La directora del Instituto de Formación de Psicomotricidad de la Facultad de Medicina Pitié-Salpêtrière, de Francia, Anne Gatecel, habló en el marco de una conferencia sobre “La formación de psicomotricistas en el ámbito universitario”, desarrollada en el anfiteatro del Hospital de Clínicas.

Anne Gatecel

Diplomada en la Facultad de Medicina en Francia en 1983, comenzó a trabajar con adolescentes de 17 y 18 años que eran víctimas de prostitución, incesto o maltrato. Luego, se diplomó en Psicología Clínica y comenzó a trabajar con niños con trastornos de personalidad. Posteriormente se formó en Investigación psicomotriz.

También trabajó con niños preescolares en piscinas, con el fin de familiarizarlos con el medio acuático, e hizo trabajos con adultos en un hospital psiquiátrico y en guarderías. Actualmente es directora del Departamento de Psicomotricidad en el Centro Internacional de Psicosomática, docente de esta carrera y atiende en su consultorio privado y en el ámbito 
público.

Según el primer congreso europeo de psicomotricistas, esta disciplina “integra las interacciones cognitivas, emocionales, simbólicas y sensoriomotrices en la capacidad que tiene la persona de ser y de expresarse en un contexto psicosocial”. Por este motivo, se considera que la disciplina 
“desempeña un papel fundamental en el desarrollo armónico de la personalidad”.

En el marco de una actividad de intercambio, Gatecel explicó cómo se llevan a cabo los programas educativos de esta especialidad en los diferentes centros universitarios franceses. La especialista detalló a la diaria que esta disciplina es “muy francesa desde su nacimiento, por lo que se busca generar apertura” con otros países.

La estructura de la educación superior uruguaya tiene una gran diferencia con la del mencionado país. La existencia de un programa de estudios único genera que los centros tengan una formación común, lo que evita inequidades entre estudiantes que pueden pagar por la educación y quienes recurren a la opción pública.

Esto fue destacado por el director de la Licenciatura de Psicomotricidad de la Udelar, Juan Mila, ya que actualmente quienes egresan en Uruguay deben lidiar con las ventajas que a veces tienen profesionales que provienen de instituciones privadas. A su vez, la igualdad también se extiende a la hora de entregar el diploma a cada profesional que termina su carrera, ya que todos, más allá de dónde hayan estudiado, deben salvar un examen, siendo el Estado el que determina si se les otorga el certificado. En este caso, el diploma es firmado por el Ministerio de Enseñanza Superior y el de Salud, quienes tutelan esta carrera. Gatecel comentó que son muy pocos los casos en que no se concede.

En Uruguay la obtención del título o diploma de psicomotricista se da al estudiante que presente y ante un tribunal explique una monografía sobre un tema de la especialidad elegida.

Seleccionado, pero no desocupado

Para ingresar a la carrera en Francia los estudiantes deben realizar una prueba, que según catalogó la conferencista, es “muy dura”. Los cuestionarios se centran en preguntas sobre biología y francés. A modo de ejemplo, Gatecel comentó que el año pasado hubo 1.500 candidatos y se disputaron 150 lugares. Previo a esta prueba de ingreso, los estudiantes hicieron un curso preparatorio para intentar salvarla, lo que lleva alrededor de un año. Este sistema es similar al de Brasil, donde todas las carreras tienen una prueba de ingreso, la cual implica un año de preparación. En Uruguay son muy pocas las carreras que requieren estos exámenes, pero no es el caso de Psicomotricidad. Ante la existencia de esta prueba, la conferencista expresó que todos los egresados consiguen trabajar de inmediato y que es una carrera que ha despertado interés por parte de otras regiones del país para incorporarla a los centros de formación. Esto se debe a que dura tres años, los costos son bajos y tiene una rápida inserción laboral, a pesar de la crisis económica que hoy vive el país europeo. Asimismo, Mila agregó que el Estado todos los años establece un límite de vacantes en las universidades privadas, lo que a su criterio es ventajoso porque regula la demanda de profesionales.

“No vamos a formar profesionales para que estén desempleados”, expresó Gatecel. Esto marcó la amplia diferencia entre su país y Uruguay, que fue expresado por la misma audiencia cuando más de uno sonrió, ya que es una realidad constante acá.

En tanto, otro de los aspectos que destacó el director de la carrera en Uruguay, como un desafío a futuro, fue la coordinación entre las distintas formaciones de la Udelar.

En Francia existe un equipo que reúne a los directores de esta carrera de todos los centros universitarios. Allí se acuerdan los contenidos de la formación, así como los criterios para otorgar pasantías y sus metodologías de trabajo. También comenzaron a redactar manuales de Psicomotricidad.