La cantidad de firmas no se conoce. Los organizadores de la campaña para instaurar el régimen penal adulto a partir de los 16 años aseguran que supera las 50.000. Dos politólogos consultados por la diaria coincidieron en que la movilización encabezada por el líder de Vamos Uruguay, Pedro Bordaberry, le dará réditos desde el punto de vista electoral, y la comparan -en términos estratégicos- con recolecciones de firmas que encabezó en otras oportunidades el Frente Amplio (FA).

Para Daniel Buquet, el tema que eligió Bordaberry para colocar en el debate ideológico lo posiciona en el extremo autoritario del eje “liberalismo-autoritarismo”. Este eje no necesariamente coincide con la distinción izquierda-derecha, ya que para el politólogo, también hay sectores autoritarios en el centro y en la izquierda. Si bien con esto Bordaberry se apropia “de un espacio ideológico que no muchos quieren, porque consideran que para la captura de votos no es muy apetitoso”, el apoyo a la propuesta de extender el régimen penal adulto “trasciende un nicho ideológico de derecha y, en ese sentido, estratégicamente es muy apropiado para quien quiere potenciar su caudal electoral”.

Hizo notar además que desde el punto de vista de los sondeos de opinión pública el problema de la seguridad es el principal para la mayoría de las personas, y eso “nunca hasta ahora había sido así”. El politólogo Adolfo Garcé coincidió en que el tema “está extraordinariamente bien elegido” ya que “hay una demanda de mano dura intensísima en la sociedad uruguaya, que la izquierda en el gobierno tiene problemas espantosos para satisfacer”.

Por otra parte, Buquet comparó la campaña con “lo que ha hecho el FA en muchas ocasiones, y que la mayoría de las veces ha sido una estrategia exitosa para atar movimientos ciudadanos a cuestiones electorales”. En el mismo sentido, Garcé aseguró que le hace “acordar a cuando el FA empezó a juntar firmas contra la caducidad, que perdió en 1989 pero generó una movida política fundamental que le permitió crecer”. Buquet opinó que el tema coloca al líder colorado “en el tapete todo el tiempo que él quiera hasta 2014”. No obstante, concluyó que si bien “estratégicamente, Bordaberry tiene una gran oportunidad, es muy difícil que eso lo convierta en un presidente”. “Mucha gente que le va a firmar no lo va a votar, pero lo que hace es consolidar su posicionamiento político”, estimó.

En tanto, para Garcé, con este tema “se van perfilando dos minicoaliciones: por un lado, el Partido Colorado y el Herrerismo en su mayoría; por otro lado, Alianza Nacional, el Partido Independiente y el FA”. Para el politólogo, Bordaberry logró “generar una gran sacudida del tablero político” y “está acertando estratégicamente con esta propuesta”. “Por primera vez en mucho tiempo la oposición existe, logra instalar una discusión, divide al Partido Nacional, coloca al gobierno frente a la encrucijada de tener que endurecer su posición frente al tema de seguridad ciudadana”, enumeró.