Con el alcalde

En el marco del primer Cabildo Abierto de Ciudad de la Costa, la diaria dialogó con el alcalde Omar Rodríguez sobre la situación de la zona y la posibilidad de contemplar los reclamos de los vecinos pese al déficit económico que atraviesa la intendencia canaria.

-En las distintas zonas de Ciudad de la Costa existen las mismas inquietudes. ¿Por dónde habrá que empezar a trabajar?

-Lo principal es que en este quinquenio logremos recuperar la transitabilidad por las calles; tener algunas pavimentadas y con una buena circulación. Sin duda arreglamos una calle y comienzan otros problemas como, por ejemplo, la velocidad del tránsito. Tenemos un plan de iluminación para el quinquenio, no queremos que quede ninguna vía principal o de acceso a centros educativos sin iluminar. Después tendremos que ir viendo lo otro. De lo ideal a la realidad, hay que ir dando pequeños pasos. Hay que ir viendo cómo podemos ir trabajando esto con los vecinos porque para todo no da y por eso tenemos que ayudarnos.

-¿Cómo es posible contemplar los distintos reclamos teniendo en cuenta que es una zona con muchas carencias y que la intendencia atraviesa un déficit económico?

-Yo discrepo en que la zona tiene muchas carencias, para mí tiene problemas. Es una zona muy linda, que pasó de ser balneario a tener un crecimiento explosivo, además tiene una napa de agua muy alta, estamos viviendo sobre el agua y el drenaje pluvial es fundamental.

-Pero la zona continúa sin muchos servicios...

-¿Cómo cuáles?

-Saneamiento, iluminación, calles en buenas condiciones...

-El saneamiento está en marcha. La mayoría de las calles principales tienen iluminación, sin duda falta hacer mucho porque es una zona muy grande y la inversión que hay que hacer es importante.

-Teniendo en cuenta eso y el déficit económico de la intendencia, ¿qué posibilidades hay de contemplar los reclamos más urgentes que se plantean, como las calles, la iluminación y la seguridad?

-En el quinquenio pasado se hizo la planificación y el ordenamiento de Ciudad de la Costa, hoy tiene lo que no tuvo durante años. Ahora sabemos dónde tenemos que ir atacando. Yo digo medio en serio y medio en broma que ya terminó la época del Power Point y hay que empezar a ejecutar. Para eso no sólo se necesita dinero, sino también articular bien. El dinero a veces lo tienen que poner los privados, que en muchas ocasiones se valen de Ciudad de la Costa.

-El Centro Cívico Comercial que se está construyendo sobre Giannattasio (una obra a gran escala con una inversión pública y privada de 40 millones de dólares) choca un poco con la realidad que vive la zona: calles intransitables y sin iluminación, entre otras cosas. ¿Eso fue definido por el gobierno departamental como una prioridad para la zona?

-El Centro Cívico va a permitir generar mano de obra y recalificar la zona comercial. La idea es que este espacio se convierta en el centro de la ciudad (que hoy no tenemos) y en el portal de ingreso a la avenida comercial de la ciudad. Yo aspiro a que dentro de cinco años podamos estar haciendo el “Día de Ciudad de la Costa”, durante el cual los comerciantes otorguen ofertas y muchos vecinos que tengamos del otro lado del puente nos visiten. Para eso tenemos que hacer inversiones, además de mejorar la transitabilidad de nuestras calles. No es que se le haya dado más prioridad a esta obra, va de la mano con otras cosas.

La convocatoria era para las 15.00 en el Centro de Barrio El Autódromo, que fue inaugurado esa mañana. A esa hora los vecinos, el alcalde y los concejales estaban puntualmente reunidos e iniciaron la actividad.

Los cabildos abiertos (como se denominaba a las reuniones que surgieron durante la colonización española en las que algunos pobladores debatían cuando había problemas) fueron implementados a partir de la Ley de Descentralización Política y Participación Ciudadana, que exige, como mínimo, la realización anual de esta actividad en cada localidad. Son convocados por los diversos municipios y se invita a participar a todos los vecinos de la zona. La idea es presentar prioridades e iniciativas para el próximo presupuesto quinquenal municipal, ya que a fin de año el intendente Marcos Carámbula elevará a la Junta Departamental el presupuesto para Canelones.

A pesar de que se trata de una instancia nueva, participaron alrededor de cien personas y algunas tuvieron que permanecer fuera del centro porque el espacio no fue suficiente.

