Las actividades se extendieron durante todo el día en distintos puntos del país y fueron organizadas por instituciones estatales así como por movimientos organizados. Pasadas las 17.00 en la explanada de la Universidad de la República comenzaba a armarse la propuesta de la Comisión Nacional de Seguimiento Mujeres por Democracia, Equidad y Ciudadanía (CNS Mujeres), que amalgamaba manifestaciones artísticas de mujeres jóvenes con la lectura de la proclama reivindicativa. Poco antes de las 19.00 mujeres charrúas que habían estado en esa actividad caminaban con pancartas rumbo a plaza Cagancha; en la explanada de la intendencia otros colectivos sostenían pancartas conmemorando la fecha. En la plaza sobresalían los papeles anaranjados -presentes en varios puntos de la ciudad- reivindicando la despenalización del aborto y una pancarta que imploraba el fin de la violencia hacia las mujeres; de allí también saldría la cuerda de tambores La Melaza con destino a la plaza Independencia. En tanto, en la plaza del Entrevero jóvenes vestidos de verde repartían volantes en contra del aborto.

Plataforma

Milka Sorribas, coordinadora ejecutiva de CNS Mujeres, dijo a la diaria que el objetivo de la actividad fue "reivindicar el 8 de marzo en la calle con el conjunto de las mujeres organizadas y la ciudadanía en general, colocar este tema como un asunto político y no simplemente como un día en que nos regalan flores".

Los reclamos del colectivo, acompañados por el Departamento de Género del PIT CNT, establecieron cuatro prioridades. La primera: "La aprobación del proyecto de ley de la interrupción voluntaria de embarazo". "El tiempo es ahora, es la consigna que tenemos en la Coordinadora de Organizaciones por el Aborto Legal, porque pensamos que existen las condiciones para que el proyecto se apruebe", dijo en relación al veto que el presidente José Mujica anunció no interponer si es aprobado por el Parlamento (ver página 3). La segunda refiere a la participación política: "Lamentablemente estamos en la base de todas las organizaciones del sistema político, pero no estamos en los lugares de decisión". Piden que la Ley de Cuotas Políticas se aplique "sin trampas" y que rija "hasta que se revierta la inequidad".

La tercera refiere al abatimiento de la brecha salarial entre varones y mujeres. Al respecto, Sorriba reconoció avances, como la ley aprobada recientemente para impedir la solicitud de constancia de test de embarazo a una mujer al momento de ser contratada o ascendida y la discusión sobre aumento de licencias maternales y paternales, pero dijo que es necesario que todo se haga "más aceleradamente, con más voluntad política para avanzar y cubrir áreas que no están cubiertas".

El avance del Sistema Nacional de Cuidados "con alcance nacional y presupuesto genuino donde las personas que cumplan ese rol tengan formación y capacitación y una categoría laboral específica" fue la última prioridad señalada.

Culturas varias

Bailarinas, raperas y DJ de hip-hop tuvieron un lugar destacado en la actividad de CNS Mujeres. Había unos cuantos varones, pero eran los que acompañaban a las chicas. Eugenia, una de las raperas, contó que estaban allí para “reivindicar a la mujer” y que el mundo del hip hop 90% son varones; sin embargo, “las mujeres cada vez somos más y estamos metiendo fuerza”. Al finalizar uno de los bailes, el coro masculino se hizo sentir, cantando “vamos las pibas”. Virginia, una de las bailarinas, destacó la participación femenina en la cultura hiphopera y el rol de ésta como “una herramienta de educación informal”, dado que “podemos educar especialmente a los chicos que se encuentran en situación de calle -porque es una cultura que se originó en las calles en los barrios bajos- a que se sientan parte de un grupo y de esta cultura, que se basa en la unión y el respeto, en el respeto a la diversidad y en el progreso individual y colectivo”.

Mónica Michelena, integrante de la Unión de Mujeres del Pueblo Charrúa, apeló a la condición de “guardianas de los valores éticos ancestrales” de las mujeres charrúas. Sostuvo que “el machismo fue introducido por el colonialismo, [los charrúas] tenían otra cosmovisión, había reparto de tareas pero, según las crónicas y por lo que sabemos de la poca memoria oral existente, tenemos datos que dicen que las mujeres mediaban en los conflictos entre los hombres y cuando era necesario también salían a luchar. En plenas campañas de exterminio fueron las mujeres las que resistieron mientras los hombres iban a batallar y muchas veces tuvieron que tomar posicionamientos muy fuertes respecto a la sobrevivencia. Un dato no menor es que cuando agarran a Bernabé [Rivera] fueron las mujeres charrúas las que decidieron no perdonarle la vida por todas las muertes ocurridas en Salsipuedes y en otras matanzas”.