Desde inicio de mes se conocieron nuevos datos sobre niveles de ingresos y desocupación que ratifican la continuidad de una tendencia moderadamente positiva de la economía local, pese a un enlentecimiento de la actividad que gana terreno en diferentes zonas del mundo. En ese contexto expansivo que va mostrando algunas señales de desaceleración vernácula, por ejemplo en algunos rubros de la producción industrial que ya registraron problemas anteriormente, el Banco Central anunció que durante las reuniones y seminarios que forman parte del cronograma del evento, y que tienen lugar desde ayer en la capital del país, “se tomarán importantes decisiones políticas para los países miembros del BID”. En la ocasión, Uruguay recibe a más de 3.000 visitantes que integran o acompañan a 43 delegaciones, y para el domingo está prevista la realización de un homenaje al ex presidente de la institución multilateral, el hispano-uruguayo Enrique Iglesias. El BID es la principal fuente institucional de financiamiento externo del país, que también tiene abiertas líneas de crédito y préstamos contingentes del Banco Mundial y la Corporación Andina de Fomento. No obstante, cabe recordar que la mayor parte del pasivo público nacional está en manos de tenedores de títulos soberanos emitidos por el Estado.

El presidente del BID, el colombiano Luis Alberto Moreno, quien contó para su designación en ese cargo con el respaldo de Uruguay durante el gobierno de Tabaré Vázquez, ha sostenido reiteradamente que la época actual ofrece las condiciones para ser “la década de América Latina”, ya que el subcontinente no sólo ha revertido en general algunas tendencias históricas negativas en indicadores macroeconómicos y sociales sino que viene administrando con relativo éxito las complejidades y desafíos que presenta la crisis económico-financiera internacional.

En Uruguay los indicadores económicos y sociales se mantienen evolucionando positivamente, aunque algunos aspectos medidos, como la calidad del empleo y los niveles de remuneración, continúan reflejando problemas estructurales como informalismo, baja calificación y sueldos en torno a la línea de pobreza.

El dinámico esquema de expansión económica doméstica, que empieza a ser afectado en principio por medidas proteccionistas de Argentina y Brasil, viene desarrollándose desde 2003 en base a un consistente sesgo exportador de la producción de bienes. El país avanzó en diversificación de destinos comerciales, pero no logró deslizar su eje productivo y comercial desde el núcleo duro histórico del sector agropecuario y primario de la economía hacia el terciario y la tecnología. Argentina, en este sentido, ha sido en estos últimos años el principal mercado de destino de bienes industriales de origen uruguayo con mayores grados de valor agregado. Asimismo, es la fuente de turistas más relevante que ha tenido el país en términos históricos. Según consignó en su último informe el Instituto Uruguay XXI, las mercancías de factura local que tienen mayor dependencia del mercado argentino son “Partes y accesorios para vehículos”, “Tracto-camiones”, “Hilos, cables y demás conductores” y “Papel del tipo higiénico y similares”.

Otro febrero

En febrero, las ventas externas totales del país reportaron 626 millones de dólares, 9,1% más que en igual mes de 2011, mientras que las importaciones implicaron el egreso de 600 millones, -3,2% en términos interanuales. El “Trigo” operado a través de la Zona Franca de Nueva Palmira (ZFNP) volvió a destacar en la canasta exportable, y desde ese exclave es vendido por las compañías graneras que lo producen o compran, fundamentalmente hacia Brasil. La “Carne bovina congelada” tuvo a Israel como primer destino y la colocación de “Arroz” creció 110%, completando los primeros rubros comercializados la “Madera en bruto” y la “Carne bovina fresca”. Brasil siguió siendo el primer destino de colocaciones al adquirir el 19% del total vendido desde el país, fundamentalmente “Plásticos” (11%), “Arroz” (10%), “Malta” (10%), “Leche” (9%) y “Trigo” (6%). “Es importante mencionar que en febrero Brasil impuso un derecho de dólares 5,22 por kilo a las exportaciones de acolchados producidos en Uruguay, ya que la autoridad de defensa comercial brasileña entendió que los productos exportados desde Uruguay estaban eludiendo un derecho anti-dumping fijado en Brasil a las importaciones chinas de ese producto”, agrega el informe. Le siguieron al gigante vecino según valor vendido ZFNP, Venezuela, Zona Franca Fray Bentos y Argentina, que absorbió 4% de las ventas externas, por valor de 24 millones de dólares, 48% menos que los 46 millones adquiridos desde allí un año atrás.

En materia de importaciones, durante el bimestre enero-febrero sumaron 1.232 millones de dólares, y las de bienes intermedios representaron 40% del total, configurando una señal positiva asociada a la industria, que usa esas mercaderías como insumos para su proceso productivo. Aquí destacaron los “Poliacetales” (plásticos para producir autopartes y máquinas) y los “Abonos minerales”, entre otros. Los bienes de capital fueron 24% del total comprado fuera de fronteras, con destaques de maquinaria, equipamiento en general y para transporte, y accesorios y partes.

Con relación al comercio con Argentina, la información de Uruguay XXI recuerda que el vecino del Plata adquirió durante 2010 en Uruguay bienes por valor de 502 millones de dólares, 46% más que en 2009, aunque el récord fue alcanzado durante 2011, con 587 millones de dólares en mercancías.