Se señala allí que los flujos de capital IED captados por el país crecieron desde 2005, fecha de llegada de la inversión finesa para la producción de pasta de celulosa. “De hecho, la IED en términos del PIB aumentó de 2,8% en promedio en el período 2001-2004 a 6% en 2005-2011”, se precisa después. “Luego del descenso registrado como consecuencia de la crisis financiera mundial de 2008, el flujo de IED registró su máximo valor histórico, US$ 2.289 millones en 2010, manteniéndose en niveles similares en 2011 (US$ 2.191 millones)”, reseña el estudio del organismo mixto de promoción comercial. A continuación agrega el desembarco en 2010 del consorcio sueco-finés-chileno Montes del Plata, que también producirá celulosa en una factoría cuya construcción prepara en Punta Pereira, departamento de Colonia. “Esta inversión tendrá un impacto estimado en el PIB de Uruguay del orden de un punto porcentual en 2012 y 2013, como consecuencia de la construcción de la planta en 2012 y de la puesta en funcionamiento de la misma en 2013”. Si se compara el registro acumulado al primer trimestre de este año con el anual total correspondiente al año crítico de 2002, encontramos que el resultado trepa de apenas 194 millones de dólares llegados por IED en aquel año a 693 millones arribados en enero-marzo. “La inversión de la empresa Montes del Plata se estima en aproximadamente 1.900 millones de dólares en la planta y 700 millones de dólares en los terrenos. La planta estará operativa en el primer trimestre de 2013. Esta inversión se imputará en la IED de 2011, 2012 y 2013”, amplía el informe.

Desde 2008, Uruguay ha consolidado su “período de mayor captación de inversiones extranjeras” al recibir un “promedio de más de US$ 2.000 anuales”, presentando de ese modo “uno de los más altos ratios de la región”. En particular, en 2011 el stock de IED totalizó US$ 14.859 millones, lo que equivale al 32% del PIB. Este ratio es superior al registrado por Argentina (21,3%), Brasil (27,1%) y Colombia (20,3%), aunque inferior a Chile (63,6%)”.

En cuanto a la procedencia de esos capitales, los principales orígenes son Argentina, Brasil, varios países de Europa, y también del NAFTA. “A comienzos de la primera década de 2000, a excepción de 2001, los países europeos fueron los que más invirtieron en Uruguay, explicando más de un tercio del monto de la IED recibida. Sin embargo, esta situación se modificó en los últimos años. En el período 2006-2010 su participación disminuyó a 16%, dejando al Mercosur ocupar el principal origen de las inversiones”. Esa modificación se alinea con las tendencias globales en la materia, por la cual “los países desarrollados están perdiendo protagonismo y los países emergentes son quienes realizan mayores inversiones, principalmente en países de la misma región”. La siguiente evolución grafica la explicación con contundencia: en 2005 los países de Europa fueron los responsables de 80% de la emisión de IED mundial; en 2010 este porcentaje cayó a 36% y, en contrapartida, “la participación de los países emergentes pasó de 14% en 2005 a 25% en 2010-11”.

Las inversiones procedentes del Mercosur se recuperaron paulatinamente desde 2004 tras la fuerte caída verificada en 2003 en el marco de la crisis económica y financiera de la región. Entre 2007 y 2009 consolidaron un nivel de estabilidad, representando aproximadamente 35% del total de la IED captada por el país y “pasando a ser el principal origen de la inversión extranjera”. En 2010 sumaron 32% del total con Argentina como país de mayor incidencia al ser origen de más de 80% del total de capital invertido en el país desde las economías vecinas.

