Las condiciones y la capacitación para desempeñar las diversas tareas que se desarrollan en la industria láctea estarán más presentes en la agenda de los trabajadores de la Cooperativa Nacional de Productores de Leche (Conaprole). El 15 de abril fue la fecha elegida para promover, cada año, la reflexión y el análisis de los cambios que se pueden hacer para reducir los accidentes laborales y mejorar las condiciones generales.

Carlos Cordero, integrante de la comisión directiva de la Asociación de Obreros y Empleados de Conaprole (AOEC), de la comisión de Salud Laboral del sindicato y del PIT-CNT, detalló a la diaria que en la actualidad lo que genera más consecuencias fatales es la no aplicación de normas de seguridad al trabajar con maquinaria industrial, situación que en los últimos años fue causa de cinco accidentes graves, la mayoría por el mal manejo, ya sea al momento de producir o de limpiarlas. Otro problema que planteó es la falta de capacitación: "Es común la utilización de trabajadores zafrales para limpieza de calderas sin la debida protección y sin los debidos tiempos de capacitación", comentó. A la falta de formación técnica le sumó el exceso de horas que han tenido que hacer algunos zafrales, lo que fomenta un mal desempeño en la tarea.

En cuanto a la jornada de reflexión implementada, Cordero señaló: "Los 15 de abril vamos a hacer un día de reflexión sobre todos estos temas: qué es la salud, cuáles deben ser las condiciones de trabajo, el manejo de productos químicos y otros temas de seguridad laboral".

Reparó en lo valioso que sería que los empleados con más antigüedad en la empresa instruyeran a los más novatos luego de que se les brinde capacitación técnica, siempre y cuando se piense en una contratación con una perspectiva más a largo plazo y no en trabajadores zafrales. La designación de referentes de salud laboral de las distintas plantas de producción es una de las novedades que acompañan la importancia que se otorgará al tema. Ayer se llevó a cabo una jornada de capacitación entre los referentes, en la que se dieron líneas de formación y se instruyó a los presentes sobre la reglamentación vigente.

La norma Nº 155 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) establece que la seguridad laboral y la salud en el ambiente de trabajo son una responsabilidad compartida entre las distintas partes. Es por esto que las empresas deberán adoptar disposiciones para que los trabajadores puedan cooperar. Cordero especificó: "Estos mecanismos no pueden ser otros que darle posibilidad de participación al trabajador brindándole un paquete de horas para que pueda desarrollar la tarea de visualización de las condiciones sin pérdida de salario y sin que tenga que poner plata a través del sindicato".

Asimismo, aclaró que en Uruguay la reglamentación rige desde 2007 bajo el decreto Nº 291/007 de Seguridad y Salud de los Trabajadores y Medio Ambiente de Trabajo, pero recién ahora se comenzará a desarrollar una estrategia de prevención concreta en la cual los referentes de cada planta tendrán un rol fundamental.

Prevenir lo irreversible

Entre 2009 y 2010 fallecieron dos trabajadores en Conaprole, Silvina Mañay, accidentada en su puesto de trabajo, y Miguel Santos por una enfermedad profesional. El 16 de abril es una fecha que promedia ambas muertes y fue adoptada por los trabajadores para incentivar la reflexión.

Ayer, en el patio delantero de la sede del sindicato, ubicada en Suárez y Agraciada, bajo una santa rita muy florida, los funcionarios de la empresa descubrieron una placa en memoria de sus dos compañeros. Fue ubicada al lado de otra que homenajea a “los forjadores de la Unidad del Movimiento Obrero del Uruguay”, firmada por el sindicato, el PIT-CNT, la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea y la Confederación de Federaciones y Sindicatos de la Alimentación.

Luis Goichea, secretario general de la AOEC, fue el encargado de recordar a ambos trabajadores y reconoció que si bien el tema de la seguridad laboral ha estado presente en las discusiones del gremio, “a veces no hemos encontrado el camino para la concreción”. Aseguró que están buscando los mecanismos para tener condiciones de seguridad “en discusiones constantes con la empresa”.

Luego del acto, Cordero aclaró en conversación con la diaria que la muerte de Santos fue calificada como enfermedad profesional pues contrajo hantavirus en el ámbito de trabajo, pero las autoridades sanitarias competentes no la califican como tal. “Cuando fallece alguien por enfermedad profesional lo determinan dos entidades, el Ministerio de Salud Pública [MSP] y el Banco de Seguros del Estado. Históricamente hemos tenido dificultades para que se reconozcan accidentes o enfermedades. Las causas que da el banco al no reconocer que el hantavirus fue adquirido en Conaprole son muy ambiguas, por lo que hemos planteado una revisión del tema a los efectos de tener un intercambio de ideas y razonar juntos.

El MSP no dice en ningún momento que el hantavirus no haya sido contraído en la planta, pero tampoco dice lo contrario”, comentó. Por otra parte, aclaró que ni el virus ni los roedores se propagaron hacia los productos alimenticios ni a otros trabajadores.