En 2009 se dieron los primeros pasos para la conformación del Clúster Punta del Este: Ciudad Universitaria. Esta plataforma de asociación colectiva reúne los esfuerzos e intereses de tres órdenes. Por un lado, las instituciones universitarias: la Udelar por intermedio del Centro Universitario de la Región Este (CURE), el Centro Latinoamericano de Economía Humana (Claeh), el Instituto Gastronómico, el Universitario Francisco de Asís, el Instituto CEI, el Politécnico del Uruguay, el St Clare’s College y la Universidad Católica. Por otro, el Estado, que le da apoyo y continuidad al proyecto, está representado en la Intendencia de Maldonado (IM), la Junta Departamental y el Municipio de Punta del Este. Además, en representación de quienes se encargan de la logística e infraestructura de la ciudad están la Cámara Empresarial de Maldonado y la Liga de Punta del Este.

Según Luis Faral, secretario académico del Claeh, el objetivo de la ciudad universitaria es que Punta del Este sea “un centro regional e internacional de actividades educativas, científicas y universitarias”. En este afán se trabaja para avanzar en la descentralización universitaria a nivel nacional, así como para mejorar la calidad de la educación. Se busca favorecer el desarrollo de Maldonado y su gente. Además de fomentar la inclusión social, “tenemos la intención de que cada vez sean más los jóvenes que puedan estudiar”, expresó Faral. Para esto se creó el crédito universitario-terciario, único en Uruguay según el secretario académico. Dicho beneficio se realiza mediante un fondo de garantía estatal que aporta la IM. Destinado a estudiantes que residen en el departamento de Maldonado, cubre asistencia parcial del pago de la cuota mensual (para quienes asisten a universidad privada), alojamiento o transporte. “Esto ha posibilitado que entre 70 y 80 jóvenes ingresen al mundo universitario cada año”, comentó Faral.

Desde el clúster se destaca que Punta del Este reúne las características apropiadas como ciudad universitaria. La infraestructura ociosa que tiene la mayor parte del año, tanto inmobiliaria como gastronómica, recreativa y cultural, se puede utilizar para desarrollar actividades académicas. A su vez la ciudad tiene fácil acceso a nivel terrestre, aéreo y por mar. “Los patrones de medio ambiente y belleza natural son muy buenos”. Además de “los indicadores de seguridad, que son bastante aceptables si uno los mira en el contexto nacional”, especificó el asistente académico.

Por una ciudad universitaria 
y amigable

En estos cuatro años el clúster ha apostado a un fuerte trabajo colectivo. Faral indicó que han realizado más de un foro internacional atendiendo la relación ciudad turística-universitaria, además de forjar un vínculo estrecho entre academia y empresas. De estos foros nació una propuesta de adecuación de la Ley de Pasantías para estudiantes terciarios y universitarios en el ámbito empresarial público y privado. La propuesta fue entregada a diputados del departamento para ser estudiada en el Parlamento. En lo que tiene que ver con el desarrollo social se organizó una campaña de donación de libros a la biblioteca municipal, un convenio con el Hemocentro de Maldonado para donación de sangre, actividades en escuelas y liceos llevadas a cabo por los estudiantes. A su vez, desde el año pasado se trabaja con directores de centros de educación secundaria tratando de disminuir la brecha entre el bachillerato y la universidad.

A nivel académico, Faral destacó que todos los años se organiza el “mes universitario” en octubre, en el que se realizan actividades en conjunto entre las instituciones, además de campeonatos deportivos y fiestas de confraternidad entre alumnos. Relacionado con el ámbito internacional, Faral contó que desde el año pasado conforman un proyecto junto a la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales con el objetivo de realizar estudios prospectivos vinculados al medio ambiente y las energías. En el correr del mes está previsto que se firme un convenio entre la Universidad de Cantabria y el clúster, con la finalidad de realizar proyectos conjuntos.

Como parte de la infraestructura de la ciudad universitaria, la IM impulsa la construcción de un Parque Urbano Universitario, que Gustavo Salaberry, secretario general de la comuna, tildó de “ambicioso y a largo plazo”. El gobierno departamental destinó para el proyecto 17 hectáreas de la zona del Club Hípico de Maldonado, donde ya está instalado el CURE, y se prevén universidades privadas y una posible área de ciencia y tecnología. Con una capacidad para 35.000 estudiantes, se pretende que la mayoría de las universidades privadas sean extranjeras, por lo que la IM trabaja con el Ministerio de Educación y Cultura para reducir los plazos de evaluación de las carreras propuestas. “En el primer semestre de este año queremos terminar con el marco regulatorio para la entrega de las tierras a universidades, para luego pasar a la ejecución de obras y la fase de promoción de la iniciativa”, detalló Salaberry. Junto a este predio va a estar ubicada estratégicamente la nueva terminal de ómnibus multimodal que surge como fusión de las terminales de Punta del Este y Maldonado.

¡Me voy al este a estudiar!

En la puerta de la cafetería del Claeh había un grupo de 15 estudiantes de la carrera de Medicina. Una sola era de Maldonado, el resto de Montevideo, Colonia, Rivera y Paysandú. Todos consideraron estar a gusto viviendo allí, pero de todas formas las deficiencias en servicios y precios afloraron durante la conversación con la diaria. “El transporte es limitado, además está caro”, sentenció uno de los estudiantes. Éste es el problema que destaca principalmente el alumnado; 21 pesos cuesta el boleto para desplazarse dentro de Punta del Este y hasta Maldonado. La situación cambia para los estudiantes del CURE, a quienes se les facilita una cuponera de 50 boletos gratuitos por mes si perciben bajos ingresos en su hogar. “Todo el mundo la tiene”, admitió a la diaria Tania Messano, estudiante de la Licenciatura en Turismo del CURE. Con respecto a la disponibilidad de ómnibus, Messano contó que ya se están dictando clases en el nuevo local y que todavía no hay muchas líneas que pasen por allí. Cuando sale de clases de noche debe caminar 15 cuadras hasta la parada más cercana y pasar por el Parque Nelson Mandela, que no tiene iluminación.

Otro motivo de queja de los alumnos es la falta de actividades recreativas, que sólo tienen lugar los fines de semana, cuando la mayoría de los estudiantes de otros departamentos se van. “Entre semana está muerto”, dijeron. También declararon que en temporada baja en Maldonado siguen siendo caros el alojamiento y el alimento. Los integrantes del clúster son conscientes de esta situación y desde los tres órdenes se ha expresado la voluntad de solucionar estos temas. Faral explicó que se trabaja con el gobierno municipial en la adecuación del transporte local a los horarios de clase y a la ubicación de los diversos centros educativos.

Por otra parte, Marcelo Antonini, presidente de la Cámara Empresarial de Maldonado, contó a la diaria la importancia que encuentra en beneficiar al estudiante de tal manera que los jóvenes fernandinos no se tengan que ir a Montevideo o al exterior a estudiar. A la vez, genera un reto para los empresarios, que van a tener que “adaptarse a un nuevo público, que es el de los estudiantes”, reconoció. En este contexto se realizó un acuerdo con Macro Mercado para que los estudiantes, funcionarios y docentes de la ciudad universitaria gocen de descuentos en sus compras. Además, se está gestionando una tarjeta mediante la cual se adquieren beneficios en más de 20 comercios adheridos.

Hay mucha expectativa puesta en este proyecto, que se está gestando en el seno de un departamento que no para de crecer a nivel de su población, y en el cual se pide a gritos que se desestacionalice el trabajo.