Pocas personas circulaban por el centro de La Paloma antes del mediodía. Es que es difícil encontrar sombra por donde poder caminar sin sufrir los casi 40 grados de temperatura que se pronosticaron. La ola de calor mantenía a los turistas en la playa o encerrados buscando algún sitio fresco de las casas. En el centro de informes de la Liga de Fomento y Turismo de La Paloma, ubicado en la avenida principal, Rossana Correa informa a todo aquel que consulte sobre las actividades en el balneario. Para el sábado se anunciaba un taller de arqueología en la playa y la primera llamada de tambores en el balneario, de noche.

Según contó Correa a la diaria, desde 2013 es común que lleguen al país muchos turistas brasileños a fines de diciembre. Este año su visita se fue extendiendo, pero se quedaron sólo hasta los primeros días de enero. La presencia de turistas argentinos tuvo una baja muy notoria, comentó, pero sí hay muchos uruguayos.

El centro de informes tiene un horario extenso, de 9.00 a la medianoche. “Viene muchísimo público procedente de variados lugares y le damos información, desde alojamiento hasta paseos”, cuenta. También recibe quejas: por las condiciones de los baños públicos, por los servicios en las playas, por los precios altos (más que nada para los argentinos) y sobre todo por los beneficios del Ministerio de Turismo y Deporte (MTD) en relación con la devolución de impuestos. “No les queda muy claro todo lo que es devolución del IVA y demás. Eso la gente no lo entiende correctamente; es más, dicen que hay una información en Argentina y cuando llegan acá es otra cosa”, dice.

El alcalde de la zona, Alcides Perdomo, dijo al portal La Paloma Hoy, en una nota del 3 de enero, que “en lo que va de la temporada se recibieron un promedio de diez denuncias por noche, principalmente de casas particulares que realizan fiestas sin autorización”, pero que más de la mitad eran de La Pedrera. Consultada al respecto de este tema, Correa dice que ha escuchado muy pocas quejas por ruidos molestos. “La Paloma ha cambiado desde hace dos o tres años, cuando dejaron de estar los boliches acá, y eso ha modificado bastante el público, que ahora es más familiar”, sostiene.

Sin recambio

En la inmobiliaria Quará, ubicada sobre la avenida Solari, una de sus dueñas, Flavia Quará, atiende a las personas que consultan por disponibilidad de hospedajes. A su entender son los uruguayos los que, hasta el momento, han salvado la temporada en La Paloma. “Ha sido similar a la del año pasado o con alguna baja”, dice en relación con los precios de los alquileres. “La de 2013 tampoco fue una buena temporada; el número de argentinos, que son los que hacen el tumulto, bajó con respecto al año pasado”, opina.

Según ella, los precios de los alquileres no aumentaron respecto del año pasado. “La gente no se queja de eso sino del costo de vida. Es caro tanto para los uruguayos como para los turistas, ya sean brasileños, argentinos, europeos o norteamericanos”, afirma. Alquilar una cabaña chica en La Paloma, con lugar para tres o cuatro personas, por intermedio de una inmobiliaria, cuesta alrededor de 70 dólares por día. “Los alquileres informales siempre afectan al sector inmobiliario, los precios son más convenientes. Hay gente en La Paloma que realmente necesita alquilar sus casas y entonces bajan muchísimo los precios. También hay personas que se aprovechan y actúan de intermediarios de forma ilegal. No es bueno para el lugar; nosotros tenemos un aval del MTD. [Pero] si suceden cosas y los dueños después no responden, los turistas se van con una mala impresión del lugar”, señala.

Una vez terminada la primera quincena de enero, el fin de semana fue clave en el recambio de turistas, pero ni el viernes ni el sábado hubo mucho movimiento con relación a la llegada de nuevos visitantes. “Si no viene gente ahora, veremos qué sucede en febrero, ahí tenemos más expectativa, porque los precios son más convenientes, manejamos hasta 30% de descuento de las tarifas de enero. Tenemos la esperanza de que vengan más argentinos, que es lo que ha faltado. Es una temporada complicada”, comenta.

