“Ésta es una herramienta más en todo un plan", aseguró ayer la ministra de Salud, Susana Muniz, en el lanzamiento de la campaña de vacunación contra el HPV, para el cual se adquirieron 74.000 dosis, pensando en un universo de 26.000 niñas de 12 años de edad. La inversión es de U$S1.000.000. La campaña espera recibir "el apoyo no sólo de los padres sino también del personal docente de Primaria y Secundaria", dijo Muniz, pues son tres dosis; la segunda dos meses después de la inicial, y la última seis mes más tarde. El ser las tres "en un corto período de tiempo de la vida" implica "una dificultad logística", comentó Fernanda Nozar, directora del Plan Nacional de Prevención Integral del Cáncer del Cuello Uterino. La vacunación no será obligatoria.

En los hechos la vacuna contra el HPV cambió de estatus. Pasó de estar habilitada a estar ofrecida. Quien la quiera no deberá asistir a un vacunatorio sino solicitar cita con el médico de medicina general, pediatra, médico de familia o ginecólogo.

El MSP comenzó a distribuir por diferentes medios una guía para que en la cita se informe "sobre los beneficios y potenciales problemas que puede tener la vacuna", según explicó el subsecretario de Salud Pública, Leonel Briozzo. La intención es hacer fluir información, fundamentalmente "insistir en la importancia de mantener relaciones sexuales con preservativo cuando no es con pareja estable, y que luego de comenzada la actividad sexual se hagan el Papanicolaou (PAP)”. Una vez enterada, la niña o sus padres deberán firmar un consentimiento para que se le recete la vacuna. Además de la receta el médico le deberá entregar un carné para darse las siguientes dos dosis directamente en el vacunatorio. La vacuna contra el HPV no ingresa al esquema de vacunación, pues el MSP entiende que "sería un error sacarle el componente de que sea consentido e informado. Si vacunamos de manera obligatoria, todo el proceso educativo se deja de lado", comentó Briozzo, afirmando que confían "más en la educación que se puede brindar en esta etapa de asesoramiento que en la vacuna propiamente dicha".

En agosto del año pasado, en una entrevista en el programa No Toquen Nada (Océano FM), Briozzo había dicho que "sería peligroso vacunar sin antes mejorar el plan integral", y en tal sentido comentó que buscaban mejorar la cantidad de mujeres que se realizan el PAP, pasando del 30% de ese entonces a 60% en 2014.

El plan, en el que se enmarca que la vacuna sea recetada previa charla informativa con el médico, es considerado "un paquete educativo que mejorará la calidad de vida de las mujeres, de sus parejas, y de toda la sociedad" dijo ayer el subsecretario de Salud Pública. "El programa servirá para disminuir otras enfermedades de transmisión sexual, como sífilis y gonorrea, y también el embarazo no deseado".

La medida de iniciar la campaña de vacunación gratuita, significa "disminuir la diferencia social con respecto al acceso", indicó Briozzo, quien estima que, además, hará bajar el precio de la vacuna para las personas mayores de 12 años que puedan acceder económicamente a ella.

Según el subsecretario, durante 2012, el MSP "sufrió un ataque mediático" que "intentó imponer un esquema de funcionamiento de la vacuna del HPV como hay pocos lugares del mundo. Se quería hacer que Uruguay pusiera como obligatoria la vacuna a los ponchazos, como sucede en Ruanda, por ejemplo". Las mayores críticas habían surgido desde el Partido Nacional, donde la argumentación incluía que no se le puede preguntar una niña de 12 años si se quiere vacunar, porque no tendría las nociones necesarias para tomar esa decisión.

140 muertes por año

Se estima que en Uruguay 25% de las mujeres en edad genital activa portan el HPV, que provoca 99% de los casos de cáncer de útero. Anualmente se le diagnostica cáncer de cuello uterino a 320 mujeres y las cifras indican que mueren cerca de 140 al año.

La vacuna protege a quienes la reciben de 75% de las cepas de HPV que, se supone, causan el cáncer. Apunta a los serotipos 16 y 18, los más frecuentes, y también al 6 y 11, que provocan verrugas. “Dado que hace muy poco tiempo que se está llevando a cabo la vacunación, no se conoce con exactitud el porcentaje de eficacia con respecto al cáncer de cuello uterino, pero sí se sabe que disminuye la prevalencia de los virus que producen potencialmente el cáncer de cuello en largos períodos de tiempo en un porcentaje importante”, apuntó Briozzo.

Nozar aseguró que la medida llega dos años después de una auditoría de la que surgió la necesidad de enfatizar en la atención primaria, en los contenidos educativos y en la estrategia aplicada a través del PAP. “Ésta es una medida más dentro de todo el Plan Nacional de Prevención Integral del Cuello Uterino”, indicó. Además de la vacunación propiamente dicha, se establecen “medidas para lograr el control y la correcta vigilancia de esta nueva herramienta en nuestro sistema sanitario”.

El lanzamiento de la campaña sirvió también para presentar las piezas publicitarias que se verán en los medios de comunicación.