Un gran molinete de colores y varios molinetes más chicos sobre un fondo celeste parecen girar en el afiche de la 7a edición de la Semana de la Ciencia y la Tecnología, organizada desde 2006 por la Dirección de Innovación, Ciencia y Tecnología del Ministerio de Educación y Cultura (MEC).

El afiche invita: “Sumate a la energía”, indicando un doble sentido. Las Naciones Unidas eligieron 2012 como el Año Internacional de la Energía Sostenible para Todos, y ése es el tema seleccionado para esta edición. A ese ramo pertenecen varias empresas que esta semana están abriendo sus puertas. Entre ellas está Alur SA, con su planta de producción de Biodiésel de Montevideo, el complejo industrial agroenergético de Bella Unión y de producción de Paysandú; las centrales hidroeléctricas del río Uruguay y las del Río Negro, las centrales térmicas de UTE de Montevideo, y emprendimientos de generación de energía a partir de biomasa y parques eólicos (en Tacuarembó, San José, Maldonado y Rocha), a lo que se suman las actividades organizadas en instituciones educativas y gubernamentales. El programa completo puede ser consultado en www.semanacyt.org.uy .

El otro sentido del eslogan se lo da el crecimiento sostenido de la actividad. Gustavo Riestra, director del departamento de Cultura Científica del MEC, dijo a la diaria que cada año se suman más empresas que abren sus puertas, más las instituciones que organizan jornadas académicas y visitas guiadas (entre ellas, las cinco estaciones del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria, Facultad de Ciencias y de Ingeniería de la Universidad de la República, el Instituto Pasteur, el Clemente Estable, el espacio de Ciencias Vivas en el Planetario y Espacio Ciencia en el Latu, liceos y museos).

Por otra parte, mencionó que este año se inscribieron 300 académicos reconocidos para dar conferencias y que recibieron 1.200 solicitudes para que los divulgadores fueran a centros educativos. Riestra indicó que hasta ayer llevaban asignadas más de 250 conferencias y que entre esta semana y la siguiente definirán el resto; al decir esto aclaró que la semana como tal (que esta vez va del 21 al 28 de mayo) ya les queda chica y que, de hecho, las actividades se extienden a lo largo de dos semanas. Cuando comenzó la edición, en 2006, habían participado 8.000 personas y en 2011 alcanzó a involucrar a 43.000.

Aterrizajes

El hall de la Facultad de Ciencias fue visitado ayer por varias tandas de escolares y liceales; también estaban abiertos los laboratorios, donde diferentes estudiosos de la institución mostraban su quehacer cotidiano. Se exhibían tres proyectos en el hall. Uno de ellos era el de “Fósiles originales de embriones de mesosauro”, cuya investigación, a cargo de la docente Graciela Piñeiro, ha tenido repercusión mundial. Allí estaba la docente junto con un bachiller, Alejandro Ramos, mostrando las joyas de mesosauro que tenían entre manos. Al fondo del recinto se exhibían dos enormes réplicas de un toxodonte y un macrauquenia, dos especies que habitaron nuestras tierras a mediados del Pleistoceno, hace cerca de 11.000 años; el stand se completaba con la exhibición de un diorama que representaba el fondo del mar que cubría lo que es hoy Uruguay, hace 400 millones de años. Alejandra Rojas era la responsable del proyecto, titulado “De los fósiles de tu departamento a los fósiles de Uruguay”, que difundió la temática de manera didáctica; contó que las réplicas de los mamíferos se las habían comprado al Museo de La Plata.

El tercer stand refería a un proyecto de reptiles y también fascinaba a los estudiantes. La docente tomaba diferentes especies de víboras y explicaba cuáles eran venenosas, cuáles no y qué hacer en caso de ser mordidos; también mostraba sapos y “falsas ranas”, conversaba con los niños sobre las diferencias y desmitificaba la creencia de que los sapos eran los machos y las ranas las hembras. Un microscopio en la mesa permitía ver más detalles de los batracios. Los alumnos participaban fascinados en todos los stands y sacaban apuntes en cuadernolas y libretitas.

En el intercambio, que resultaba placentero para docentes y para alumnos, se constataba a simple vista el cumplimiento del objetivo de la Semana de la Ciencia y la Tecnología: acercar el conocimiento en investigación, desarrollo e innovación a la sociedad. Pero no sólo a los niños y adolescentes les interesa la temática; Riestra comentó que en los últimos dos años ha crecido el número de adultos que concurren (el año pasado fueron 30% de los participantes) y subrayó que eso marca que ellos “también quieren conocer qué está pasando en Uruguay en el marco de los avances científico-tecnológicos”. Por otra parte, se destaca la fuerte presencia de actividades en el interior del país, lo que extiende más el conocimiento hacia territorios a los que no siempre llegan investigaciones de calidad.

La 7ª Semana de la Ciencia y la Tecnología es organizada por el MEC, la Agencia Nacional de Investigación e Innovación, la Administración Nacional de Educación Pública, las facultades de Ciencias y Química, el INIA, el Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable y la Sociedad Uruguaya para el Progreso de la Ciencia y la Tecnología. Financian la Dirección Nacional de Energía del Ministerio de Industria, UTE y Antel.