Para muchos uruguayos el verano es sinónimo de Carnaval, de extensas jornadas de ensayo y de largas noches. Si bien las participantes en el certamen de reina de Carnaval, Llamadas y Samba no practican en horas de la madrugada -como sí lo hacen quienes forman parte del Concurso Oficial-, ellas estuvieron abocadas a practicar desde diciembre, desde las 19.00 hasta la medianoche. Ayer se realizó el ensayo general y hoy se sabrá quiénes serán las reinas que abrirán el desfile por 18 de Julio y el desfile de Llamadas, entre muchos otros eventos.

Gran responsabilidad

El jueves de tarde se realizó el último ensayo a puertas cerradas en la Sala de Acuerdos “Ernesto de los Campos”, en la Intendencia de Montevideo. Durante el fin de semana el ensayo se trasladó al Teatro de Verano, donde comenzaron a ultimar detalles de la presentación y del desfile de hoy de noche.

Minutos antes de que comenzara la última prueba realizada en la intendencia era fácil distinguir el grupo de las concursantes desde fuera de la sede comunal. Muchas de tez oscura y con trencitas en toda la cabeza, otras rubias o castañas con rasgos alejados de la afrodescendencia; algunas altas, otras más bajas; era un grupo diverso, tal como lo es el Carnaval. Al acercarse se confirmaba que eran participantes en el Concurso de Reina del Carnaval porque hablaban de los nervios, la ansiedad y la emoción de ellas, así como de sus familias, principalmente sus madres.

“Nuestras madres se pasan hablando del tema”, comenzó contando Micaela, una de las participantes en el certamen. Y agregó: “Mi madre se pone nerviosa, está todo el tiempo esperando esto [la hora del ensayo], está todo el día pendiente de mí y de ver qué hago; parece que estuviera ella viniendo acá. Además va caminando por la calle y se encuentra con alguien y empieza: ‘Porque mi hija salió reina’, ‘Mi hija está yendo a los ensayos porque desfila en el Teatro de Verano’, así todo el tiempo”.

Consultadas sobre qué implica para ellas ser reinas de Carnaval, Llamadas o Samba, Serrana, quien desfilará para obtener el trono de Llamadas, detalló: “Si a vos te gusta el Carnaval lo mejor que te puede pasar es ser la reina de esto. Si vos lo vivís, lo sentís y estás todo el día en el ambiente, lo mejor que te puede pasar es ser reina del Carnaval, de Llamadas, de Samba, de lo que sea. Representar a todos los carnavaleros es lo mejor que hay porque sos la reina de todos a los que les gusta el Carnaval; no sólo el que sale sino también el que lo ve”.

Stephanie, quien participa por segunda vez en el certamen, enfatizó la importancia de estar metido en el tema. “Lo más importante es que hayas salido en Carnaval y que te guste, porque muchas se presentan y no saben ni qué es el Carnaval. Porque no es venir y leer un libro, me parece que tenés que tener noción de lo que es el Carnaval, te tiene que gustar, lo tenés que sentir, porque en el momento en que estés arriba del carro vos vas a transmitir lo que sientas en ese momento, y si no sentís nada se nota”.

Este punto también fue considerado por el jurado y la organización del certamen en conversación con la diaria. “La reina del Carnaval es un conjunto de cosas. Una chiquilina puede ser muy bonita y muy elegante, pero si no es simpática y no tiene esa alegría carnavalera que tiene que tener arriba del escenario para representar el Carnaval, para mí ésa no es la reina”, comentó Miriam, representante del jurado.

En tanto, Cristina, integrante de la organización del certamen y ex vicerreina de Carnaval, sostuvo que el físico de las participantes no es calificado: si bien reconoció que “ayuda” en la visión global, “la belleza no es un punto para calificar”. Asimismo, destacó que lo más importante es el vínculo y el conocimiento de las chicas sobre la actividad carnavalera y lo que representa para los uruguayos, pero aseguró que este requisito no siempre se cumple.

Contó que antes del inicio del período de preparación muchas aspirantes a reinas se limitaron a afirmar que su interés por participar era simplemente “porque me gusta el Carnaval”, “pero cuando empezás a rascar un poco y hablar más con las chiquilinas la mayoría vienen porque quieren ser modelos, quieren ser reinas, quieren salir en la tele: son pocas las que quieren ser representantes de esta fiesta popular”, explicó Cristina.

Así, para prepararlas para concursar se realizan talleres informativos sobre diversos temas que versan sobre cultura general, Carnaval, sexualidad, drogradicción, alimentación, entre otros tópicos.

Reconocimiento a la raza

“Estoy en este concurso por el Carnaval, nací entre tambores y para mí es representar a mi raza”, sostuvo Serrana, demostrando que podría ser una de las candidatas a ganar el trono por su vínculo con la actividad y sus convicciones.

Muchas de las participantes estuvieron de acuerdo en que el Carnaval es una de las fiestas más integradoras y participativas que tiene nuestro país, y que los afrodescendientes son protagonistas, principalmente si se habla de candombe y Llamadas. Pero la fiesta no es reflejo de la sociedad, pues reconocieron que en otros ámbitos predomina la discriminación y las conductas de rechazo.

“¡Hay mucha discriminación, para mí! ¡Pila!”, exclamó Paola, segundos antes de que comenzara el ensayo. Serrana la interrumpió diciendo: “Nos asocian a muchas cosas con las que no tendrían que asociarnos; de repente dicen ‘ese negrito que toca el tambor’ y al negrito que toca el tambor también se le atribuye el ‘negrito pichi’ que se le dice al que está sentado en la calle, que puede ser blanco, rubio y de ojos celestes pero para la gente es un negro. Y el que roba también es un negro, y puede ser un hombre blanco vestido de traje pero igual se lo considera un negro. La discriminación siempre está, aunque dejamos de ser esclavos; hay gente que nos acepta y hay gente que no. Y aprendimos a vivir así. Somos mujeres, negras, y estoy muy feliz de ser así”.Genoveva Malcuori.