La presentación se realizó en la Cámara Mercantil de Productos del País. El observatorio surgió de una iniciativa planteada en 2006 por la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI) para la región de América Latina y el Caribe. En el caso de Uruguay, cuenta con el apoyo de la ONUDI y funciona en la órbita de la Dirección Nacional de Energía y Tecnología Nuclear, del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM).
Hasta ahora el sitio web cuenta con información pública sobre la energía renovable en el país, y se apunta al involucramiento de actores nacionales, regionales y mundiales. Se plantea que en setiembre próximo se construya una red nacional y que en diciembre de 2010 se conforme la red internacional.
“Estimular la inversión en el sector de energías renovables y mejorar el clima de negocios en este mercado emergente” está entre los objetivos prioritarios del Observatorio.
El ingeniero agrónomo Alberto Fossati, que participó ayer en la presentación de la iniciativa, explicó a la diaria que “surge un nuevo mercado para los productos y los residuos del agro para constituirse en materia prima de la generación de biocombustibles o de bioenergía. Tanto el productor de granos, arroz, caña o de madera encuentra un mercado emergente que no es el tradicional, que le permite diversificar la oferta de sus productos y a su vez tener la posibilidad de nuevos cultivos como puede ser la canola, u otros que no son tradicionales en Uruguay”. Entre las energías renovables a las que apunta el Observatorio se incluyen la eólica, biomasa, microhidráulica, biocombustibles y solar.
Diversidad agropecuaria
Ramón Méndez, director nacional de Energía, anunció que se aspira a que en 2015 el 50% de la matriz energética de Uruguay sea a base de energías renovables. Actualmente ésta abarca apenas el 10%, es decir que en cinco años se completaría el 40% restante.
El consumo medio actual de energía en nuestro país ronda los 1.050 MW. La idea es que en 2015 se produzcan 500 MW a base de energías renovables, de los cuales 300 serán de base eólica y 200 de base forestal, agrícola y eventualmente residuos de la agroindustria nacional.
En la jornada se comentaron varias experiencias. El coordinador de energías renovables de Itaipú (Brasil), Cisero Bley, habló sobre la iniciativa de una organización de pequeños tamberos del estado de Paraná, para producir gas metano sobre la base de residuos y efluentes del tambo; los tambos funcionan a base de esa energía que generan, y además tienen un excedente, que vierten a la red pública.
A nivel nacional demostró su experiencia Alcoholes del Uruguay SA (Alur), que tiene una producción integrada de azúcar, etanol, biodiesel, energía eléctrica y alimentos para animales (harinas proteicas). Esto es desarrollado en tres emprendimientos industriales: en Bella Unión (ingenio azucarero, donde se produce también el etanol, y energía eléctrica a partir de biomasa), en Paysandú (complejo agroindustrial donde se elabora alcohol potable e industrial), y en Montevideo (complejo energético alimenticio, instalado en la planta 2 de COUSA, donde se genera biodiesel, harina de oleaginosa y glicerina).
Se compartió además la experiencia del parque eólico de la Sierra de los Caracoles, departamento de Maldonado, que cuenta con cinco aerogeneradores y UTE proyecta la instalación de otros cinco.
Energía Renovable Tacuarembó (ERT), de la empresa Fenirol SA, también presentó su propuesta: elaboración de energía eléctrica a partir de biomasa, particularmente a partir de la quema de chips (residuos forestales) y de cáscara de arroz. Esta empresa cuenta con el apoyo de UTE y del MIEM.
Por último, representantes de Calorías SA (Baroni, acondicionamiento térmico) informaron sobre su experiencia solar, que pese a algunos emprendimientos puntuales, la investigación y la innovación de la tecnología desarrollada en el país es escasa.