En la última campaña electoral por el rectorado de la Universidad de la República (Udelar), que culminó en el triunfo del matemático Roberto Markarian, uno de los temas que generaron más polémica fue el de la extensión universitaria. De hecho, la candidatura del actual rector promovía explícitamente la necesidad de considerarla de forma “más amplia” de lo que se hizo durante la gestión de Rodrigo Arocena. Eso despertó la crítica de la mayoría de quienes impulsaban la candidatura de Álvaro Rico y de los propios docentes de la Comisión Sectorial de Extensión y Actividades en el Medio (CSEAM) de la Udelar.

Cuando Markarian asumió su cargo se encontró con que uno de los puntos que trataba el Consejo Directivo Central (CDC) se refería a una propuesta de reestructura de la Unidad Académica del Servicio Central de Extensión y Actividades en el Medio (SCEAM) que había sido planteada por la gestión de Arocena, cerca del final de su mandato. En ese entonces, Markarian se mostró a favor de repensar el servicio, pero dijo que se tomaría tiempo para leer la propuesta. En las últimas sesiones del CDC, el rector y los sectores que lo promovieron plantearon críticas a la iniciativa y trataron de impulsar ideas más acordes con las de su plataforma electoral.

En la sesión del martes, Markarian presentó un documento en el que cuestiona que la integralidad sea un movimiento “que pone a la extensión en el centro de las funciones universitarias”, y que haya quienes conciban “que esas prácticas integrales son el motor principal y hasta exclusivo de varias actividades universitarias”.

Nuevo equilibrio

En el documento, Markarian cita la definición en la que se basaba Arocena, que establecía que la extensión es “la búsqueda de una colaboración entre actores universitarios y otros actores, en un pie de igualdad, dialogando y combinando sus respectivos saberes al servicio de objetivos socialmente valiosos, con prioridad a los problemas de los sectores más postergados”, y que según el rector habría que “ampliar”. Para eso Markarian propone que sean contempladas “todas las modalidades de relacionamiento de la Udelar con los distintos actores externos o de relacionamiento con el medio”, como “la tarea universitaria en materia asistencial o de asesoramiento técnico al sector público o privado”.

En ese mismo sentido intervino hace dos sesiones del CDC, cuando el prorrector de Extensión, Humberto Tomassino, concurrió para llevar un informe de lo actuado por la CSEAM. Tomassino había explicado que en 2006 desde el rectorado habían constatado que en total unos 600 estudiantes realizaban prácticas de extensión y que esa cifra en la actualidad ascendió a 7.000 u 8.000, y Markarian consideró que esos números “son muy chicos”. “Creo que hay 80.000 estudiantes que participan en extensión, que todo estudiante que estudia bien está actuando en tareas de vinculación con el medio y extensión”, añadió el rector.

En su documento, el matemático consideró necesario “comunicar las políticas de extensión y actividades en el medio en un lenguaje llano y amigable, que sea reconocible por toda la comunidad universitaria, evitando el riesgo de que sea percibido como un mensaje exclusivamente dirigido a los iniciados en la cuestión”. Además, plantea que la estructura de la CSEAM esté más descentralizada, y que se destine “a planificar, ejecutar y evaluar” pero que no realice las prácticas en forma directa. Para el rector, a nivel central únicamente debe existir un “compacto, eficiente y comprometido casco” dedicado “a la gestión macro y la coordinación general”.

Desde el otro lado se argumenta que gracias a esa organización nunca tantos universitarios participaron en actividades de extensión como en los últimos años, y reclaman que las políticas en el área no se discutan “aisladamente” de las de investigación y enseñanza.

Además, Markarian plantea que “el diálogo respetuoso entre diferentes saberes (modalidad que no es exclusiva de la extensión y las actividades en el medio) no debería confundirse con la validación en pie de igualdad de cualquier creencia popular con el conocimiento científico”, y que “tampoco debe tenerse la arrogancia de concebir el pensamiento científico como portavoz único de la verdad”.

Final abierto

En la sesión del martes, y en un clima bastante polarizado y ríspido, a pedido del orden docente y con varios consejeros fuera de sala, el punto de la reestructura fue retirado del orden del día del CDC. Quienes impulsaron esa definición argumentaron que antes de hablar de una reestructura es necesario definir conceptualmente el lugar que debe ocupar la extensión en la Udelar, pero no quedó claro en qué ámbito se dará esa discusión. De todas formas, la discusión previa en el CDC mostró que no será fácil cambiar la orientación que tomó la institución en los últimos años.