La convocatoria estaba prevista para las 14.00 y a la hora en punto ya había llegado el primer ómnibus que arrimó a docentes, padres y algunos estudiantes del liceo Nº 48 de Punta de Manga. La presencia de padres y madres de los liceales no dejaba de llamar la atención. En su mayoría, demostraban preocupación por el estado edilicio de los centros y porque los chiquilines comiencen las clases, para que no permanezcan en la calle y con exceso de tiempo libre.

Discrepancias

El director general del Consejo de Educación Secundaria, José Pedro Tinetto, sostuvo en conversación con la diaria que todos los liceos de Montevideo están en condiciones de empezar a impartir clases. “No estamos diciendo que están en una situación ideal, sino que están dadas las condiciones mínimas”, dijo. Asimismo, aclaró que “son condiciones mínimas pero no de riesgo”. Consultado sobre un posible plan de contingencia para reponer las clases que han perdido los estudiantes, expresó que se tomarán decisiones más adelante, en función de la cantidad de días de atraso escolar. En tanto, ayer al finalizar el Consejo de Ministros, los voceros también se refirieron a la situación de conflicto desatada. El secretario de Presidencia, Alberto Breccia, cuestionó la interrupción de las clases durante cuatro días decidida por ADES y dijo que se trata de un hecho en torno al cual toda la sociedad debería reflexionar, porque “estamos hablando de 11 liceos de más de 280”. Manifestó que el diálogo debe conformarse por actores políticos y sociales, y que “esa voluntad no debe ser unilateral”. Sostuvo que cuando se dice “está todo mal” significa tener “una visión miope de la situación”. Por su parte, el prosecretario de Presidencia, Diego Cánepa, dijo que se promoverá un ámbito de diálogo para “resolver los planteos del conflicto”.

Al ser consultada por el estado en que se encontraba el liceo 48, Laura, madre de Manuela, exclamó: “es espantoso”, y describió: “No hay baños, los salones se llueven, hay una colmena de abejas”. Su hija detalló que comparten “un baño entre mil y pico de alumnos” y que “hay algunos que no tienen puertas colocadas, por eso tenemos que ir de a dos al baño para sostenernos la puerta”. En relación con las abejas dijo que el año pasado fumigaron, pero no murieron todas, por lo que podían verse en los marcos de las ventanas muchas abejas muertas, mientras que las vivas continuaban sobrevolando y a la hora del recreo “se alborotaban más”.

Por su parte, Katerine, quien comenzará cuarto año por segunda vez cuando inicien las clases, dijo que hay “salones que se llueven como si estuvieras afuera”.

Julio Moreira, secretario general de ADES Montevideo, detalló que no se trata de un liceo añejo, sino que fue construido hace unos 12 años; “en el piso superior se filtra agua en absolutamente todos los salones” y, por momentos, “el agua se acumula en la azotea como si fuera una piscina”. También se refirió a la falta de controles que hubo durante años y a la implementación de materiales de mala calidad, cuando se pagaba costos de máxima calidad.

Minutos más tarde, se sumaron a la jornada docentes y padres que fueron llegando en ómnibus desde otros liceos. Mediante carteles y pancartas comunicaban las dificultades que enfrentaba el centro al que representaban. Ejemplo de ello eran dos docentes del liceo Nº 45 de Camino Maldonado, que habían armado una cartelera con fotos de salones inundados, paredes con humedad, cables sueltos, llaves de luz colgando y goteras aguantadas con baldes. Explicaban que el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) clausuró algunas áreas del edificio, por lo que el número de salones se había reducido considerablemente, motivo por el cual resolvieron no empezar las clases. Lo que más alarma a la docente de idioma español que sostenía la cartelera es que luego de clausurados los espacios “no vino nadie a hacer nada, ni siquiera a mirar, y ahora el Consejo de Educación Secundaria dice que el local ya está pronto para empezar las clases”. “¿Para qué cerraron 15 días el liceo entonces?”, cuestionó.

María Eugenia, profesora de historia del liceo 11 del Cerro, comentó que lo más preocupante es dar clases en espacios “precarios” donde corre riesgo la vida de los estudiantes. “¿Cómo podemos trabajar en espacios que se llueven o donde hay paredes que transmiten electricidad? Ni siquiera tenemos garantizada la seguridad física de los alumnos, en su mayoría menores de edad”, reflexionó. En su opinión, el deterioro de los edificios, así como la falta de “buenas políticas educativas”, impide el normal desarrollo de los cursos y repercute en la calidad educativa de los liceos estatales.

Una vez que la concentración contó con un importante número de docentes, procedieron a ingresar al Codicen. Previamente, algunos padres fueron invitados a hablar por el altoparlante dispuesto en la vereda. Una madre del liceo 70 del Cerro fue muy contundente en sus palabras. Dijo que estaban allí para reclamar “dignidad” para sus hijos, para “no tener que irlos a buscar a los calabozos de la comisaría porque estaban todo el día al pedo”. Hizo su pedido con voz firme y dio por descontado recibir una respuesta concreta, porque “ustedes dicen que la juventud es el futuro de nuestro país”. Terminó su discurso y se abrazó con una docente del liceo y luego con otra madre.

Pedidos

Los docentes entregaron al presidente del Codicen, José Seoane, y a los consejeros una carta en la que se solicita la reparación inmediata de algunos liceos y la construcción de 30 centros nuevos. Moreira explicó que fueron recibidos personalmente en el hall de entrada por Seoane y por los consejeros del organismo Néstor Pereira y Teresita Capurro, mientras que los consejeros Daniel Corbo y Nora Castro no se apersonaron para recibir la carta en mano.

Los padres sí fueron recibidos por las autoridades y participaron en una prolongada reunión, definida como una “instancia de diálogo interesante y cordial” por el consejero Néstor Pereira. En diálogo con la diaria comentó que se comprometieron a enviar hoy a todos los centros de estudio un nuevo plan de trabajo, donde actualizarán los tiempos de obra y estimarán la fecha de inicio de clases en los liceos que estaban en peores condiciones.

Pereira reconoció que los padres venían con expectativas de irse con algún compromiso firmado, pero las autoridades pospusieron para hoy la emisión de documentos formales con la información requerida.

Emiliano Mandasen, presidente de ADES, se refirió al involucramiento de los padres. Dijo que con su presencia “cayó un mito; el mito de que era un reclamo de una corporación”. “Los informes del MTSS revelaron que no era un reclamo antojadizo de los profesores, sino que era un reclamo real por las condiciones”, agregó.

Consultado sobre qué acciones revertirían la postura, tanto del gremio capitalino como de la Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria, señaló que eso sucederá cuando “haya un proyecto educativo que involucre a todos los protagonistas de la educación y a la sociedad en general, donde debatamos a fondo qué situación tenemos, un presupuesto acorde, un plan de obras que recupere los centros que están en pésimas condiciones, y que construyan nuevos centros de acuerdo a las necesidades demográficas y de crecimiento de las matrículas”. “Un proyecto que realmente sea elaborado por la sociedad en general, y no un acuerdo entre cuatro paredes que no tiene aplicación en la realidad concreta”, concluyó.