Los peores presagios parecen convertirse poco a poco en una cruda realidad en el viejo continente.

Ensayo sobre la ceguera

La situación de Grecia sería buena, y su deuda pública en 2007 hubiera sido inferior al 60% del PIB si en 2001, cuando ingresó a la eurozona, hubiese asumido una regla fiscal y encomendado su supervisión a una comisión independiente, concluye un estudio del Instituto de Economía Mundial de Kiel, citado por la agencia de noticias EFE.

Incluso considerando la recesión de 2010 esa deuda hubiese superado levemente el límite fijado por el Tratado de Maastrich y la contracción habría sido mucho más corta.

"El resultado del estudio es sorprendente y a la vez doloroso. Muestra que la triste realidad de la deuda griega que tiene a Europa sin aliento hubiera podido evitarse", dice el instituto en un comunicado. El estudio sostiene que cuando un gobierno decide a corto plazo sobre ingresos fiscales y gastos la consecuencia suele ser una suba del pasivo. En cambio, ningún gobierno que diseñe una regla fiscal la formulará de modo que posibilite un constante incremento de las obligaciones. En ese sentido, sugiere la elaboración de reglas fiscales y la creación de comisiones independientes que las supervisen, valorándolas como instrumentos útiles para la recuperación de los mercados, que coadyuva a reducir los intereses de la deuda soberana.

El temor de que la crisis en países periféricos impacte en economías de mayor magnitud y, en consecuencia, más difíciles de rescatar, se evidencia en los altos costos de financiamiento. Primero, Italia, tercera economía del euro, vio que los intereses de sus bonos a diez años superaban los que pagaban Grecia, Irlanda y Portugal antes del rescate de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Y las dificultades se agravan en la cuarta más grande, España, que ayer debió pagar por sus Letras a 12 y 18 meses la mayor rentabilidad desde 1997 para colocar el 90,2% de su objetivo. A un año colocó 2.600 millones de euros (contra 5.526 millones solicitados) con un interés marginal de 5,2%, frente a 3,688% de la emisión del 18 de octubre; a un año y medio, 558 millones (frente a 3.323 requeridos) con un tipo de 5,32% (3,856% de la emisión anterior). El diferencial de riesgo del bono español frente al alemán a diez años se situó ayer en su máximo desde 1997, 454 puntos básicos; y en Italia la prima de riesgo llegó a 510 puntos básicos y el bono a diez años subió a 6,94%. El secretario de Estado español para la UE, Diego López Garrido, instó al Banco Central Europeo (BCE) a seguir comprando deuda de países como España o Italia. Enfatizó que la entidad "ha estado interviniendo en los mercados y va a seguir interviniendo", ya que su función es garantizar la liquidez y estabilidad de los mercados financieros. Aseveró que el aumento de las primas de riesgo "corresponde a una situación de turbulencia financiera que nada tiene que ver con la situación económica de los países". "Es una circunstancia muy adecuada para que el BCE haga uso de su capacidad y cumpla los objetivos como lo viene haciendo en los últimos tiempos", sostuvo.

Tá quieto che

La situación es ambientada por el estancamiento de la eurozona, que varió apenas 0,2% en el tercer trimestre contra el anterior, con Alemania y Francia creciendo pero con un fuerte deterioro de los demás países, según los datos difundidos ayer por la Agencia Europea de Estadística (Eurostat), que prevé un panorama sin mejoras para el último tramo del año. Medida en términos interanuales, la economía del euro creció 1,4% en el tercer trimestre tras haberlo hecho 1,6% en el segundo. Para el conjunto de los 27 países de la UE, la variación también fue de 0,2% respecto del trimestre anterior y de 1,4% contra igual lapso del año pasado. La locomotora de Europa, Alemania, creció 0,5% en julio-setiembre, en línea con lo augurado por los mercados y marcando una aceleración con relación al 0,3% del segundo trimestre. Cabe destacar que la cifra del segundo trimestre fue revisada al alza desde el 0,1% proyectado anteriormente. Similar evolución exhibió Francia, segunda economía de la eurozona, que se expandió 0,4% luego de haberse contraído 0,1% en los tres meses previos. La cifra fue mejor a la prevista por agentes privados por un repunte del consumo de los hogares y un fortalecimiento de las exportaciones. También se destacó el crecimiento de 1,9% registrado por Rumania, así como el 1,3% de Letonia y Lituania, las tres economías de mayor desempeño.

Del otro lado de la tabla quedaron Chipre, cuyo Producto Interno Bruto (PIB) retrocedió 0,7%, Portugal, que se contrajo 0,4% y Holanda, cuya economía se deterioró 0,3%. Para Grecia e Italia, Eurostat no cuenta con datos del tercer trimestre y sólo dispone del que verificó un retroceso griego de 5,2% en términos interanuales, con lo que el país egeo acumula seis trimestres consecutivos de contracción. Por su parte, España, Bélgica, Bulgaria y República Checa constataron estancamiento.