Seis minutos después de la hora convocada, el candidato presidencial del Partido Colorado (PC), Pedro Bordaberry, entró a la sede partidaria y saludó uno por uno a quienes aguardaban su discurso. Pese a que también estuvo en la mesa el ex presidente Jorge Batlle, ayer Bordaberry fue el único orador que en una sesión especial del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del partido recordó la figura de José Batlle y Ordóñez, a 85 años de su fallecimiento. Cuando entró a la sala de sesiones varios militantes y dirigentes lo felicitaron por la caravana del domingo y todos se fueron ubicando en sus lugares para comenzar con el acto. Antes que nada, se entonaron las estrofas del Himno Nacional y el del PC, para lo que todos se pusieron de pie.

Max Sapolinsky, secretario general del partido, se refirió brevemente al líder histórico del batllismo como “el creador del Uruguay moderno” y dijo que actualmente el partido se sustenta y proyecta en el ideario de Batlle y Ordóñez. En ese sentido habló de la necesidad de retomar el “impulso reformista” y de hacerlo “como sólo el PC puede hacerlo”, para no “impulsar el pobrismo” ni el desprecio del ideal del trabajo. Bordaberry criticó los “revisionismos históricos”, que, según dijo, a veces también se llaman “nuevas perspectivas de la historia”. El candidato colorado se quejó de que “nos cambian el pasado todos los días” e ironizó con que “pronto van a decir que Judas necesitaba tres dineros para ayudar a un amigo enfermo”.

En esta línea, marcó la necesidad de “leer mucha historia” y sostuvo que como los principios del partido lo marcan, el PC se sustenta en la “ética de la responsabilidad” de Fructuoso Rivera, a quien definió como “el más artiguista después de Artigas”. Al respecto añadió que el partido también se basa en el pensamiento liberal de Batlle y Ordóñez y, “en tiempos en los que se habla de la ley de medios”, recordó un decreto del segundo gobierno de Rivera mediante el cual él y su gabinete renunciaban a realizar acciones posteriores ante las críticas, “aun en casos en los que existiera difamación”.

Presidentes austeros

Bordaberry dijo además que siente “orgullo” al ver la vida “austera y republicana” que llevan los ex presidentes Batlle y Julio María Sanguinetti, y afirmó que “quien entra a la política tiene que salir con menos de lo que entró”. El candidato colorado dijo que Batlle y Ordóñez se encuentra presente en la actual propuesta tributaria del partido porque se oponía a un impuesto al trabajo y el PC plantea la “eliminación progresiva” y “a medida que los ingresos lo vayan permitiendo” del Impuesto a las Rentas de las Personas Físicas, porque carga “al que trabaja más” pero no “al que más tiene”.

El candidato también recordó “el desvelo” de José Enrique Rodó y Pedro Figari como legisladores del PC por la educación, que se adelantaron “50 o 60 años”, y sostuvo que “estamos omisos” si tenemos una mirada de Batlle y Ordóñez “solamente desde la justicia social”. Según dijo, el líder histórico del batllismo “hizo una síntesis perfecta” entre justicia social y los principios de “libertad y republicanismo”, “de los que muchos se olvidan”, porque “sin una cosa no hay la otra”. Bordaberry entiende que la libertad es “liberar al individuo de toda cadena de dependencia”, sea con privados o con el Estado, por lo que marcó la necesidad de “salir del asistencialismo” para ir hacia el mundo del trabajo.

Además, se refirió al “rechazo” que Batlle y Ordóñez manifestaba del concepto “marxista” de lucha de clases, en la que “unos luchan contra otros por convertirse en esos otros”, por lo que ya “pierden de antemano”, y se manifestó en contra de explicar las relaciones laborales desde el conflicto, porque “sería lo mismo que explicar las relaciones internacionales desde la guerra”. Bordaberry narró un episodio en el que en un carnaval varias personas se acercaron a la casa de Batlle y Ordóñez a cantar contra el gobierno de Lorenzo Batlle, su padre. Según contó Bordaberry, el líder batllista, de 14 años, “salió a enfrentarlos con fuerza” y su padre posteriormente le explicó que “lo importante era que pudieran ir a cantarle”.