El idioma inglés se enseña en las escuelas públicas desde la década del 90 y alcanza hoy en día a 150 escuelas, de un total que ronda las 2.400. Las clases son presenciales, abarcan todo el ciclo, desde educación inicial, y se concentran, sobre todo, en Montevideo. Paralelamente, existen alrededor de 700 centros, entre escuelas, liceos, UTU y centros de formación docente, que ya tienen fibra óptica y equipos de videoconferencia. Ceibal en Inglés surge como forma de aprovechar esta tecnología y con el objetivo de ampliar la enseñanza del idioma en primaria.

Se inició con un plan piloto el año pasado, con “docentes remotos” extranjeros, contratados por el Consejo Británico (British Council), institución internacional elegida por licitación para llevar el proyecto desde el punto de vista académico. La mayoría de estos docentes son de Argentina, pero también hay de México, Colombia y, a partir de julio, de Filipinas. Todos son profesores titulados y algunos de ellos hablantes nativos de inglés. Este año se incorporaron también docentes uruguayos que son contratados por Ceibal por medio de los principales institutos de inglés del país o de forma particular. Los docentes remotos uruguayos dan sus clases desde el edificio del Ceibal.

Según explicaron, en diálogo con la diaria, Gonzalo Pérez Piaggio, gerente general del Plan Ceibal, y Claudia Brovetto, coordinadora de Ceibal en Inglés, el programa consiste en tres módulos semanales de 45 minutos dedicados al inglés. Uno de los módulos se desarrolla con el profesor remoto, y los otros dos sólo con el maestro de aula, en los que se repasan los contenidos a través de materiales didácticos, como juegos, canciones y videos aportados por el Consejo Británico.

Remunerado

Inicialmente no se previó que la tarea de los maestros de aula fuera remunerada y de hecho aún no lo es. Sin embargo, Irupé Buzzetti, integrante del Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP), dijo a la diaria que este año se comenzará a pagar a los 1.000 maestros que participan en Ceibal en Inglés, siguiendo la forma que se utiliza para las salas docentes: “Los maestros, junto a la coordinadora del programa, solicitaron al CEIP que se les remuneren esos 45 minutos semanales que dedican a la preparación de clases, comunicándose vía Skype con el docente remoto. La solicitud se trasladó al Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y éste decidió pagar a los maestros de aula 1.000 pesos nominales”.

Comenzar por las zonas que tienen más dificultades de acceso y proponer los programas de forma voluntaria han sido dos rasgos distintivos del Plan Ceibal. Estas dos características se repiten ahora. El programa, que todavía no ha llegado a Montevideo, comenzó a aplicarse primero en el interior del país, donde hay menos profesores presenciales; y, por otro lado, es voluntario, la decisión de aplicarlo corre por cuenta del centro educativo y, sobre todo, del maestro.

En este sentido, Brovetto explicó que “los maestros son invitados, no necesitan saber el idioma, necesitan tener ganas de estudiar y de aprender inglés con los alumnos; eso es clave”. A los maestros interesados se les aplica un test para conocer su nivel y a partir de allí comienzan un curso en línea que “les permite hacer su propio desarrollo lingüístico en lengua inglesa y acompañar el de los niños”.

Plataformas y niveles

La videoconferencia permite, con una conexión de calidad, como es el caso de la fibra óptica, que se dé una interacción real entre docente y alumno. “La imagen y el sonido es continuo, el docente puede conversar con los alumnos y compartir con ellos contenidos didácticos. El sistema no está directamente conectado a las ceibalitas, pero los niños pueden acceder a los materiales mediante CREA, nuestra plataforma de gestión de contenido del Ceibal”, explicó la coordinadora.

Consultada sobre el nivel de inglés de los alumnos, Brovetto dijo que “no se hizo un test diagnóstico a los niños, pero es variado, depende del nivel social y de las comunidades. Hay lugares, en el interior, donde ni siquiera tienen un sitio donde aprender inglés”. Sobre la decisión de aplicar el programa a partir de 4º año, aseguró que “en muchos sistemas escolares en el mundo, la segunda lengua se introduce en la segunda mitad del ciclo. No descartamos incluirlo desde primer año, pero por ahora queremos universalizar los tres últimos años en escuelas urbanas”. El nivel de egreso al que aspiran es el de un principiante intermedio pero, según dijeron, “estamos explorando, porque no sabemos exactamente cuánto inglés se puede aprender de esta manera, ya que no hay ningún otro programa en el mundo a esta escala”.

