Año internacional

El 12 de agosto se realizará el lanzamiento del Año Internacional de la Juventud. La fecha fue declarada por la Asamblea General de las Naciones Unidas como Día Internacional de la Juventud por recomendación de la Conferencia Mundial de Ministros de Asuntos de la Juventud. En nuestro país, el jueves 12 será utilizado como una instancia de rendición de cuentas, en la que las autoridades nacionales se comprometerán con los proyectos de los jóvenes.

Lo primero que aclaró la socióloga Cecilia Cristar, responsable de la Unidad de Estudios y Análisis de Juventud del Instituto Nacional de la Juventud Uruguay (INJU) del Mides, quien estuvo a cargo de la presentación de la investigación, fue que la juventud en Uruguay se enmarca entre los 15 y los 29 años. Este dato forma parte de una construcción social. “Cada sociedad define la juventud en acuerdo con sus parámetros culturales, sociales, políticos y económicos”, cita la publicación.

Lo siguiente que aclaró, al igual que lo hizo el resto de los integrantes del equipo técnico vinculado a la publicación Juventudes en Uruguay. En qué andamos y cómo somos, es que los datos aportados deben ser considerados disparadores de preguntas y discusiones sobre la temática.

Por su parte, Matías Rodríguez, director nacional de Juventud del Mides, valoró la información porque posibilitará al INJU “jugar un fuerte papel” en el diseño de las políticas públicas de juventud. “Para poder jugar este papel es necesario generar información y conocimiento. Un organismo especializado en juventud tiene que poder conocer el estado de situación de los jóvenes, saber cuáles son las respuestas que damos a los jóvenes como país y poder reconocer si se está garantizando el derecho de los jóvenes”, sostuvo.

Delicado

“Aunque la incidencia de la pobreza y la indigencia se redujo en Uruguay, favorecida por las reformas impulsadas durante los últimos años, los jóvenes son el grupo de edad en el que la pobreza se redujo menos en términos relativos”, confirma la publicación, que se basó principalmente en datos de la Encuesta Continua de Hogares (ECH), la Encuesta Nacional de Juventud (Enaj) y la Encuesta Nacional de Voluntariado (ENV). Según información aportada por la ECH, correspondiente a 2008, 22% de los jóvenes se encuentra bajo la línea de pobreza, situación que se torna más grave entre los 15 y 19 años.

Otro dato preocupante -extraído de la ENH de 2009- es la cantidad de jóvenes que no estudian ni trabajan, “comprometiendo los proyectos de vidas y las oportunidades en sus trayectorias”, informa el texto. Este grupo representa el 17,9% de los jóvenes.

En relación al ámbito laboral, entre los 20 y 24 años la tasa de desempleo alcanza el 17%, y entre los 25 y 29 años el 9,2%, mientras que la tasa de desempleo general representa el 7,7%.

A nivel educativo, un aspecto positivo que se destaca es la universalidad de Educación Primaria, para niños de 6 a 12 años. El panorama es menos alentador en Educación Media Básica y Superior (quinto y sexto de liceo), en la que, según datos de Enaj (2009), sólo el 36,5% de los jóvenes entre 20 y 29 años finalizó la enseñanza media, quedando condicionado el futuro de gran parte de la población.

Participativos

El director nacional de Juventud del Mides no dudó en afirmar que “este informe no habla sólo de los riesgos, también habla de las potencialidades de los jóvenes; hay algunos datos que son reveladores y auspiciosos”. Los datos brindados por la ENH (2009) establecen que “las prácticas voluntarias en Uruguay están bastante extendidas en la población en general y en particular a nivel juvenil”.

La mayoría de las actividades de voluntariado están centradas en organizaciones artísticas, culturales y educativas (36%), seguidas por labores en iglesias u otras instituciones religiosas (21%), organizaciones deportivas o recreativas (19%), organizaciones con fines humanitarios (15%) y otras como sindicatos, partidos políticos, organizaciones ambientalistas o agrupaciones profesionales (10%).

En cuanto a la participación, poco menos de la mitad de la población juvenil declaró haber participado en alguna organización o grupo de identidad durante 2008. La participación disminuye a medida que aumenta la edad de la población considerada. El 47% de participación entre los 15 y 19 años disminuye a 43% entre los 20 y 24 años y a 38% si se habla de jóvenes entre 25 y 29 años. “Éste es un dato revelador que muestra a los jóvenes diferentes al imaginario instalado donde persiste la apatía juvenil; es todo lo contrario, muestra que están involucrados, que no les resulta ajeno su propio entorno y están involucrados con los demás”, señaló Rodríguez.

A partir de lo revelado por la investigación, explicó que las políticas públicas estarán orientadas a trabajar en tres grandes ejes. Por un lado, abordarán la problemática del trabajo y la desocupación; por otra parte, insistirán en la educación y reforzarán la participación. Uno de los asuntos en que centrarán su atención desde el Mides y abordarán en forma coordinada con otros organismos -principalmente con el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social- será elaborar una nueva ley de empleo juvenil para insertar a los jóvenes en el mercado laboral, generando una cuota específica del 30% destinada a esta población.