De la investigación de 2011 de Natalevich y Silvera se desprende que los responsables de Telemundo, Subrayado y Telenoche asignan intencionalmente a las policiales un lugar de preponderancia frente a otro tipo de noticias. Esto tiene que ver con que su destaque es continuo, con su aparición en los titulares, con la existencia de periodistas especializados y con que tienen segmentos claramente diferenciados dentro de los noticieros. “La intencionalidad está dada, justamente, por el conjunto de decisiones conscientes que toman periodistas y directivos, en detrimento de otras opciones”, explican.
Los tres informativos buscan la “espectacularidad” mediante el uso de recursos narrativos de imagen, sonido y locución con el fin de “dramatizar” y de delimitar “roles actanciales propios de la ficción al establecer dicotomías entre personajes ‘buenos y malos’”. Las imágenes tienen un sentido “más dramático que explicativo”. Consisten, en general, en primeros planos con detalle de objetos en incendios, cadáveres, sangre, heridos y personas llorando. Los autores advierten que “abundan en adjetivos, valoraciones, opiniones, calificativos en la narración de la noticia”. “Frecuentemente las noticias tienen su explicación mediante presunciones de lo que pudo causar el hecho o de lo que podría haber pasado, siempre aludiendo al peor escenario posible”, indican.
Entienden que los testimonios que se recogen son usados para “dar sensaciones sobre lo ocurrido y no para ayudar a entender qué pasó o por qué” pareciéndose “más a una caja de resonancia del sentir popular que a una fuente de información”. “En la mayoría de las ocasiones, el testimonio es utilizado para justificar la importancia asignada al hecho policial; el testigo o la víctima son la prueba principal que tiene el noticiero de que ‘esto le importa y preocupa a la gente’, tal como lo explican sus responsables”, sostienen.
Advierten que la construcción de la noticia se basa en la información de la Policía, sin tener en cuenta la judicial, “que es la que define si hubo delito o no, investiga en profundidad y determina quiénes son los responsables”. Sobre la base de este conjunto de elementos, se concluye que “el televidente está ante un proceso de disminución de la calidad informativa en la emisión de las noticias policiales, que es funcional a la búsqueda de espectacularidad del producto informativo”.
Los investigadores tomaron como paradigmático el caso que hoy está en manos de la Justicia civil, y durante la entrevista con Almendras (uno de los informativistas enjuiciados) le pidieron una evaluación del tratamiento de esa noticia. “Se trató como tiene que tratarse en un caso de abuso de menor o de presunto abuso de menor. Si el padre hubiese sido hallado culpable por la Justicia, la gente hubiese dicho que la prensa fue encubridora de un violador. Ante la duda… si bien nuestros juicios no son de juzgado, sino de periodistas. Yo no soy juez, no tengo por qué emitir juicios. Simplemente preguntas a la fuente. No me importa si a la fuente la están llevando a un auto, yo tengo que preguntar, es mi obligación”, dijo.