El total de créditos vigentes concedidos por los bancos al sector privado no financiero de la economía al cierre de junio alcanzó un monto de 12.700 millones de dólares. El menor ritmo de crecimiento de las colocaciones en los seis primeros meses del año se observa tanto en los créditos concedidos en pesos como en dólares. Luego de aislar el crecimiento de los precios y la evolución del tipo de cambio, se observa que en los 12 meses a junio el crédito en pesos creció en términos reales a un promedio de 9%. Este ritmo de crecimiento está por debajo del experimentado del año anterior, que se situó en 20% aproximadamente.

Por su parte, en el año cerrado en junio los créditos en dólares crecieron en promedio a una tasa interanual de 17%, mientras que en los dos años anteriores el crecimiento promedio se había ubicado en torno a 20%. En esa evolución influye el menor crecimiento de los créditos otorgados a las familias 
-tanto en pesos como en dólares-, que totalizaron 4.800 millones de dólares al cierre de junio, considerando tanto créditos para compra de viviendas y vehículos como para la adquisición de bienes en general. En los 12 meses cerrados en junio, los créditos otorgados en pesos a las familias -que constituyen 95% del total- crecieron a una tasa promedio interanual cercana a 9%. De esta manera, aunque continúa creciendo, lo hace a un ritmo menor con relación a los créditos de 2010 y 2011. Esta desaceleración es más fuerte en el caso particular de los créditos destinados al consumo en general. Las cifras anteriores son coherentes con la evolución del consumo privado, que tuvo un crecimiento más lento en particular este año.

Las cifras publicadas muestran que los créditos dan cuenta sólo de 30% del volumen de negocios bancarios, mientras que los depósitos representan cerca de 70%. Entre éstos, la cuarta parte corresponde a depósitos en moneda nacional y 75% son en moneda extranjera. Discriminando por monedas, se encuentra que el total de operaciones en moneda extranjera (depósitos más créditos) da cuenta de 72,3% del volumen de negocios total, lo que muestra que el grado de dolarización del sistema continúa siendo elevado.

La medición del volumen de negocios en dólares se ve afectada por las variaciones del tipo de cambio. Hasta abril de 2013 la moneda uruguaya seguía un proceso de apreciación que generaba un impacto al alza en la evolución del volumen de negocios de los bancos. Por ello, se observa un comportamiento muy diferente en los negocios, dependiendo de si son en pesos o en dólares. El componente que muestra menor dinamismo es el de los depósitos en moneda extranjera, con una variación negativa de 1,5% a junio de 2013 si se considera el conjunto de los bancos. Si se desagrega por institución, se ve que en el caso del Banco de la República Oriental del Uruguay (BROU) el crédito en moneda extranjera registra una variación negativa cercana a 4%.

Con respecto al resultado del negocio de los bancos, los indicadores de rentabilidad muestran estabilidad en los primeros seis meses del año, tanto si se mide la rentabilidad sobre activos como sobre capital propio. En cierta medida, esta evolución de la rentabilidad guarda relación con la evolución que ha mostrado en el período el índice de eficiencia de los bancos, que da cuenta de la relación entre los gastos corrientes de los bancos y sus ingresos. En efecto, desde mediados de 2012 el indicador de eficiencia ha mostrado una evolución al alza, fenómeno que es observable en el conjunto del sistema, aunque es algo más acentuado en el caso del BROU.