La fábrica, que cerró a comienzos del mes pasado y quedó en manos de sus trabajadores, dejó de producir el 23 de diciembre sus destacadas piezas de porcelana sanitaria y de mesa, así como los revestimientos para piso y pared, por falta de materia prima. Pese a eso, actualmente se registra un importante movimiento en el entorno de la planta, que se suma a las tareas internas de mantenimiento. Ayer, antes de que comenzara el encuentro de los trabajadores con Eduardo Brenta y Roberto Kreimerman (que serán desde marzo titulares de los ministerios de Trabajo y de Industria, respectivamente), algunos obreros de la porcelana arreglaban las calles y el predio de la fábrica, mientras se preparaba la olla popular para alimentar a unas 250 bocas, que incluyen las de las familias de los trabajadores.

“Estamos trabajando a diario con los compañeros, armando cuadrillas voluntarias de mantenimiento de toda la planta y arreglando la fachada. En cuatro días hicimos lo que en diez años no hizo la empresa. Eso demuestra el espíritu de los trabajadores, las ganas que tenemos todos de trabajar. También tenemos que bajar la ansiedad, poner los pies sobre la tierra y dar pasos seguros”, dijo a la diaria Nelson Cauna, secretario de la Asociación Laboral Independiente de Obreros de la Fábrica Olmos (ALIOFO), minutos antes de reunirse con los futuros jerarcas.

Beneficios

Entre las acciones municipales y estatales que los apoyan, los trabajadores destacan el seguro de paro especial que se les asignó, equivalente a 70% de su salario (normalmente es el 50%) en los dos primeros meses, y que se extiende hasta seis, con un descenso gradual del porcentaje. La Comuna Canaria congeló los tributos municipales que deben pagar los trabajadores hasta marzo, y también colabora el Instituto Nacional de Alimentación (INDA), así como el Ministerio de Desarrollo Social (Mides), que aportó asistentes sociales y psicólogos para que trabajaran con la comunidad, ya que, como dicen, “el impacto ha sido muy fuerte”. De los 750 trabajadores registrados en la fábrica, 90% vive en Empalme Olmos.

En la reunión participaron, además, el intendente de Canelones, Marcos Carámbula; el ministro interino de Trabajo, Nelson Loustaunau; y representantes de la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND) y de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP). Los trabajadores les informaron sobre sus proyectos a corto plazo, que implican reabrir los sectores de vajilla y de sanitarios. “Hay clientes para eso pero no queremos crearnos falsas expectativas. Hay pedidos para entregar y hay clientes argentinos que nos adelantarían dinero para la producción. Vamos a paso seguro y mercado seguro. Para más adelante, la idea es tener toda la fábrica en funcionamiento”, explicó Cauna.

Aparentemente, sólo restaría “afinar números” para calcular la cantidad de trabajadores que involucraría esa reapertura parcial y los costos de materia prima que implicaría. “Necesitamos un capital para el arranque; para el prendido de los hornos se necesitan 400 mil dólares. Nosotros tenemos mercadería pronta para salir que ronda los dos millones de dólares, pero que no puede venderse hasta que se resuelva la parte judicial. El tema todavía está en manos de la resolución del juez, tenemos que esperar que termine la feria judicial y que se concrete el concurso” de acreedores (o concordato), señaló.

El fallo del juez clarificará la situación de la empresa y habilitará a buscar nuevas soluciones de gestión de la fábrica que, de acuerdo con los informes de la CND, es totalmente viable.

Coronados

A la salida de la reunión, Brenta dijo que el objetivo de la visita a la fábrica fue “transmitir nuestro compromiso como ministros designados en relación con la reapertura”.

Música para la olla

El sábado 30 a las 19.00 se realizará, en el predio de la fábrica, un festival a beneficio de los trabajadores y de la olla popular. La entrada será un alimento no perecedero. Actuarán Los Diablos Verdes, Héctor Numa Moraes, Carlos Benavídez y Carlos Alberto Rodríguez, junto con artistas de la zona. La olla popular funciona a pleno todo los días. Para que eso sea posible también reciben colaboración de varios sindicatos y del PIT-CNT como tal. “Al pueblo [Empalme Olmos] no le hemos querido pedir tanto, porque ya tuvo bastante con el impacto económico y social que dejó el cierre de la fábrica, aunque vecinos de la zona que tienen quinta han colaborado con alimentos”, señaló Cauna.

Además, reconoció el esfuerzo de los trabajadores por mantener la empresa. “Entendemos que ésta es una unidad productiva importante para el país, por sus características, por ser exclusiva, por dónde está enclavada y porque efectivamente es un emprendimiento productivo viable. Si bien hay un sinnúmero de dificultades planteadas que condujeron al cierre de esta empresa en diciembre, nuestro compromiso es continuar con esta tarea, y esperamos que sea coronada con la reapertura”, afirmó.

Por su parte, Kreimerman aseguró que hubo varios contactos y consultas de posibles inversores. “Tenemos que tener en cuenta que la empresa tiene varias posibilidades: es una unidad productiva en la que es factible producir artículos de muy buena calidad, pese al deterioro relativo de sus instalaciones durante los últimos años. Cualquier inversión que venga va a tener en cuenta que tiene obreros calificados y que existen mercados, y también que va a tener que invertir en la actualización de la planta y en su puesta en marcha”, dijo.

Consultado sobre la viabilidad de los proyectos presentados por los trabajadores, dijo que “existen prospectos que tendrán que irse condensando o descartando en la medida en que esto avance, porque lo fundamental es cómo se vaya desarrollando toda la parte concursal y legal que está en la justicia. La nueva Ley de Concursos tiene como objetivo acortar los procesos de decisión y permitir el trabajo transitorio en las empresas. La deuda está dentro de la parte de concurso, uno de los puntos clave para cualquier inversión es que encuentre una situación saneada”.

El secretario general del Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (SUNCA), Óscar Andrade, evaluó la reunión como positiva y dijo que, si bien no hubo resultados concretos, sirvió para poner al tanto de la situación a las autoridades. “Nos llevamos que la CND podría dar una mano en el arranque. De todas maneras la producción de la fábrica está prendada, y necesitamos despejar eso para generar recursos propios y hacer funcionar aunque sea algunos sectores de la producción. No podemos perder una fábrica que todos dicen que es viable, que tiene niveles de rentabilidad y que llegó a donde llegó por un manejo financiero desastroso de los dueños. Con que podamos sacar del seguro de paro a unos 200 trabajadores y logremos que alguna chimenea eche humo se daría una buena señal”, concluyó.