crear la biblioteca infantil Las Garcitas, instalada en un ómnibus donado por la empresa CUTCSA y de ahora en más iluminada por la acción del viento.

Pero eso no es todo. Los organizados vecinos de la zona se las ingeniaron para frenar la instalación de una arenera en el entorno del arroyo Pando. Más recientemente, los vecinos aunaron esfuerzos para construir el aerogenerador, que fue inaugurado en el marco de la Fiesta de la Primavera y que forma parte de un proyecto que consiste en la construcción de tres aerogeneradores de corriente trifásica y alterna, para brindar una solución que haga frente a la actual crisis energética.

Esta propuesta, que integró el trabajo de herreros, carpinteros, mecánicos, electricistas, ingenieros, artistas plásticos y comunicadores de los alrededores, fue financiada por la organización Emaus, que aportó 2.500 dólares para la construcción de los tres aerogeneradores. Para ello utilizaron el diseño libre del estadounidense Hugh Piggott, considerado el padre de la energía eólica casera.

Tal como explicó Víctor Burgos, integrante del grupo, el componente más costoso de un aerogenerador es un imán importado. El resto se construyó con materiales reciclados. Las aspas son de madera y las bobinas son obra de un artesano. “Cuanto más potente sea el imán y más bobinas tenga, más será la energía que producirá el aerogenerador. El que construimos tiene tres juegos de bobinas”, explicó Burgos.

Además, el molino cuenta con un timón de madera (decorado por una de las artistas del lugar), un eje reciclado de un auto y un caño de hierro de seis metros que sostienen todo el sistema.

El ingeniero Alejandro Arcaus, uno de los impulsores de la propuesta, explicó que uno de los tres molinos del proyecto es utilizado como banco de prueba y el otro está en proceso de construcción, pero aún no está determinado dónde lo instalarán. “Desarrollamos un proceso que nos permite, en menos de una semana, hacer otro nuevamente, pero el primero nos llevó ocho meses trabajando sólo los sábados. Ahora tenemos un modelo reproducible en forma barata. Los tres molinos presentan algunas modificaciones entre ellos, lo que nos permite investigar y elaborar el mejor modelo posible. El tercero seguramente genere el doble de energía que éste que instalamos ahora. La idea es demostrar que esto se puede hacer, que es viable, que no es costoso y que produce mucho más que los molinos comerciales”.

Se calcula que el aerogenerador instalado producirá 1.000 vatios nominales (energía suficiente para encender luces y hacer funcionar una heladera, una computadora y un equipo de audio).

Los integrantes del grupo consideran viable tener un molino residencial que cubra parte del consumo energético del hogar. “Disminuís el consumo energético genérico de toda la población y de esa manera todos estaríamos aportando a disminuir la dependencia del petróleo y del gas”, dijo Arcaus.

A su entender, ser 100% independiente energéticamente de la red de UTE no es una solución viable porque es costoso y además se necesita contar con acumuladores de energía, que son baterías que contaminan. Por ese motivo lo ideal es que cada hogar pueda contar con energía alternativa que esté conectada a la red de UTE. Es precisamente este aspecto el que están estudiando la Dirección Nacional de Energía del Ministerio de Industria y UTE.

Según explicó a la diaria el director de Energía, Ramón Méndez, en pocos meses estará pronto el reglamento que permitirá que cualquier abonado a UTE conecte su aerogenerador u otro sistema alternativo a la red eléctrica, bajo determinadas condiciones. De esta forma, quien decida introducir energía eólica u otra alternativa en su red eléctrica contará con un contador bidireccional que funciona para adelante o para atrás. “Es decir, si el molino produce suficiente energía para el consumo del hogar, te cortan el consumo de la red, y si no produce suficiente te suministran con la energía de UTE. Pero si tu molino produce en exceso, más de lo que consumís, tu contador funciona para atrás y te descuenta el consumo de energía. En varios países europeos funciona así y de esta forma se evita utilizar baterías acumuladoras”, explicó Arcaus.

El grupo de vecinos coincide en que es necesario que quienes quieran instalar este tipo de generadores de energía alternativa cuenten con financiamiento para poder desarrollar estos proyectos, ya que las previstas en la Ley de Eficiencia Energética aún no son suficientes.

Nuclear no

“¿Nuclear? No, gracias”. Varios de los integrantes del grupo que participaron en la Fiesta de la Primavera lucían remeras con esa consigna. Al ser consultados sobre ese punto opinaron que Uruguay está gastando por año alrededor de un millón de dólares para investigar cómo instrumentar una planta nuclear en el país, un dinero que podría ser utilizado para el desarrollo de energías alternativas limpias. “La planta le va a costar carísima al Uruguay, por ese motivo el país se va a endeudar y después no vamos a saber qué hacer con los residuos atómicos porque no hay plata para enterrar los residuos. Uruguay tiene un consumo de energía per cápita muy bajo, no son soluciones que nos sirvan a nosotros. La cantidad de energía que se puede producir en una planta nuclear sobra. Luego desmantelar la planta costará lo mismo que instalarla”, dijo Arcaus.