El 6 de diciembre finaliza el mandato de la decana de la Facultad de Ciencias Sociales (FCS) de la Universidad de la República (Udelar), Susana Mallo, y hay dos candidaturas para sucederla en el cargo. Por un lado está Jorge Lanzaro, docente grado 5 y fundador del Instituto de Ciencia Política de la facultad, que es impulsado por varios docentes que apoyaron la candidatura al rectorado de Roberto Markarian. Por otro lado se encuentra Diego Piñeiro, grado 5 del Instituto de Sociología y especializado en sociología agraria, quien ya fue decano de la FCS en 2007 y que apoyó la candidatura de Álvaro Rico en la última elección rectoral.

Hasta el momento el único orden que tomó postura fue el estudiantil, representado por el Centro de Estudiantes de Ciencias Sociales (Cecso), que en su congreso definió apoyar la candidatura de Piñeiro. Ayer, la filial de la Asociación de Docentes de la Universidad de la República (ADUR) en la facultad organizó un debate entre los dos candidatos, debido a que el lunes tomará una postura mediante un plebiscito docente.

En esa instancia, Piñeiro recordó su mandato como decano y sostuvo que los lineamientos en los que se apoyó serán los mismos en caso de ser electo; explicó que la ecuanimidad, la equidad y la búsqueda de acuerdo regirían su gestión. Además, prometió que impulsará el desarrollo de las tres funciones docentes -investigación, enseñanza y extensión- y que se preocupará por el compromiso con la sociedad, a la que la Udelar “se debe”. También indicó que buscará la mayor transparencia en la gestión, y para eso anunció que si es decano los presupuestos de todos los departamentos estarán publicados en internet y que impulsará que docentes de afuera de la facultad integren los tribunales de llamados docentes en los grados más altos.

Los actores

Piñeiro anunció también que tomará medidas para brindar apoyo a estudiantes que ingresan al servicio sin la formación necesaria, y dijo que buscará la efectivización de los cargos docentes. Señaló que la situación de los egresados de las carreras es distinta al momento de creación de la facultad, porque ahora “cuando salen se dedican principalmente al ejercicio de la profesión”. Ante esta situación, dijo que explorará la creación de posgrados con perfil profesional, porque la actual oferta de posgrados de la facultad es de corte académico, según explicó. Con respecto a los funcionarios no docentes, sostuvo que “profundizará” las medidas ya tomadas en pos de la equidad de género y que peleará en los ámbitos centrales por el aumento de salarios.

El candidato anunció también que de ser decano impulsará un proceso de evaluación del Plan de Estudios 2009, al que definió como “un gran avance”. Según dijo, actualmente existen problemas en el ciclo inicial, donde se encuentran los mayores números de deserción, y aseguró que en 2016 “debería haber un ciclo inicial reformulado”. Respecto de la investigación propone impulsar la creación de grupos de investigadores y fortalecer la evaluación de los distintos programas con los que cuenta la facultad.

Acerca de la extensión, punto de debate actual, Piñeiro se mostró conforme con el enfoque que desarrolla la FCS, pero aseguró que no todas las disciplinas pueden concebirla de la misma manera, por lo que de ser obligatoria para los docentes dijo que también incluiría dentro de ese rubro las actividades en el medio que no son necesariamente extensión. El docente aseguró que pretende ser “el decano de todos los órdenes y no de alguno en particular”, y que después de la “dura” competencia por el rectorado, llegó el tiempo de “cerrar filas” tras las autoridades universitarias.

Nuevo equilibrio

Por su parte, Lanzaro señaló que “no viene con una vocación fundacional o refundacional”, porque la facultad cuenta con una “acumulación institucional importante”. Aseguró que en el caso de ser decano aplicará el “pluralismo” en todos sus niveles, porque lo considera “decisivo” para el desarrollo institucional. Criticó implícitamente la gestión de Mallo y sostuvo que el decanato no debe ejercer directamente las funciones docentes, sino ser 
un “articulador”.

Lanzaro dijo que la evaluación docente tiene que tener en cuenta las distintas realidades y que todos los docentes no pueden ser evaluados de la misma forma, y en esta línea dijo que su forma de gestionar será “buscar asociaciones a partir de las diversidades”. De forma similar a lo que Markarian planteó durante la campaña por el rectorado, Lanzaro dijo que buscará “rescatar a la Udelar como centro autónomo frente al poder político”.

Sobre las funciones docentes, el candidato consideró que la enseñanza y la investigación son las más importantes. Las consideró “centrales y básicas”, y recordó que fueron funciones universitarias desde la creación de la Udelar. Acerca del debate sobre la extensión, consideró que se instaló desde que comenzó a tener “un papel importante a nivel central”. Al respecto, sostuvo que la extensión “no se puede sacar de los servicios” y señaló que no debería haber estructuras centrales que ejecuten acciones directamente.

Lanzaro sostuvo también que la FCS necesita “profesionalizar” su enseñanza de grado, y consideró que el nuevo plan de estudios “es y fue conflictivo”. Si bien afirmó que no habrá “marcha atrás”, dijo que debe haber “ajustes” al plan, tanto en su ciclo inicial como en el de las especializaciones. Además, reclamó una “desideologización” de la discusión sobre el tema.

A diferencia de Piñeiro, que se mostró proclive a fijar cargas horarias mínimas para los cargos docentes, Lanzaro dijo que si bien eso es deseable, también hay que considerar los casos de docentes que puedan aportar al servicio con pocas horas de dedicación. Sin embargo, ambos coincidieron en que en la FCS el proceso de descentralización en el interior del país se sostuvo hasta el momento en “iniciativas personales puntuales”, y en que no hay un plan estratégico, algo en lo que habría que trabajar en los próximos meses.