La población objeto de estudio estuvo compuesta por HSH mayores de 18 años que reconocieron “haber mantenido relaciones sexuales anales con otros hombres en los últimos seis meses, no habiendo recibido ningún pago por mantener relaciones sexuales en el último mes”, residentes de Montevideo, Pando, La Paz, Las Piedras, Ciudad de la Costa y Ciudad del Plata. Se excluyó de la muestra a travestis y transexuales.

La encuesta se aplicó de manera anónima entre fines de enero y principios de marzo de 2010 en boliches (discotecas y pubs frecuentados por HSH), lugares abiertos (plazas, parques y playas utilizados por los HSH para interacción con pares y “levante”) y cines porno.

El estudio fue financiado por ONUSIDA; la realización estuvo a cargo de la Asociación Interdisciplinaria Aire.uy, en coordinación con técnicos del Instituto de Estadística de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración, de la Facultad de Ciencias Sociales (ambas de la Universidad de la República), con las ONG Fransida y Colectivo Ovejas Negras y con el Programa Prioritario ITS/Sida del MSP.

En la presentación, realizada ayer en ese ministerio, todos los expositores hicieron énfasis en el rol de las ONG, cuyos integrantes jugaron un papel clave como coordinadores y encuestadores, lo que logró mayor confianza y empatía con los encuestados. Se realizaron talleres previos con los 25 relevadores de datos, para que la encuesta no resultara agresiva.

Los cálculos

El trabajo de campo constó de dos etapas: una de captura y otra de recaptura. En la primera se le entregó lo que se consideró un “objeto único”, que fue una lapicera con una determinada imagen iconográfica. Esto se realizó en 15 puntos de Montevideo, entre el 28 de enero y el 14 de febrero, abarcando a 526 personas que estaban dentro del público objetivo, a las que se les explicó que guardaran la lapicera porque podían ser reencuestadas. Tres semanas después se acudió a los mismos lugares, en los mismos horarios, y se contactó a 695 personas que reunían las condiciones (HSH que viven dentro de Montevideo y zona metropolitana), de las cuales 164 habían sido contactadas en la primera etapa y llevaban consigo el objeto.

La lapicera constituyó una parte central en la metodología aplicada, porque se utilizó el estimador de Petersen, a través del cual el tamaño poblacional se calcula multiplicando el número de personas capturadas (526) por el número de encuestados en la etapa de recaptura (695), dividido el número de personas que poseían la lapicera al momento de la recaptura (164). El cálculo arrojó el número 2.229.

Como el trabajo de campo se realizó en verano, época en la que disminuye la concurrencia a los lugares de encuentro, se le adicionó una diferencia de 460 individuos. Sobre esa base, el estudio concluyó que en Montevideo y área metropolitana el tamaño poblacional estimado es de un total de 2.689 HSH durante todo el año.

A considerar

Gabriela de la Iglesia, oficial de Monitoreo y Evaluación de ONUSIDA en la región, destacó que Uruguay es el primer país en concluir el estudio, de todos los que reciben el apoyo de ONUSIDA, y que la experiencia servirá de referencia.

Entre los aspectos a tener en cuenta para próximas investigaciones, se señaló la importancia de que se realice una muestra que abarque todo el país y no sólo el área metropolitana, incluyendo, además del interior, zonas turísticas, de frontera y de tránsito. Asimismo se indicó una limitante al considerar únicamente los lugares de esparcimiento, lo que dejaría afuera a parejas estables que no acuden a esos lugares, e incluir otros sitios como salas de chat, páginas de contacto o SMS (mensajes de texto). Por otra parte, si bien la recepción de los dueños de los sitios visitados fue buena, no se habilitó a realizar el trabajo de campo en dos cines de mayor concurrencia de esta población.

Luego de la etapa de recaptura se iniciaron acciones de prevención, como la entrega de condones.