En cuanto a los costos, Pérez Piaggio dijo que “colocar equipos de videoconferencia cuesta menos de 10.000 dólares por centro” y el programa “Ceibal en Inglés, un promedio de menos de un dólar por niño por clase remota, lo que equivale a menos de 34 dólares anuales por niño”. Aplicarlo implica un gran esfuerzo de coordinación, casi un trabajo “de ingeniería” complicado, a veces por las diferencias horarias, cuando los docentes remotos son extranjeros. Las dificultades técnicas son otro escollo a salvar, sobre todo de conectividad. La fibra óptica sólo llega a centros urbanos, por lo que las escuelas rurales han quedado fuera del programa aunque señalaron que “se están explorando formas alternativas de conectividad”.

Yendo para Canelones

En la escuela Nº 145 de Paso Carrasco funcionan seis grupos de 4º, 5º y 6º año, en los dos turnos. Están aprendiendo inglés con el programa del Ceibal. Salvo dos maestras, el resto tiene conocimientos del idioma. Una de ellas, Alejandra, no se animó a sumarse al proyecto y decidió ceder la clase de inglés a la secretaria de la escuela, Lylian Salomón, quien el año pasado ya había dado clases presenciales del idioma a 5º y 6º año. Salomón contó a la diaria que ahora Alejandra asiste a sus clases, “es una alumna más”, y quizá el año que viene se anime.

La directora de la escuela, Rosario Yelichiche, está muy entusiasmada con el programa y visiblemente orgullosa. Destacó la importancia de animarse a innovar, acompañando así los cambios tecnológicos, y agregó que desde su lugar, el objetivo es promover que los docentes se atrevan. Todas las maestras tienen que hacer, por lo menos, un curso online de inglés al año, brindado por el Consejo Británico. “Son cursos para que el maestro vaya aprendiendo. En mi caso, que tengo un nivel alto, hice el curso igual, empecé por el intermedio, así cumplo y también me sirve para repasar”, explicó Salomón. Las maestras, según dijeron, “se están manejando muy bien”, pero “se necesita voluntad y tiempo”. En la plataforma educativa CREA del Ceibal, están las planificaciones semanales del docente remoto y de los maestros de aula. Según explicaron, se comunican una vez por semana vía Skype para coordinar temas, materiales e intercambiar cualquier observación que sirva para mejorar la experiencia. Una sugerencia que han tenido, entre otras que han ido comunicando a la docente remota y a los encargados del programa, es que el remoto tenga alguna actividad presencial en la escuela, “para que los chiquilines lo conozcan”.

Consultadas sobre el nivel de inglés de los alumnos, Salomón dijo que “la gran mayoría no sabe; con suerte hay uno por clase que ha ido en algún momento a profesor particular”. Sobre el uso de las ceibalitas para repasar contenidos en el aula, la secretaria explicó que “todavía no se están usando”, ya que la plataforma CREA no se encuentra disponible para los niños. Otra dificultad que señalaron es la rotura de algunas máquinas y el hecho de que nunca estén “100% sanas”. Sobre el tema, Yelichiche dijo que para paliar esa situación cuentan con XO para uso dentro de la escuela que fueron entregadas hace dos años en el marco de Aprender Todos.

En vivo y en directo

La clase de inglés por videoconferencia está por comenzar. Pasamos a un salón de clase con una gran pantalla al frente. Los niños de 4º año del turno de la tarde ya están sentados en grupo, esperando la llamada vía Skype. La maestra de clase, Anaís Casero, aprovecha para repasar algunos conceptos. Unos minutos después aparece en pantalla Natalia Milán, la docente remota uruguaya. Se saludan y rápidamente, como para entrar en clima, todos cantan con gran entusiasmo el tema “Hello, Goodbye”, de The Beatles.

Después llega el repaso de los números, las partes del cuerpo, el verbo tener. En la pantalla van apareciendo diversos recursos digitales interactivos, un video de Youtube para repasar los números en inglés, un diccionario con imágenes, y el procesador de texto que es usado por Milán como si fuese un pizarrón. Los niños traen, también, dibujos hechos con la maestra de aula, y de a uno van mostrándolos a través de la cámara.

La tecnología funciona, se ve y se escucha sin problemas. Los niños permanecen sentados, interesados, participando. En el correr de la clase, también queda en evidencia la importancia del rol de la maestra de aula, que funciona como mediadora, motivándolos y remarcando conceptos. Para terminar, los niños cantan el alfabeto en inglés, mientras un grupo de 6º año espera afuera para tomar su clase.