La percepción de los consumidores uruguayos en torno a las condiciones económicas permaneció estable en mayo pero decreció 7% respecto de igual mes de 2010, con una tendencia a la preocupación en cuanto al futuro de mediano plazo, “profundizándose la pérdida de optimismo a medida que el horizonte pasa de un año a tres”, según surge del Índice de Confianza del Consumidor que elabora la Universidad Católica.
Además, ese aumento del pesimismo por el futuro de la economía “del país y en el plano personal” coincide con un descenso del optimismo “respecto a una menor tasa de desempleo y a aumentos del ingreso de las familias”.
Dicha caída de la confianza en la economía del país, del -8,2%, no llegó a ser compensada por el aumento de “la predisposición a la compra de bienes durables”, de 7,6%. Ésta “aumentó fuertemente” tanto para casas como para autos, actitud que estaría alimentada “por la caída del valor del dólar a niveles de mediados del año 2002”.
Esos dos tipos de bienes son preferidos por los hombres, sobre todo los de entre 50 y 59 años de edad, aunque en el último año fueron los varones de entre 18 y 29 años los que ajustaron más al alza su predisposición a la compra de autos, y los de entre 30 y 39 años a la de casas. En el interior del país es mayor la preferencia por las casas y en Montevideo por los autos. La predisposición a éstos “es creciente respecto al nivel educativo” de los entrevistados, en tanto que a la adquisición de casas “es más alta para aquellos con menor nivel educativo”. Casi 55% de los universitarios entiende que el actual es un “buen momento para comprar autos” y 51,6% de quienes sólo completaron primaria considera lo mismo con respecto a las casas.
En términos de nivel socioeconómico, “los consumidores del estrato más alto” están casi 70% más predispuestos a comprar autos que los del más bajo, en tanto que “el estrato medio es el que presenta mayor predisposición a comprar casas”. Pero, en el último año, el nivel más bajo presentó el mayor ajuste al alza en cuanto a su inclinación a comprar vehículos, “seguido por el nivel más alto”, y observándose “lo inverso en la predisposición a la compra de casas”.