Cuando se llega a un balneario en temporada es común que en el entorno de las terminales de ómnibus haya personas, ya sean propietarios o intermediarios, atentas a detectar turistas y ofrecer alojamiento. Ricardo Pereira es dueño de la inmobiliara Más Propiedades y también presidente de la Liga de Fomento y Turismo de La Paloma. En su opinión la primera quincena de enero “no fue algo tan preocupante”, pero sí hay mucho menos gente en la segunda, ya que “no ha habido recambio, se nota en la calle y hay muchos menos turistas que el año pasado”. Esto, según él, se debe a varios factores, pero sobre todo al “costo país”. “Está caro para todo el mundo, sobre todo para los argentinos, pero también para los norteamericanos y los europeos somos de lo más caro que hay”, dice. “En lo que es el rubro alojamiento estamos muy preocupados”, agrega.

Este tema fue planteado por el sector turístico empresarial de Rocha al intendente Artigas Barrios y a las autoridades de Turismo del departamento, en una reunión que se realizó el sábado a las 15.00 en el hotel Cabo Santa María de La Paloma. Para revitalizar la segunda temporada y el mes de febrero, en la reunión la Liga presentó propuestas con tarifas reducidas y paquetes para promocionar en Argentina. El director de Turismo de Rocha, Pedro Quartino, dijo a la diaria que “está todo el mundo preocupado porque faltan los argentinos”. “Tenemos que pensar qué podemos hacer, es difícil hacer una campaña de publicidad ahora. Veremos de qué dinero disponemos para hacer algo a nivel de público uruguayo; si los argentinos no vinieron hasta ahora, ya está. No creo que encontremos algo que pueda solucionar esto; fórmula mágica no hay, vamos a ver de qué manera podemos incentivar al público uruguayo”, afirmó.

Palomeando

José es de Montevideo y veranea desde hace seis años en La Paloma. Mientras tapaba su auto estacionado para protegerlo del sol cerca del mediodía, contó a la diaria que llegó el viernes y se queda en Rocha hasta el 31 de enero. “Los precios de las casas son caros, los supermercados y los bares están un poco más caros que en Montevideo, pero casi al mismo nivel”, dice. Alquila la misma casa desde hace varios años al mismo propietario, una cabaña de dos pisos de tres dormitorios en La Balconada, a dos cuadras de la playa, por la que paga 2.000 dólares la quincena. Consideró que la relación precio-calidad es “un desastre”, pero que las playas son muy lindas.

Algunos turistas se ven pasar por las calles. Van a hacer compras a los comercios o huyen del sol a resguardarse en su hospedaje de ocasión. Integrantes de una familia que subía de la playa cuentan que hacía ocho años que no iban a La Paloma. Son uruguayos y alquilan una casa de dos dormitorios a siete cuadras de la playa, que consiguieron por Mercado Libre y por la que pagan 80 dólares por día.

En La Balconada, un grupo de personas tomaba sol pasado el mediodía. Eran de San José y para ellos el balneario, que hasta entonces no conocían, es “muy completo”. “Por ahora nos viene gustando mucho”, dicen. Alquilaron una casa de tres dormitorios, también por Mercado Libre. “Fue difícil encontrar casa, estuvimos bastante tiempo averiguando. Ahora, al recorrer las calles vemos que hay casas para alquilar, pero no las pondrán en el mercado”, opinan. Pagan 70 dólares por día, mientras que en el sector inmobiliario, dicen, las casas similares que buscaron cuestan el doble.

Al mediodía era muy poca la gente que almorzaba en bares y restaurantes. El parador Punto Sur, ubicado en la playa La Balconada, tenía más público que otros lugares ubicados sobre la avenida Solari. Fernando Reding, uno de sus dueños, dijo a la diaria que hubo bastante movimiento hasta el 7 de enero y que el recambio de turistas este fin de semana “está bastante lento”. Dice que aumentaron tanto la oferta gastronómica como los precios, pero sólo un poco. Un menú común en el parador cuesta alrededor de 400 pesos por persona, similar a lo que vale en otros lugares del centro de La Paloma.

Al recorrer la avenida principal se encuentra otro atractivo: la librería Outlet. Cuando hacía unos minutos que estaba observando en la vereda, donde se aprecian libros, lentes y bikinis, su dueña se me acerca y me pregunta: “¿Vos sabés quién soy yo? Soy la primera mujer árbitro del mundo”. Leonor Goia se presenta y resume su historia. Mientras cuenta que le costó entrar en el ambiente futbolero, comenta que lo que más se vende en La Paloma son libros de autoayuda.