El barrio

Entre los más de 30 países que tienen a Uruguay como destino de algunas inversiones se destaca Argentina como el que más capital radica. El vecino del Plata “históricamente ha estado dentro de los tres principales orígenes de la IED recibida, con una participación promedio de 23% en el período 2001-2010”. Esta relación se profundizó desde 2006, al punto de que en 2010 la inversión local desde la orilla vecina del Plata rondó los 600 millones de dólares. Este dinamismo viene teniendo como principales sectores de actividad de destino al agropecuario, el inmobiliario y el hotelero. Entre las empresas que ejemplifican ese movimiento se cuentan Agroland, agroindustrial con proyectos en marcha en los rubros forestal, ganadería, vid y olivícola, y El Tejar, “una de las principales productoras y exportadoras de commodities del mundo, presente en Brasil, Bolivia, y Uruguay”.

El principal socio comercial de Uruguay, Brasil, tiene más participación en la IED recibida desde 2005, “hasta alcanzar en 2008 el máximo del período (9%)”. En 2009 y 2010 redujo su inversión pero, “en los últimos años, los capitales brasileños se han invertido, principalmente en el sector agroindustrial, buscando complementar sus cadenas productivas bajo la modalidad de adquisición de grandes empresas nacionales”. Éstas giran principalmente en las industrias de bebidas, cárnica, arrocera, química y plástica. El grupo Marfrig es propietario de cinco plantas frigoríficas en el país “y de 51% de la curtiembre Zenda Leather” (ex Branáa). La firma Camil Alimentos compró en 2007 la arrocera Saman por 160 millones de dólares, mientras que en el subsector bebidas, el grupo AB InBev12, “de capitales belgas, brasileños y estadounidenses, produce y comercializa las principales marcas de cerveza del Uruguay”.

En la industria química sobresale la adquisición -por el grupo brasileño Ultrapar Participações SA- de la empresa American Chemical ICSA por 79 millones de dólares. En la industria del plástico, la compañía LEB -de capitales brasileños y uruguayos- fabrica film stretch y preformas PET.

La ciudad

Otro origen relevante de inversión doméstica es España, aunque perdió participación en los últimos años “como consecuencia de su delicada situación económica”. Entre 2001 y 2010 fue la segunda procedencia de la IED uruguaya “con una participación promedio de 8%”, pero en 2009 y 2010 “disminuyó considerablemente” hasta marcar el 3% del total en 2010. Los sectores de actividad local que despiertan más interés en los capitales españoles “son servicios, principalmente contact-centers y financieros, y construcción e infraestructura”. Al interior de servicios, “dos de las principales empresas mundiales de atención al cliente y Business Process Outsourcing (BPO) 14, Atento y Avanza, eligieron Uruguay para la instalación de plataformas de centros de contacto”, apunta el informe.

En cuanto al bloque norteamericano NAFTA, su inversión directa en el país verificó un “considerable descenso en 2010, alcanzando a registrar un flujo neto negativo. Mientras que en 2009 el flujo de la IED fue de US$ 167 millones, en 2010 fue de US$ -36 millones”, lo que fue resultado de “retiros de capitales provenientes de Estados Unidos”. En 2001, este país tuvo una participación de 25%, habiendo sido el segundo origen en valor efectivo, y en 2004 tuvo su menor participación (0,4%). En 2009 recuperó el dinamismo al invertir en el país por el 11% del total captado, pero en 2010 volvió a retraerse, “presentando incluso un retiro de capitales”. “Las inversiones provenientes de Estados Unidos tienen como destino una amplia gama de sectores, siendo los servicios e industria los más relevantes”, resume Uruguay XXI, que después apunta la importancia cobrada durante los últimos años para la economía doméstica por el arribo de capitales desde Asia. “Países como India, Japón, Corea del Sur y China son responsables de grandes proyectos greenfield en Uruguay en el sector secundario y terciario”, con el anglicismo nombrando a los negocios que “deben ser formados desde el inicio o se debe cambiar completamente uno existente”. Servicios de información y consultorías, e industria automotriz, son las actividades que destacan la presencia de capitales asiáticos en el país, que proceden de países como India, Japón, Corea del Sur y China.