Fiel a la filosofía que promueven sus impulsores, la presentación del libro fue en la Posada al Sur, un emprendimiento cooperativo de la Ciudad Vieja que hospeda a personas, muchas de ellas turistas. Además, al momento del típico brindis en este tipo de eventos se contrató a dos cooperativas de trabajo que se dedican a la elaboración de bebidas y comidas en los caterings. Estos detalles son parte del mensaje que el libro busca transmitir: “No es que una nueva economía distinta a la capitalista sea posible, es que ya existe: es la economía social y solidaria”.

En el lanzamiento, Guerra explicó que no se trata de un ranking de los 15 casos más exitosos, porque no se quiere imitar ese tipo de herramientas de la economía capitalista que fomentan la competencia. En cambio, la selección busca mostrar los distintos rubros que los emprendimientos asociativos y cooperativos pueden abarcar. “En la publicación se muestran resumidamente las experiencias y se las muestra como una salida esperanzadora en tiempos de crisis”, destacó.

Viene al caso

Consultada por la diaria acerca del rol que juegan los emprendimientos cooperativos en España en este momento de crisis, la directora de investigación de Setem, Anna Fernández, indicó: “Aunque la crisis avanza de manera rápida, el nacimiento de nuevas cooperativas está en un momento iniciático”. De todas formas, señaló que muchas cooperativas están resistiendo la crisis mejor que muchas empresas capitalistas. Además, explicó que en este momento no aparecen nuevas cooperativas de producción, pero sí tienen mucho auge las de consumo, en las que la gente se une para consumir de manera conjunta.

Por su parte, el integrante de la cooperativa española de energía Som - “somos” en catalán- Josep Prat, cuya experiencia se encuentra registrada en el libro, dijo al respecto que si bien estas iniciativas están siendo “bastante incipientes”, la gente las evalúa “muy positivamente”. “Cuando uno habla de que se ha montado una cooperativa, por más que sea pequeña, da mucho más esperanza que cuando uno monta otro tipo de emprendimiento. En una cooperativa, en vez de despedir a uno de los que integran la empresa, vamos a ser capaces de aguantar mejor la situación entre todos”, destacó.

En la presentación, Fernández hizo referencia a una serie de investigaciones llevadas a cabo desde Setem con el objetivo de detectar en qué invierten el dinero los bancos. Como resultado de los estudios consignaron el caso de Banco Santander, que invierte sus fondos -es decir, los ahorros de sus clientes- en la industria armamentística y en grandes infraestructuras que desplazan gente de sus comunidades, como una represa en la selva amazónica. Asimismo, Fernández explicó que su organización se encarga de difundir y concientizar acerca de los valores que promueve la economía solidaria: democracia, equidad, justicia distributiva, cuidado del medio ambiente y producción de bienes y servicios que sirvan a las verdaderas necesidades humanas. La investigadora señaló que todas las personas que se acercan a Setem describen ese momento como “un punto de inflexión” en sus vidas.

El presidente del uruguayo Comité Nacional Año Internacional de las Cooperativas, Juan José Sarachu, enmarcó el libro en las actividades conmemorativas y leyó parte del prólogo, a cargo de Jordi García 
-integrante de la Red de Economía Solidaria y Alternativa-, quien habla de la existencia de más de 800 millones de cooperativistas en el mundo y de su creciente expansión. En este sentido, Sarachu recordó su teoría de que el sistema económico vivirá un vuelco hacia los valores de solidaridad y cooperación en la segunda mitad de este siglo.

Los casos

Las cinco experiencias americanas recogidas en la obra son una asociación de artesanos en Bolivia, una cooperativa de consumo, ahorro y crédito en un pequeño pueblo de Ecuador, un emprendimiento cooperativo textil argentino, la Red de Comercialización Comunitaria y Alternativa de Honduras y la Plataforma de Organizaciones por un Comercio Justo y Solidario de Brasil.

En el caso de África, se reseñan las experiencias de las “cocinas colectivas” de Malí, un centro de reciclaje de bolsas de plástico en Burkina Faso, una empresa que garantiza ingresos estables para mujeres artesanas de Swazilandia, la Unión Cooperativa de la Red de Organizaciones Ganaderas y Campesinas de Senegal y los fondos africanos para emprendimientos solidarios.

En Europa, además de la cooperativa de energía en Girona se muestra la experiencia de la Asociación de Consumidores de Productos Ecológicos en Pamplona, una organización de comercio justo en Córdoba y dos casos en Bilbao: una red de inserción sociolaboral contra la exclusión social y una experiencia de banca ética. Este último caso resulta particular en un momento en el que el debate en España se centra en el rol de los grandes bancos y las implicancias de sus rescates. El proyecto de banca ética se basa en la responsabilidad en el manejo de los ahorros a partir de metodologías participativas de gestión y con un énfasis en el financiamiento de proyectos de utilidad social que promuevan valores solidarios.