El informe trimestral de coyuntura publicado ayer por el Instituto Cuesta Duarte (ICD) del PIT-CNT valoró que pese a cierta desaceleración respecto de registros anteriores, en 2012 se verificaron guarismos “muy buenos”, en términos de crecimiento económico, como en el mercado de trabajo.

Respecto del crecimiento de 3,9% en la actividad económica durante 2012, el informe destaca que “en un contexto externo menos favorable y luego de varios años de aumento excepcional en la actividad”, era “esperable” que el ritmo de crecimiento se enlenteciera, al tiempo que calificó la tasa de expansión del producto como buena.

A nivel externo, el informe indica que “la debilidad [para la economía uruguaya] sigue proviniendo de la región”, principalmente de Brasil, cuyo crecimiento económico en 2012 fue calificado como “muy bajo”, y cuya actividad industrial lleva algunos años de estancamiento. El informe hace hincapié en la caída experimentada por la competitividad de los productos uruguayos, debido a que el tipo de cambio real-dólar creció por encima de la evolución del dólar en Uruguay. Respecto de Argentina, el ICD subraya que las trabas al ingreso de productos extranjeros por parte del gobierno de ese país afectan negativamente la producción de algunas industrias uruguayas. A esto se suman las repercusiones sobre el turismo del “endurecimiento” a las compras de dólares y al gasto de los argentinos en el exterior.

El informe “alerta” sobre la evolución contractiva de los volúmenes exportados en contraposición a la expansión de las importaciones, aunque menciona que ello “no respondería a dificultades de colocación de productos”, ya que los productos “clave”, como la carne bovina, mostraron un desempeño “satisfactorio”. Según el instituto dependiendte de la central sindical, el empeoramiento se debió “casi en un 90%” al “mal desempeño” de la zafra de trigo y arroz debido a factores climáticos y sanitarios.

En materia de empleo e ingresos, el ICD valoró los indicadores como “favorables”, aunque hizo un llamado de atención a las autoridades económicas a “enfrentarse adecuadamente” a los desafíos para “no desandar la senda de avances alcanzados tanto en materia de inversión como a nivel social”. En este plano reclamó avances en la universalización del acceso a la cobertura de seguridad social y en la erradicación de los salarios sumergidos, que, según estimó, aún afectan a “cientos de miles” de trabajadores. Respecto de la evolución del salario real durante 2013, el instituto del PIT-CNT sostuvo que “va a depender de los acuerdos que se alcancen en la quinta ronda” de Consejos de Salarios, que comenzó el año pasado y culminará en julio del presente. Entre los “desafíos” para la ronda enumeraron la mejora del salario real de los trabajadores “con ingresos sumergidos”, así como del salario mínimo nacional.

El informe valora que no es “sostenible” solucionar los problemas de competitividad mediante la reducción de los costos salariales y, por el contrario, subraya la importancia de la política salarial como herramienta distributiva.

También considera que la inflación es “uno de los principales desafíos” para la política macroeconómica y señala la importancia que tiene la credibilidad de la meta inflacionaria por parte de los agentes económicos, ya que éstos “actúan en consecuencia”. “Se van acotando las medidas más tradicionales para combatirla” afirma el informe, que entiende que los problemas de competitividad “dificultan la posibilidad de seguir aumentando la tasa de interés de referencia” por la presión a la baja que la medida ejerce sobre la cotización del dólar.

En materia fiscal, caracteriza como “transitorios” los factores que explicaron la evolución “creciente” del déficit y menciona entre ellos las obligaciones derivadas de la liquidación del Banco Comercial en 2002, los pagos asumidos por el cierre de la empresa Pluna y la variación de existencias de ANCAP. Según el ICD, estos gastos “limitan la posibilidad de reducir impuestos en algunos productos básicos” como medida antiinflacionaria y, asimismo, “la alternativa de aplicar medidas sectoriales de subsidio” para mejorar la competitividad.

A pesar de estas señales “de alerta”, el informe destacó el crecimiento de la inversión que “alcanzó valores récord” en 2012 y destacó como positivos los niveles de empleo que se mantuvieron “cercanos a los más altos registrados en la economía”, los ingresos crecientes de los hogares y la “nuevas mejoras en la disminución de la pobreza y desigualdad”. Como desafíos, el Instituto Cuesta Duarte mencionó la necesidad de administrar de las señales “de alerta” de manera que “no se constituyan en un obstáculo para el crecimiento y desarrollo sostenido a mediano plazo”.