Los datos surgen del informe “El empleo en las cadenas agroindustriales 2012” de las economistas Verónica Durán y Gabriela Pérez, incluido en el Anuario de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (OPYPA), del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).

La actividad agropecuaria ocupó más de la mitad de los empleos del sector en 2012, lo que significó casi 19.000 puestos de trabajo más que los generados en la agroindustria, según las estimaciones de las autoras, que basaron el estudio en la Encuesta Continua de Hogares del Instituto Nacional de Estadística.

En el año de estudio, la ganadería es el sector que más ocupados concentró en el sector agropecuario con 57%, seguido por la agricultura con 32%, la forestación con 9% y la pesca con 2%. Un dato significativo que destacan las autoras es que la fase industrial de la ganadería ocupó “apreciablemente” menos empleo que la etapa primaria. En la agricultura los rubros más demandantes de mano de obra fueron la fruticultura (10%) y la horticultura (8%); en tanto, los cereales y las oleaginosas y el arroz generaron un número de puestos de trabajo sensiblemente menor, con 4% y 2%, respectivamente.

“El agro es el sector menos asalariado de la economía”, afirma el estudio, que corrobora que 30% de los ocupados del sector son patrones (productores con algún empleado) o trabajadores por cuenta propia (es decir, productores familiares sin dependientes). “Por el contrario, la agroindustria es el sector más asalariado de la economía, si no se toman en cuenta los trabajadores públicos (75%)”, confirma la investigación.

Criollos viejos

El informe de Durán y Pérez evidencia algunas características del empleo en el sector que tendrán consecuencias futuras de no ser atendidas. “A diferencia del resto de los sectores de actividad de la economía, donde las personas de más de 60 años representan apenas el 8% de los ocupados, en el agro este grupo etario representa el 14%”, explica el estudio.

La ganadería vacuna, que ocupa 43% de los empleos primarios del agro, es el subsector que más contribuye al envejecimiento, ya que concentra casi 70% de los ocupados agropecuarios de más de 60 años. En cambio, en agricultura de granos, arroz y forestación las personas de mayor edad están entre 5% y 8%.

“El envejecimiento de los ocupados agropecuarios no se explica por la edad de los asalariados, ya que casi todos (94%) son menores a 61 años de edad, sino que la gran mayoría (72%) de los ocupados de mayor edad son productores (patrones con empleados o productores familiares)”, indica el estudio.

En el sector agropecuario primario 78% de los ocupados son trabajadores masculinos; en la agroindustria, por su parte, los hombres son 59%. Entre los trabajadores familiares no remunerados se registra una pronunciada presencia de mujeres (70%), la mayoría entre 26 y 60 años de edad.

Siempre le hablan de la ley

Otra característica del sector es la evasión a la seguridad social: si se considera, en sentido restringido, “como sinónimo de ausencia de cobertura de la seguridad social, las cadenas agroindustriales en su conjunto registraron en 2012 un grado de informalidad algo mayor al promedio de la economía”, afirma el estudio. El sector agropecuario registró en 2012 un grado de informalidad de 31%, constituyéndose en el segundo sector más afectado por el incumplimiento de la normativa de la seguridad social de sus ocupados, después de la construcción.

Los datos del trabajo muestran además que la mayor parte de los ocupados primarios que no aportaron a la seguridad social eran productores familiares. La mayor concentración de informales primarios se encuentra en la ganadería vacuna y ovina con casi 19.000 personas, que representan 28% del total de los ocupados ganaderos. Aunque involucra a menos trabajadores, la situación es más aguda aun en la forestación, en la que 46% de los ocupados no tuvo cobertura en 2012. También en la horticultura la informalidad fue alta, con 44% del total de ocupados en esta situación.

Hubiera querido estudiar

Los trabajadores del sector primario que no finalizaron el nivel de educación secundaria comprenden 77%, los que cuentan con bachillerato o educación técnica son 15%, los que tienen educación terciaria son 4% y quienes tienen estudios superiores a los terciarios son 3%.

Si bien 83% de los trabajadores agropecuarios de más de 60 años tenía bajo nivel educativo, “es preocupante que 78% de los jóvenes de hasta 25 años que trabajaban en el sector no hubieran logrado finalizar la educación primaria o secundaria ni hubieran iniciado ningún tipo de educación técnica en 2012”, advierten las autoras.

En 2012 las cadenas agroindustriales generaron ingresos mensuales más bajos con respecto a los demás sectores de la economía, afirma el informe. El ingreso medio de ocupación principal, tanto en el sector primario como en la agroindustria, ascendió a 15.000 pesos en 2012, lo que fue menor a lo que percibieron los trabajadores de la industria no agropecuaria (18.990 pesos), el transporte y almacenamiento (21.304 pesos) y la construcción (16.817 pesos).

“Cerca de 10.000 ocupados agropecuarios recibieron ingresos insuficientes por su ocupación principal, lo que les habría impedido superar la línea de pobreza si éste fuera su único ingreso”, afirma el informe. Por otra parte, el estudio señala que uno de los factores determinantes del ingreso es el nivel educativo del trabajador. En 2012, “los asalariados agropecuarios de menor nivel de capacitación obtuvieron en promedio la mitad del ingreso por hora con respecto a los asalariados con alta capacitación”, establece el estudio.