A fines de 2006 el Consejo Directivo Central (Codicen) puso en marcha el Programa de Educación Sexual (PES), a partir del proyecto elaborado por la Comisión de Educación Sexual, constituida en marzo de 2006. Comenzó a implementarse en febrero de 2007 en todos los subsistemas: Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP), Consejo de Educación Secundaria (CES), Consejo de Educación Técnico Profesional (CETP, ex UTU) y Formación Docente (Magisterio, IPA, Institutos de Formación Docente e Instituto Normal de Enseñanza Técnica).

El PES recibió apoyo financiero y asistencia técnica del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) desde fines de 2007 y hasta el 30 de junio de 2010. El Codicen no había previsto una alternativa financiera. No se renovaron los contratos a seis de los siete trabajadores que allí se desempeñaban, y se cerró el Centro de Referencia y Documentación de Montevideo, que volvió a abrir sus puertas la semana pasada y cuyo alquiler está cubierto hasta el 31 de diciembre del corriente.

A mediados de setiembre, personas vinculadas al programa escribieron una carta pública a José Seoane, presidente del Codicen, manifestando su rechazo al cierre, argumentando además que en el proyecto de Ley de Presupuesto el programa no figuraba como tal sino incluido en otro llamado “Promoción de Convivencia Saludable”. Las autoridades del Codicen argumentaron que se continuarán destinando fondos, pero que se lo someterá a una evaluación que podría terminar en una reformulación, pero no en el cierre. La instancia de ayer fue parte de ese proceso de evaluación que culminará antes de fin de año.

En los hechos

Cada subsistema instrumenta la educación sexual de modo diferente. Los integrantes de las comisiones del CEIP, CES y Formación Docente señalaron ayer las debilidades que habría que corregir.

En las escuelas se trata en todos los niveles desde las diferentes áreas del conocimiento (social, naturaleza, lengua, matemática, artística y educación física) y son los maestros quienes los trabajan. El escaso número de docentes formados es la principal carencia; sólo han recibido cursos 170 de los 18.000 maestros. Los integrantes de la comisión del CEIP aspiran a que en el próximo quinquenio la formación alcance al 20%. Irupé Buzzetti, consejera del CEIP, indicó que hay quienes tienen barreras para trabajar el tema, que se necesitan “cursos con módulos específicos que enseñen a enseñar la sexualidad” y que no alcanza con los textos.

En Secundaria el tema es abordado por los profesores referentes, que se vinculan con directores, docentes, estudiantes, familiares y la comunidad. Con los estudiantes trabajan en talleres, aunque también son consultados por los adolescentes “en los pasillos”. El principal problema es la baja carga horaria de los referentes, que tienen diez horas por liceo, lo que es considerado “totalmente insuficiente”. La Comisión de Educación Sexual del CES solicitó que se duplique la carga horaria en los liceos que tienen más de 15 grupos de Ciclo Básico. Se alegó que el hecho de no poder abordar a todos los grupos causa frustración en los referentes y también en los estudiantes.

En Formación Docente se implementan seminarios con una duración de 30 horas, dirigidos a alumnos de 2º año, implementados en conjunto con la Universidad de la República (Antropología y Psicología), con la cátedra de Ginecología del hospital Pereira Rossell, con Gurises Unidos y el Instituto Nacional de las Mujeres. Se señaló la escasa carga horaria del seminario y se remarcó la necesidad de generar estrategias de investigación y extensión.

El CETP trabaja con los estudiantes en la modalidad de talleres. La comisión de Educación Sexual del CETP no asistió al taller porque renunció en 2008.

Articulación

Algunos de los participantes remarcaron el quiebre institucional que ocurrió en 2008 a partir del apoyo del UNFPA, cuando “se hizo una reestructura y nadie nos dio una explicación”, afirmó Graciela Fabeyro, directora del Programa de Educación para la Salud del Codicen. A partir de allí no volvió a citarse a la comisión de Codicen que fue quien creó el PES y quien debería realizar las directrices. Ayer se solicitó explícitamente que las autoridades convoquen a esa comisión para su tarea, o de lo contrario deroguen la resolución que la creó. Fabeyro insistió en la necesidad de articular el trabajo del Codicen con la ayuda internacional y que haya posibilidades de negociación, que no se impongan lineamientos. Al taller también asistió Fernando Filgueira, representante auxiliar del UNFPA en Uruguay desde hace tres meses, quien intervino y tomó nota de las debilidades señaladas: formación docente, horas y permanencia de referentes en los liceos.

Las necesidades presupuestales duplican la inversión actual. Seoane aseguró a la diaria que “existirán fondos que permitan financiar la atención a la educación sexual como parte integral de la formación de las personas, fondos presupuestales que financian el núcleo duro del programa institucional y por otra parte una riqueza de alianzas institucionales como el Fondo de Población, ONU/Sida y con diversos actores, para fortalecer nuestras capacidades de respuesta”.