En la primera fila se acomodaron varios jóvenes del liceo 2 de Pinar Norte, que intervinieron activamente durante todo el cabildo. Detrás de ellos estaba el resto de los vecinos, sentados y de pie, y al frente las flamantes autoridades municipales, que se ubicaron detrás de una larga mesa. Omar Rodríguez, alcalde de Ciudad de la Costa, inició el cabildo destacando que se trata de “algo nuevo que hay que construir entre todos”.

Figurita repetida

Pese a las formalidades que exige la ley, según la cual cada participante debe presentarse con credencial o cédula en el caso que tenga entre 14 y 18 años, las autoridades invitaron a “descontracturar” la reunión y evitar tanta rigurosidad.

Al comienzo el alcalde leyó algunos reclamos por escrito y luego los participantes se fueron anotando en una lista de oradores para expresar las prioridades que visualizan y algunas propuestas para llevar a cabo.

Los vecinos de la zona Autódromo destacaron concretamente la falta de alumbrado, la necesidad de reparar las calles intransitables, las cunetas en mal estado y la ausencia de plazas y espacios deportivos y recreativos. Los habitantes de Palmar plantearon algo similar: la necesidad de solucionar la canalización de las cunetas, las inundaciones de las calles y la iluminación cerca del autódromo.

Uno tras otro, los reclamos se iban pareciendo mucho. Algunos agregaban una necesidad concreta que surgía en su cuadra o manzana, pero los problemas seguían siendo prácticamente los mismos que tiene toda la ciudad. Al respecto, Rodríguez señaló que una de las dificultades “más complejas” de Ciudad de la Costa es “trasladar el agua de las calles y arreglar las cunetas”. Si bien dentro del Plan de Saneamiento para la ciudad se incluye la mejora de pluviales y calles, cabe destacar que buena parte de El Pinar, sobre todo del lado norte, no estará contemplada por este plan y, por lo tanto, es necesario que se brinden soluciones concretas para esa localidad. Según el alcalde, el municipio se comunicó con ingenieros hidráulicos para que estudien la zona.

Con respecto a la falta de iluminación dijo que se está llevando a cabo el nuevo plan de alumbrado, pero “para cubrir toda Ciudad de la Costa se necesitan 10.000 focos y no alcanzarían diez años para lograrlo”. “Por ese motivo estamos tratando de iluminar primero que nada las zonas principales y de acceso a centros educativos”, agregó. Uno de lo participantes, que se presentó por su nombre, Rubén, propuso contactarse con la Intendencia de Montevideo, que, según explicó, está reciclando los focos y tirando algunos. “Se los podemos pedir y utilizarlos para que los vecinos tengan luz, por lo menos cada tres cuadras”, opinó.

La seguridad fue otro tema que se puso sobre la mesa. Agustín, del liceo 2 de Pinar Norte, dijo que mucha gente debe transitar alrededor de terrenos baldíos y siempre sucede que de allí “sale cualquier cara de loco que te saca todo”. También se quejó de los perros que quedan sueltos y muerden a las personas. Rodríguez tomó nota de dónde se ubica el terreno baldío al que hacía referencia y le dijo que analizaría la situación. Pero no conforme con la respuesta, el chico indagó al alcalde: “Suponete que arreglan el tema de la seguridad en los campitos y vuelve a haber inseguridad, ¿qué van a hacer?”. “Hay que realizar distintas acciones. Limpiar los terrenos baldíos, poner luz y coordinar con el Ministerio del Interior. Sería interesante que en este centro de barrio se forme una Mesa Local para la Convivencia y la Seguridad Ciudadana”, le contestó Rodríguez.

Karina y Fernanda, también estudiantes, plantearon la necesidad de arreglar los caminos alrededor del liceo, que se inundan y se llenan de barro, ya que muchas veces se ha debido suspender las clases por el mal estado de las calles.

Por otra parte, los vecinos reclamaron más frecuencias de ómnibus que vayan de Pinar Norte al Hospitalito de la Costa, y que se provea cursos con actividades pensadas para mayores y adolescentes.

Según dijo Rodríguez a la diaria, las inquietudes que se presentaron en el cabildo abierto serán analizadas en las distintas comisiones asesoras del municipio. “En el próximo mes vamos a estar haciendo la devolución de algunos de los planteos, sobre algunos ya estamos trabajando. Además, los primeros jueves de cada mes se realiza el plenario abierto, en el que puede participar cualquier persona y acercar propuestas y prioridades”, finalizó.