Multifunción

Los secretarios liceales tienen a su cargo a todo el personal no docente del liceo y son responsables de “coordinar los horarios de clase, los calendarios de exámenes, los movimientos mensuales, se encargan del pago y de toda la documentación de los alumnos”, detallaron los funcionarios consultados. Hay uno por liceo; los centros que tienen turno nocturno pueden disponer de uno más. En 1990 el Consejo de Educación Secundaria eliminó del escalafón los cargos de secretarios, cuyas funciones pasaron a ser realizadas por “encargados de secretaría”, puestos para los que no hay que concursar. Los funcionarios explicaron que durante estos 20 años cada vacante es ocupada por “el grado más alto del liceo, o por alguien designado por la dirección, o se llamaba a encargado de secretaría, no a un secretario”.

En el marco de un paro general parcial, dirigentes de ATES se reunieron ayer de tarde con Néstor Pereyra y Teresita Capurro, consejeros del Codicen. También estaban presentes la abogada de ATES y sus pares del Codicen, del Consejo de Educación Secundaria (CES) y del Consejo de Educación Técnico Profesional (CETP, ex UTU).

La dirigente de ATES Graciela Maneiro, quien participó en la reunión, explicó posteriormente a la diaria que los consejeros Pereyra y Capurro van a presentar a la totalidad de los integrantes del Codicen la propuesta de ATES: “que no se anule el concurso, sino que se suspenda y que se le dé un tiempo a Recursos Humanos de Secundaria para que complete la entrega de una información faltante”.

Polémico

En octubre 2008 el Codicen creó 353 cargos grado 10 del escalafón C administrativo, para secretario de liceo, pero el proceso de regularización fue largo.

En noviembre de 2009 se aprobaron las bases para el llamado a concurso de oposición y méritos, que se dejaron sin efecto un mes después; las definitivas quedaron en marzo de 2010. “Luego de que se aprueban las bases surgen 58 recursos de unas 16 personas, que son contestados de manera desfavorable por los abogados y se larga el concurso. Se toman las pruebas, se corrigen y en setiembre, tres meses después de asumir este nuevo Consejo [Directivo Central] se convoca a una nueva sala de abogados, y los mismos profesionales que antes habían negado los recursos, considerando algunos inconvenientes que hubo en la toma de unas pruebas, deciden que el Consejo podría anular el concurso, cosa que hace el Codicen, en contra de la opinión de Secundaria que sí consideraba que el concurso era válido”, explicó a la diaria un grupo de funcionarios que aguardaba ayer de tarde, en la vereda del Codicen.

El informe letrado señaló la existencia de “vicios de forma y fondo que invalidarían el llamado”, según el texto de la resolución del Codicen que lo anuló, el 22 de diciembre de 2010. Falta de la debida publicidad de las bases del concurso, no integración del tribunal al momento de la inscripción de los postulantes, notificación de las actuaciones a través de la página web cuando debió practicarse mediante publicidad, defectos de índole técnica en relación a la evaluación e irregularidades en la ejecución de las pruebas son algunos de los argumentos mencionados.

ATES rechaza todos esos argumentos. Señala que la web es un medio válido para difundir el concurso; “en la segunda prueba cinco concursantes llegaron tarde porque se cambió la hora en la página web y se les tomó otra prueba en otra fecha y concursaron igual”, manifestaron.

“El concurso está prácticamente terminado y lo anulan meses después diciendo que las bases, que ellos mismos aprobaron, son irregulares”, afirmaron los funcionarios, todos participantes, algunos de ellos encargados de secretaría.

Si bien las pruebas están corregidas, se desconocen los resultados, porque no se han abierto los sobres con los nombres de los concursantes y no se han evaluado los méritos.

Viraje

La reunión de ayer giró sobre aspectos jurídicos, Maneiro subrayó que los vicios señalados “se han dado en otras instancias de otros concursos y no serían tan relevantes como para anularlo”. A su entender, “la falta está en la división de Recursos Humanos de Secundaria, que no cumplió con los plazos establecidos. Faltan informes de 2007 y 2008, que debieron elevar a los funcionarios para que los presentaran”, por lo que sostienen que en lugar de anular el concurso lo suspendan para darle un tiempo a la división de Recursos Humanos del CES.

La dirigente explicó que al finalizar el encuentro conversaron con autoridades del CES, quienes informaron que el martes solicitarán “que se revea la anulación del concurso”. En cuanto a esta apertura de los abogados, Maneiro comentó que se dijo que “Codicen pidió con muy poco plazo la resolución y que no habían tenido todos los elementos necesarios a mano”.

Por otra parte, ATES ve inviable que el Codicen pueda convocar un nuevo llamado dentro de seis meses, como proponen, porque será muy difícil volver a armar un nuevo tribunal porque los que integraron el ahora anulado “no quieren saber más nada”, dijo Maneiro. Los otros funcionarios comentaron que “lleva muchísimo tiempo conformar el tribunal porque para evaluar a una persona que está concursando por un grado 10 necesitás tener un grado 10 o superior, y en Secundaria prácticamente no existen, porque no hay carrera funcional”.

Los entrevistados remarcaron que los concursos en la enseñanza deberían ser anuales y, en contraposición, “hace más de 20 años que no concursamos por nada; una vez que sale el concurso y esperamos para saber el resultado, lo anulan”.

Indicaron también que la creación de esos 353 cargos dejará vacantes en escalafones más bajos, lo que permitirá el ingreso de actuales contratados, pasantes y becarios del CES -alumnos y ex alumnos del CES y de UTU- que se desempeñan en tareas administrativas y de auxiliares de servicio.

Justamente, éste es otro de los conflictos latentes, por el que el próximo miércoles brindarán una conferencia de prensa. El problema es que muchos de ellos fueron contratados por tres meses en octubre de 2010 con la promesa de ser recontratados en 2011 pero los estarían retomando recién a mediados de febrero, habiendo perdido un mes y medio de salario.