Entre 30 y 40 personas participan en las reuniones del grupo de trabajo conformado por actores de distintos servicios de la Universidad de la República (Udelar). La invitación al último plenario de Unibici, que tuvo lugar a mediados de mes, sondeaba: “¿Venís en bici a facultad? ¿Querés venir pero tenés dudas? ¿Tenés idea de cómo mejorar el uso de la bicicleta entre los universitarios?”.

Adrián Santos, vocero del grupo, funcionario y asistente académico de la Facultad de Ingeniería, explicó que el equipo detectó dos barreras fundamentales para ir a trabajar o estudiar en bicicleta. La “seguridad en el tránsito” y la disponibilidad de “estacionamientos seguros”. Para atacar ambos problemas, el colectivo elaboró el programa “La Universidad en bicicleta”. Un punto que allí se plantea es que en la Universidad “la práctica de ir a estudiar y trabajar en bicicleta es generalizada, siguiendo los ritmos del clima, la situación económica y las percepciones de seguridad. Esto sucede a pesar de que la Udelar no cuenta con una política general de movilidad cotidiana de sus integrantes y menos aun con una línea que favorezca el uso de la bicicleta”. Entre otras cosas, se dice que los servicios han resuelto “la provisión de estacionamiento para ciclistas en forma parcial e independiente, y las más de las veces en condiciones deficientes para el ciclista y los vehículos”. Santos comentó que lentamente algunas facultades han ido incorporado facilidades para que los estudiantes puedan desplazarse en este medio de transporte. A modo de ejemplo, mencionó estacionamientos seguros, vestuarios para poder higienizarse y cajas de herramientas de mecánica ligera.

La realidad de cada centro está siendo relevada en la actualidad por Unibici y a futuro la información podrá consultarse en los portales universitarios.

Cada vez somos más

El proyecto elaborado establece que, según estimaciones, hay unos 700 ciclistas diarios en los servicios universitarios montevideanos y “siguiendo la tendencia nacional” en los del interior del país “la proporción de ciclistas es mayor que en la capital”. La elección por la bicicleta se atribuye a distintas razones: sanitarias, ambientales, estéticas y económicas. El vocero del colectivo destacó la importancia del uso de las bicicletas fuera de Montevideo, donde muchas veces no hay servicios de transporte con buena frecuencia. Para la construcción de ciclovías, instalación de cartelería, diseño de bicircuitos y estacionamientos públicos, entre otras cosas, se trabajará en forma conjunta con instituciones a nivel municipal, departamental y nacional.

En Montevideo la propuesta ya fue presentada a principio de año y desde entonces un equipo conformado por actores de la Udelar y del Departamento de Movilidad de la comuna está afinando detalles. “La premisa es tratar de llegar en líneas lo más rectas posibles de una punta a la otra y utilizar calles con bajo tránsito, porque la idea es compatibilizar los distintos medios de transporte y no que compitan entre sí”, detalló Santos. El circuito diseñado para la capital contempla en promedio 60% de las instalaciones universitarias. El entrevistado destacó que con la infraestructura propuesta “se unen barrios enteros, no sólo sedes de la Udelar”. En este caso, el circuito uniría Centro, Goes, Parque Rodó y Parque Batlle.

Centros como los de Agronomía en Sayago, Apex en el Cerro, Ciencias en Malvín Norte, Veterinaria y Ciencias de la Comunicación en Buceo quedan por fuera del circuito; sin embargo, Santos recordó que algunos centros están en vías de mudarse, mientras que otros se unirán por las obras previstas por la Intendencia de Montevideo (IM) donde ya se contemplan las bicisendas en importantes avenidas. Asimismo aclaró: “La nuestra es una propuesta mínima, entendemos que la afectación a las ciudades es muy baja y contempla a la mayoría de los servicios”. La propuesta de los universitarios no es una iniciativa aislada, sino que va en concordancia con los planes previstos por la comuna y por acciones desarrolladas por otros colectivos probicicletas. Santos mencionó el circuito que apunta a turistas que quieran recorrer en bicicletas alquiladas la Ciudad Vieja, y las iniciativas de mejoras o construcción de ciclovías presentadas para concursar en el Presupuesto Participativo que se votará hacia fin de año.

Enrique Moreno, coordinador general de la Unidad Ejecutiva del Plan de Movilidad Urbana de la IM, indicó a la diaria que se viene trabajando desde hace varios meses junto con Unibici. En agosto, cuando los circuitos estén en construcción, se piensa organizar una bicicleteada desde la Ciudad Vieja hasta Ingeniería, donde se culmine con un seminario en el que invitarán a técnicos extranjeros especialistas en el tema. En setiembre, la idea es inaugurar parte del circuito propuesto en el programa, el que une la Ciudad Vieja con Parque Rodó y con el Centro. Durazno, San Salvador y Julio Herrera y Reissig son las calles elegidas para ir de Ciudad Vieja a Ingeniería, mientras que Yaro y Frugoni son las propuestas para trasladarse del centro hacia la rambla.